Reseña de “1899”: La nueva joya de ficción de Netflix

Si hay algo que sabe muy bien Netflix es contar historias, más que todo, las de ciencia ficción. A lo largo del 2022 ha estrenado series y películas de alta calidad, pero ninguna de ellas logró generar tantas expectativas como "1899". Para quienes se preguntan el por qué, la respuesta pasa por sus creadores, Baran bo Odar y Jantje Friese, expertos en hacer volar la mente de los espectadores con su inquietante terror psicológico.

Este drama de época está ambientada en el año de su título y cuenta con una trama llena de misterios y con retorcidos juegos temporales. Quienes ya conocen el trabajo de ambos productores ("Dark", por ejemplo), saben de la importancia de prestarle atención al más mínimo detalle de la trama, además de las historias de los distintos personajes que poco a poco van apareciendo en pantalla. Mientras se sigan esos lineamientos, comprender las revelaciones al final de cada episodio será más sencillo.

Si bien la premisa de "1899" es netamente de ficción, detrás de ella no deja de existir un toque de realismo. Durante un viaje de Londres a Nueva York, un barco a vapor europeo lleno de inmigrantes se topa con otro similar a la deriva en alta mar. A partir de allí, todo dará un giro inesperado cuando el enigmático momento vaya más allá de un simple naufragio, ya que el pasado de cada uno de los pasajeros se conectará a una red misteriosa y llena de secretos.

Una serie siniestra y profunda

La colección de pistas a seguir para desentrañar el enigma detrás del barco perdido en alta mar no deja respiro alguno. Lo inexplicable de su destino se va dibujando con pequeños horrores sutiles, que llevan a preguntarse qué es lo que yace al fondo del mar y que puede causar tanto terror. Es evidente que existe algo que, para la época en la que se desarrolla la historia, tiene un perfil sobrenatural o de improbabilidad científica, y qué gracias al brillante uso del guion hace que la serie no sea predecible en ese sentido.

De hecho, que "1899" no trate de explicar sus puntos más oscuros, sino que construya algo nuevo partiendo de un suceso, aparentemente sin sentido, es una apuesta brillante de narración. Tanto Friese como Odar sostienen su nueva creación por la ausencia de datos comprensibles, pues dosifican la información para que cada cierto tiempo deje caer una carga de profundidad en los giros de guiones. Este, sin duda, es el punto más fuerte de la serie.

Asimismo, cabe mencionar que el aporte de numerosos personajes y el uso de varios idiomas son un atractivo que no pasa desapercibido. Si bien para algunos pudiera ser pesado tanta información en principio, las historias personales que se van presentando consiguen atrapar al espectador, sobre todo por el hecho de que cada inmigrante habla su propia lengua, un gesto que vale muchísimo.

Sin embargo, eso también pudiera funcionar como su talón de Aquiles. El hecho de que "1899" logre desarrollar su historia por varios frentes podría llegar a abrumar con tantas subtramas, al punto de que deje la impresión que varios misterios se quedarán sin resolver. Aunque, en realidad, no hay mucho de qué preocuparse en ese sentido, pues sus creadores se caracterizan por concluir cada trama que desarrollan, tal como sucedió con "Dark".

Respecto al plano técnico, la serie alemana deja la vara alta. Por una parte, Ben Frost se encarga de una potente y atinada banda sonora que mantiene la tensión minuto a minuto. A su vez, el ojo fotográfico de Nikolaus Summerer es capaz de llevar a otro nivel los pequeños escenarios de la historia, sumándole también al uso de los efectos especiales dignos de una serie de ficción de Netflix.

Por último, las actuaciones son destacadísimas, en especial las del dúo principal que sacan a relucir su química en pantalla: Andreas Pietschmann, que interpreta a Eyk, capitán del barco que debe enfrentar visiones aterradoras de su vida mientras trata de luchar contra lo desconocido; y Emily Beecham, como Maura, la clave de todo el misterio que rodea la trama en alta mar y lo que estará por venir en los próximos episodios de "1899". A ellos también se le suman Aneurin Barnard, Fflyn Edwards, Clara Rosager, José Pimentão y Miguel Bernardeau.

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Netflix y sus éxitos con la ciencia ficción

Desde el pasado 17 de noviembre, "1899" se ha convertido en la serie número uno de Netflix en varios países. Según datos de la propia plataforma de streaming, la historia creada por Baran bo Odar y Jantje Friese superó las 79 millones de horas vistas en su primera semana. Dicha cifra aumentó considerablemente para la semana siguiente, pues alcanzó las 88 millones de vistas. ¿Será este el comienzo del éxito de la nueva joya de ficción de Netflix?

Parte del reconocimiento que está teniendo la serie alemana se debe al hecho que sus creadores ya llevaron al streaming una historia fascinante: "Dark". En su momento, esta se convirtió en todo un fenómeno cultural al tocar temas como viajes en el tiempo, paradojas y física cuántica, una fórmula que no garantizaba el éxito en un principio. No obstante, al final la compleja trama dejó una huella difícil de borrar en la plataforma de streaming.

Por su parte, otra de las historias de ciencia ficción más llamativas de la última década pasa por "Black Mirror". Y es que desde su llegada a Netflix, la serie británica cobró mayor relevancia a nivel mundial debido a sus historias antológicas sobre los aspectos oscuros de la tecnología. Cinco temporadas, un especial y una película interactiva son el resultado de una de las mejores visiones sobre la ciencia ficción en la actualidad.

Y si hablamos de ficción en Netflix, no podemos dejar de mencionar a "Stranger Things". A principios del 2022 se estrenó una cuarta temporada que rompió todo tipo de récords (287 millones de vistas en la primera semana), algo que dejó en claro que este género le sienta bastante bien al gigante del streaming. Dicho en otras palabras, esta tendencia le sigue dando frutos, y muy seguramente confían que “1899” también se convertirá en un éxito de ficción de su catálogo.