La clonación comercial de mascotas
Escucha este artículo
Clonar animales parecía de una novela de ciencia ficción. Hoy en día es una realidad, pues ya hay varios laboratorios que comercialmente ofrecen clonar las mascotas
Lo más triste de las mascotas es que viven muy poco tiempo en relación a un humano. Muchos acá hubieran dado lo que sea por poder compartir más años junto a sus compañeros peludos ya difuntos, pues sienten que en su corta vida no alcanzaron a compartir lo suficiente. Para aquellos que sienten esto, ya hay una solución a estos problemas, aunque no sea ni económico ni moralmente aprobado.
Read in english: Commercial cloning of pets
Así es, vivimos en un mundo donde la clonación comercial es una realidad. Muchos recordarán el primer caso de un mamífero clonado exitosamente: Dolly la oveja en 1996. El primer animal mascota clonado fue la gata CC, conocida como Copy Cat o Carbon Copy en el 2001 en la universidad Texas A&M, que sigue viva hasta el día de hoy. Este avance, publicado en la revista Nature, abrió las puertas a la posibilidad de clonar comercialmente las mascotas de todos.
El mundo tuvo que esperar cuatro años para ver el primer perro clonado, que al parecer es mucho más difícil de clonar que su contraparte felina y otros animales exitosamente clonados como ovejas, vacas y ranas. Snuppy, sabueso afgano, nació en un laboratorio surcoreano y fue nombrado por la revista Time como la invención más extraordinaria del 2005.
Snuppy – the first ever cloned dog (2005) by Dr. Hwang Woo-suk pic.twitter.com/QBURiY269d
— Sooam Biotech (@SooamBiotech) October 20, 2018
Lee también: 5 de las mascotas más caras del mundo
Sin embargo, estas clonaciones fueron motivadas meramente por avances científicos para avanzar en la práctica de clonación. Las clonaciones no se hicieron esperar, pues en el 2004, Julie de Texas fue la primera cliente de una clonación comercial. Little Nicky, clonado del gato muerto de la tejana, nació en la compañía californiana Genetic Savings & Clone Inc., según informa The Guardian. Su costo fue de 50,000 dólares; en la actualidad, clonar un gato vale exactamente la mitad de lo que pagó Julie.
Cinco años después, se conoció el primer caso de un perro clonado comercialmente. La familia encargada de ordenar esta hazaña fueron los ya pensionados Otto de Florida. Sir Lancelot, un adorable labrador e hijo favorito de la pareja contrajo cáncer cuando tenía apenas once años y murió al poco tiempo.
Sin embargo, la pareja ya estaba prevenida, pues cuatro años antes de que muriera el perro ya habían almacenado una muestra de ADN del canino al escuchar que la tecnología de clonación estaba avanzando a pasos agigantados. 155,000 dólares y una colaboración entre un labortorio de San Francisco y otro surcoreano después, Sir Lancelot Encore nació y la casa de los Otto brilló de nuevo, según reporta The Daily Mail.
Cabe aclarar que, si bien los clones son genéticamente idénticos al ser viviente del que se tomó la muestra, esto no significa que físicamente sean idénticos y que tengan la misma personalidad. Tomemos a CC, por ejemplo, cuyo pelaje era bastante diferente al de su madre, ya que este no está sujeto a la genético sino a procesos aparte que ocurren en el vientre. En cuanto a la personalidad, si bien algunos animales están predispuestos a ciertas características, es la crianza del animal el que tiene la última palabra en cuanto a estos rasgos.
C.C., a formerly feral cat (and a Carbon Copy of her formerly feral momma), busily warms Cheryl's lap. It's a rough gig. pic.twitter.com/qE8lvwHiNR
— Froonium Ricky Manning (@froonium) February 28, 2019
Te puede interesar: Estas son las mejores aplicaciones móviles para tu mascota
Si bien esta práctica le está brindando alegría a hogares rotos por la repentina pérdida de sus familiares peludos, hay un sector nada minúsculo, tanto de científicos como de animalistas, que están férreamente en contra de la clonación. Una de sus mayores preocupaciones, según el Smithsonianmag, son las complicaciones de salud a las que son más vulnerables los seres clonados que aquellos concebidos naturalmente y la elevada tasa de mortandad poco tiempo después de nacer.
Si bien los resultados han mejorado desde la clonación de Dolly en 1996, aún hay resistencia en cuanto a esta práctica. Según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, investigadores han encontrado que en mamíferos clonados es más común encontrar deformidades en órganos vitales como el hígado, el cerebro y el corazón, problemas con el sistema inmunológico y, en general, hay menos expectativa de vida.
LatinAmerican Post | Pedro Vergara
Copy edited by Juan Gabriel Bocanegra