La prisión de máxima seguridad del siglo XX hoy es uno de los más grandes atractivos turísticos de Colombia

La que en su momento fuera la prisión de máxima seguridad de Colombia hoy es uno de los más grandes atractivos turísticos de la costa pacífica del país. El Parque Nacional Natural Gorgona es un espacio en el que convergen la selva tropical, el océano pacífico y la gran cantidad de especies que habitan el ecosistema de la isla. Sin embargo, también conserva las ruinas de la también llamada Alcatraz colombiana, una prisión que estuvo funcionando por casi 25 años y que hizo de esta paradisíaca isla el lugar más agreste y despiadado para la especie humana. Hoy la naturaleza se apodera de las paredes y barrotes que sirvieron de celdas para los presos como reclamando su territorio, demostrando la imponencia de la naturaleza sobre la intervención del hombre.  

Entre 1960 y 1984 la isla tomó la forma de una prisión de alta seguridad, ubicada al oeste del pacífico colombiano a unos 35km de distancia de la costa y con una espesa selva a su alrededor era el lugar propicio para llevar a quienes debían saldar alguna cuenta con la justicia. Desde su apertura la prisión Gorgona recibió a los más peligrosos reclusos del país, acusados de delitos tan graves como violaciones u homicidios. Muchos de los reclusos que llegaron a pagar su condena en esta prisión no resistieron las difíciles condiciones de la misma, a menudo contraían enfermedades propias de la condición tropical del territorio, los fuertes tratos de parte de las autoridades de la prisión y las mordeduras de serpientes hacían que muchos reclusos no sobrevivieran a la condena impuesta. Justamente, la isla debe su nombre a la cantidad de serpientes que habitan en la isla, por ende Gorgona refiere justamente a las mujeres de la mitología griega que llevan por cabello serpientes.

Hoy en día, la isla, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, se pueden apreciar espectáculos naturales como el de las ballenas jorobadas que antes no podían ser admirados. Las ruinas de la prisión se pueden observar en medio de la maleza que las recubre y han sido adaptadas para recordar el pasado histórico del territorio que fue testigo de las más grandes torturas. El parque se encuentra abierto para los visitantes que quieran recorrer los pasillos de la prisión que era custodiada por el océano y la selva. Actualmente el acceso al lugar se puede hacer por Guapi o Buenaventura a través de lanchas que toman entre dos y cuatro horas para llegar a la isla. Es importante que los visitantes tomen las medidas de precaución necesarias como vacunarse contra el tétano y la fiebre amarilla diez días antes del viaje, pues pese a que ya no sea una penitenciaria, se encuentra en una zona tropical y una selva espesa cubre el 85% del territorio. Una vez arriban a la isla encontrarán una amplia oferta de ecoturismo. El buceo es una de las actividades que más atrae los turistas.

La isla Gorgona se ha convertido en un destino turístico de gran impacto en Colombia y Latinoamérica no solo porque cuenta con una amplia diversidad natural sino porque tiene un pasado histórico que pone de manifiesto la fuerza de la naturaleza. Con un escenario en el que la relación hombre-naturaleza, una vez más se da en términos de dominación, Gorgona marca la diferencia en medio de la común relación hombre-naturaleza en donde esta última siempre es intervenida para ser dominada y explotada de alguna manera, pues en este caso la naturaleza era quien dominaba y doblegada al hombre con su fuerza e inmensidad. Esta dominación aún hoy se puede vislumbrar en las ruinas que han sido atrapadas por la fuerza de la naturaleza.

Latin American Post | Liliana Rubiano Fernández

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