Reseña: Colores, lo nuevo de J Balvin

La semana pasada J Balvin por fin lanzó su tan esperado álbum Colores, en el que le dedica una canción a cada color. El disco se compone de 10 canciones con los títulos de distintos colores. Es su sexto álbum de estudio y está producido en su totalidad por Sky Rompiendo, con quien J Balvin ya ha colaborado en múltiples ocasiones. Cada canción contará con un videoclip producido por Colin Tilley. Estas son nuestras primeras impresiones de Colores.

El lanzamiento

La fecha de lanzamiento del álbum completo inicialmente era el 20 de marzo. Sin embargo, unos días antes, J Balvin parecía dudar en sus redes sociales sobre si lanzar este disco en tiempos de crisis y pandemia. Preguntaba insistentemente a sus fans a través de Twitter y de Instagram si la fecha de lanzamiento debía seguir para ese día. Esto hizo una campaña un poco extraña de expectativa pues puso en duda el lanzamiento del álbum al tiempo que pretendía generar más intriga con respecto del álbum (que ya sabíamos de qué iba: colores). Al final, el reguetonero medellinense terminó lanzando el álbum un día antes de la fecha de estreno inicial: el 19 de marzo en la tarde.

El arte del disco

El arte del disco es optimista y brillante. Muy al estilo de Vibras, Colores se compone de colores brillantes e ilustraciones exageradas que dan una impresión de ser un disco pop y alegre, que lo es. Tal vez en Vibras esto resultaba más novedoso cuando se trataba de reguetón.

En este caso, en cambio, no parece haber una propuesta nueva sino más bien un álbum muy parecido al anterior en su arte. Resulta incluso un poco cursi y empalagoso. Contó también con la mala suerte de que este optimismo y alegría van un poco en contra vía del ambiente global actual. Contrasta, además, con la oscuridad del disco de su colega Bad Bunny, lanzado a finales de febrero, que, tal vez por pura casualidad, va muy bien con el ánimo global.

Las canciones

De Colores ya conocíamos tres sencillos, cuyo lanzamiento había ocurrido ya antes del estreno del disco en su totalidad: Morado, Blanco y Rojo. Estos son, a criterio de quien escribe, los tres mejores temas del disco, por lo cual el resto resulta un poco decepcionantes, pues no hay ningún tema que sea una joya sin descubrir: ya habíamos visto lo mejor del álbum.

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Rojo, además, contaba ya con un video en el que el protagonista, J Balvin, muere en un trágico accidente e incluso después de su muerte cela a su novia, hasta que le da su aprobación para seguir con su vida. Aunque Balvin pretenda ser divertido con este video (le hace bromas a los nuevos pretendientes de su novia), está con el clip reforzando formas de amar y de relacionarse que ya el reguetón se está cuestionando. Es plano e irreflexivo.

El resto de canciones son más bien poco memorables y tal vez un par empiecen a sonar en las fiestas, que por ahora no habrá, y en los bares. Todas, a excepción tal vez de Negro, responden a un reguetón blanqueado y suavizado que se acerca más al pop que al perreo y que recuerda a otros artistas que en su esfuerzo por estar siempre actualizados hacen mezclas de género que no salen tan bien, como Juanes. 

Por último, el tema de los colores es puramente una cuestión de marketing. Si bien es interesante como estrategia publicitaria, ninguna de las canciones tienen que ver con su colores, no hay casi referencias de ello en las letras de las canciones y parece todo gratuito y arbitrario. Una verdadera lástima para quien nos puso a bailar con Vibras.