Gran parte de la cultura árabe aún no acepta los tatuajes como un estilo de vida

Determinar el origen de los tatuajes es complejo y a la vez incierto, puesto que no se puede establecer una fecha exacta para determinar el nacimiento del arte de los tatuajes. De hecho, este arte se desarrolló en muchas culturas del mundo y su práctica fue muy diversa. Sin embargo, existe un antecedente que data del período Neolítico, gracias a los restos que se hallaron en Siberia y Delta del Danubio en el siglo XX que apuntaría a los hombres euroasiáticos como los primeros tatuadores, hace más de cinco mil años.

El origen de la palabra tatuaje proviene de la palabra inglesa tatto, que por consiguiente deviene del término samoano tátau y cuya definición es marcar. Esta actividad consiste específicamente en crear una modificación permanente del color de la piel, en la cuál se plasman dibujos, figuras, textos, etc. Las figuras se plasman por medio de agujas que inyectan la tinta bajo la epidermis de la persona.

A lo largo de la historia que conocemos del mundo, esta práctica fue duramente rechazada y estigmatiza por sectores conservadores, quienes la catalogaron como una forma de maltrato al cuerpo. Algunos sectores religiosos lo definieron como un vínculo eterno con satanás y, otros lo relacionaron con quienes  llevaban vidas criminales o gente del bajo mundo.

No obstante, en el siglo XXI los tatuajes se hicieron muy populares, convirtiéndose en una tendencia. En las últimas dos décadas gran parte de la población mundial se ha alejado de aquel estigma de que llevar tatuajes es algo malo. Al contrario, lo han visto como una forma de expresarse y sentirse libre ante lo tradicional. Por otro lado, existen algunos lugares en el planeta tierra donde estos siguen siendo mal vistos por la sociedad, por ejemplo, en la cultura árabe.

En Oriente Medio, especialmente en Emiratos Árabes Unidos, llevar tatuajes sigue siendo un tabú. Para los líderes religiosos que viven en esta poderosa región del globo, tatuarse es considerado una forma de daño autoinflingido. Lo anterior se debe a que en estos países es una práctica inusual y no es común que sus habitantes tiendan hacérselos. Además, existe una ley de prohibición para personas que deseen acceder a cargos públicos. En el caso de los turistas deben cubrírselos para no tener problemas, pues los tatuajes visibles siguen dejando una mala impresión en esta población.

La cultura árabe y la sociedad que la conforman es demasiado compleja, porque mantienen un estrecho lazo con la cultura islámica y sus gobiernos tienen un fuerte compromiso en conservar sus tradiciones. Por lo tanto, sus leyes van regidas por El Corán, que dentro de sus costumbres es el libro sagrado, donde está escrita la palabra de Dios y lo que dice allí debe ser obedecido. De modo que muchas de las libertades que gozan los países europeos o los del continente americano, para ellos significan una especie de ofensa y representan el pecado ante Dios.

Generalmente los tatuajes en Emiratos Árabes Unidos son hechos en lugares clandestinos.

LatinAmerican Post | Brandon Martínez

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