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México Celebra la Tradición en el Vibrante Festival de Guerrero

Las bulliciosas calles de Chilpancingo, la capital de Guerrero, cobraron vida una vez más con color, música y tradición al celebrarse la 199ª edición del Paseo del Pendón. Este icónico desfile, lleno de danzas tradicionales y orgullo cultural, marca el inicio de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, reuniendo a comunidades de todo el país para celebrar el patrimonio y la alegría.

Un Festival Histórico de Unidad y Paz

El Paseo del Pendón es más que solo un desfile; es una celebración histórica profundamente arraigada en la identidad de Guerrero. Este año, el evento reunió a cientos de bailarines de 144 grupos tradicionales, representando 63 de los 85 municipios del estado. Entre las coloridas banderas que encabezaban la procesión, una destacaba: un estandarte blanco con una paloma y las palabras “Por la PazPaz”, un símbolo de esperanza y unidad para la región.

Siendo el festival más grande de la región, las familias se preparan para el desfile varios días antes. Las calles se llenan de sillas, y las carpas temporales y balcones se convierten en excelentes lugares para ver el evento. La celebración es un festín para los sentidos, con disfraces brillantes, música rítmica y la emoción de miles de personas que observan.

Este año, el desfile comenzó con la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, y el alcalde local, Gustavo Alarcón Herrera, al frente. Detrás de ellos, representantes de los cuatro barrios originales de Chilpancingo: San Mateo, San Francisco, San Antonio y La Santa Cruz, les siguieron. Cada barrio aportó su propia energía y tradiciones, enriqueciendo el tapiz del festival.

Un Patrimonio Vivo

Las danzas del Paseo del Pendón son el alma del desfile. Todas las danzas son una manifestación de la diversidad cultural de Guerrero. Este año, los famosos Tlacololeros encabezaron la marcha. Todos los miraban con sus sombreros de palma adornados con cempasúchil o flores de colores brillantes. Estos bailarines latinos, originarios de la zona centro del país, son una reliquia familiar del patrimonio de Guerrero.

Otras representaciones incluyeron los dramáticos Los Moros, los juguetones Los Manueles y los feroces Los Tigres de Chilapa y Zitlala. Desde las animadas Chilenas de Acapulco hasta los hipnotizantes Sones de Tabla de Ayutla, cada grupo mostró las tradiciones únicas de sus comunidades. Los Diablos de Teloloapan trajeron un aire de travesura, mientras que el Toro de Petate de Ometepec entretuvo con sus intrincados movimientos.

El desfile culminó en la plaza de toros Belisario Arteaga, donde ocurrió el esperado Porrazo del Tigre. Este clásico concurso de lucha presenta a competidores vestidos como tigres de los cuatro barrios de Chilpancingo en un enfrentamiento lleno de energía. El campeón se lleva el derecho de presumir durante todo el año, representando el poder y la resistencia de su comunidad.

Un Festival Más Allá del Desfile

Aunque las danzas son el punto culminante del Paseo del Pendón, la celebración se extiende mucho más allá de la ruta del desfile. Las calles y avenidas permanecen cerradas mucho después de que pase el último bailarín, mientras la ciudad sigue disfrutando del ambiente festivo. La música tradicional da paso a las melodías modernas, y la energía vibrante de los habitantes de Chilpancingo mantiene viva la fiesta.

Un componente crucial de las festividades es el Mezcal, el licor tradicional de Guerrero. Para muchos bailarines, un sorbo de mezcal ayuda a aligerar el peso de sus elaborados trajes y el agotamiento de las actividades del día. Es un rasgo tradicional del festival que resalta la peculiaridad local en las prácticas culturales.

La multitud estaba animada, pero el espectáculo fue seguro y controlado. La administración de Guerrero preparó un esquema integral de seguridad y defensa, asistido por la Guardia Nacional y la policía local de Chilpancingo. Como resultado, la Secretaría de Seguridad Pública no reportó incidentes, permitiendo que los asistentes disfrutaran de las festividades sin preocupaciones.

Resiliencia y Renacimiento en Medio de los Desafíos

El Paseo del Pendón solo se ha suspendido una vez en sus casi dos siglos de historia, en 2020, debido a la pandemia de COVID-19. Su regreso a las calles de Chilpancingo muestra la fortaleza y determinación del pueblo de Guerrero. El evento de este año celebró las costumbres y la fuerza de una comunidad que permanece unida a pesar de los desafíos.

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Para la gente de Guerrero, el Paseo del Pendón es más que solo un festival: es una celebración de quiénes son, de su pasado y de sus esperanzas. A medida que el desfile recorre las calles de Chilpancingo, lleva consigo el espíritu de una región rica en cultura y muy orgullosa. A través de danzas coloridas, música conmovedora y la felicidad compartida, el Paseo del Pendón inspira y une generaciones, asegurando que las tradiciones de Guerrero sigan vivas.

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