Temporada 3 de Cobra Kai: ¿por qué está teniendo tanto éxito?

La temporada 3 de Cobra Kai ya está en Netflix. Con el comienzo del nuevo 2021, la compañía de streaming decidió liberar los capítulos de esta nueva etapa de la serie inspirada en la mítica película de Karate Kid, explorando qué es lo que sucedió con muchos de los personajes más icónicos de la saga, como es el caso de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence.

Justamente, la tercera temporada de Cobra Kai expone que, en realidad, el karate no murió en los 80. El filme original, de 1984, había demostrado la pasión por las artes marciales. Sin embargo, esta tragicomedia expone el fracaso momentáneo de los dos mentores que siempre tuvieron una eterna rivalidad, de una manera fantástica.

En Clarín, por ejemplo, la caracterizan como una “tercera temporada magnética”, donde se exploran varios elementos interesantes: la acción, el romanticismo y la comedia, siendo una mezcla que funciona perfectamente, no necesariamente por añoranza, sino también por lo que tiene que ofrecer incluso en la actualidad. Veamos cuál es la situación.

El éxito de la tercera temporada de Cobra Kai

Sabemos que, cuando Netflix se decide a comprar los derechos para emitir una serie, esta puede comenzar a tener enormes signos de popularidad. Es decir, hay producciones que, como no tienen un público masivo al no estar colgadas en las principales plataformas de streaming, siguen teniendo un éxito importante, aunque “de nicho”.

Es lo que ocurrió con Cobra Kai: una serie web dramática estadounidense de 2018, que está basada en la franquicia de The Karate Kid, que se había estrenado en la plataforma YouTube Red. No obstante, en el 2020 la serie pasó a manos de Netflix, convirtiéndose en un “inesperado éxito”, de acuerdo con lo que caracteriza La Nación. ¿Por qué sucede esto?

En primer lugar, esta nueva temporada ofrece razones para que, de por sí, el interés hacia la serie se mantenga y no decaiga en ningún momento. Es una apuesta arriesgada, pero que aquí supieron hacer de una muy buena manera, por lo que lograron enamorar al público de base que tenían.

A esto, se suma una nueva generación con artistas marciales adolescentes, con una historia inspirada en una premisa importante: no hay hechos morales, hay interpretaciones morales de los hechos. Por ejemplo, el villano de la película original hoy bien podría ser visto como el héroe de esta historia, dándole un nuevo punto de vista a la historia que siempre fue vista como una obra “de culto”.

Narrada desde la perspectiva del “antagonista” de la historia original, Johnny Lawrence, el motociclista rubio y maltratador, tenemos una continuación de la historia en formato de serie, que nos hace olvidar de la perspectiva ochentera de los buenos y los malos, los blancos y los negros. Actualmente, todo parece ser gris, motivo por el cual se rompe con esa dualidad, volviendo a la trama mucho más compleja.

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Es decir, Cobra Kai no se limita únicamente a una expansión basada en la nostalgia, sino también en el revisionismo de su propia obra. Todo esto, por supuesto, sumado a los pequeños guiños a los fanáticos a través de los flashbacks, de forma tal que puedan revivir algunas de las puertas de la vieja historia de Karate Kid, que aquí vuelven a abrirse de manera oportuna. Por ejemplo, HobbyConsolas considera que se profundiza bastante en el pasado de los personajes, aunque sin necesidad de “perder la esencia”, siendo una decisión inteligente y bien llevada a cabo por los productores.

Otro de los puntos realmente interesantes es que esta historia no depende exclusivamente de Karate Kid, sino todo lo contrario: muchos jóvenes, que no conocían la película original, decidieron verla a modo de “precuela” para entender mucho mejor el contexto de esta continuación. Es decir, la serie vale “por sí misma”, sin necesidad de recurrir a la producción original, aunque sería lo más adecuado.

Sabiendo que Netflix confirmó que habrá una cuarta temporada de la serie, por lo pronto parece ser que Cobra Kai logró transformarse en un auténtico éxito dentro de las redes sociales ya que pudo atrapar a los fanáticos antiguos, pero también llegar a las nuevas generaciones, haciendo una continuación que se anima a superar a la nostalgia, aunque también la utiliza de forma criteriosa.