Viajes al exterior en peligro de extinción en Argentina

Más allá de las restricciones sanitarias para el ingreso a gran parte de los países, Argentina está también cursando otra fuerte traba para el turismo exterior. En un hipotético caso en que el coronavirus no fuera un impedimento para ingresar a territorios fuera del país, las más recientes medidas económicas en el país resultan detractoras de dicha actividad. Veamos en detalle qué razones hay para que la actividad turística en el exterior sea considerada una especie en peligro de extinción para los argentinos.

Medidas impositivas

Sumado a la creciente cotización del dólar oficial, la cual ronda los $77,95 en bancos físicos, debemos agregarle, en primer lugar, los impuestos del 7% del DNT sobre pasajes aéreos, y el 5% para pagos en efectivo. Ambos están vigentes desde gestiones anteriores y se mantuvieron presentes con el paso del tiempo.

A su vez, se debe adicionar el llamado impuesto PAIS del 30%. Este impuesto está vigente desde el 23 de diciembre de 2019. Aplicado también a la compra de moneda extranjera, este impuesto figura, entre otras cosas, sobre todo pago a agencias de viajes ya sea terrestre, marítimo o aéreo cuando el importe sea en moneda extranjera y abonado en pesos.

Como adicional, debe tomarse en cuenta el reciente impuesto del 35%. Este también se aplica sobre todo gasto en dólares o compra de moneda extranjera. El valor retenido se puede tomar a cuenta de Impuestos a las Ganancias, por lo que en teoría sería reintegrado más adelante, mediante una declaración jurada.

Como última medida, se ha dispuesto que el cupo de compra de dólares para ahorro (actualmente en U$200) se vea afectado por todas las compras hechas en dicha moneda. Esto incluye servicios como Netflix o Spotify, como así también gastos en pasajes, hoteles, y demás bienes y servicios fuera del país. Esto, si bien no es una medida que encarezca el pasaje o estadía en sí, actúa como método desalentador para quien planee un viaje al exterior.

Repercusión

La capacidad de venta por parte de agencias de viajes, aerolíneas, y demás entes relacionados con el turismo exterior se ha puesto en jaque no solo por las medidas sanitarias de cada país. Es de público conocimiento que muchas empresas extranjeras ligadas a este rubro han decidido interrumpir de manera indefinida sus operaciones en territorio argentino, debido a la inconveniencia económica que les ha significado el no poder ofrecer sus servicios.

A su vez, en distintas localidades del país, las agencias han demostrado su descontento con las decisiones del gobierno, y ya han ejecutado marchas en protesta de ellas. Según el diario La Voz, en una manifestación en Córdoba se informó que “un pasaje internacional emitido en efectivo en pesos tiene un recargo de 77 por ciento de impuestos”. Un número que afecta negativamente al sector y, por consiguiente, a quienes viven de él. El informe hecho por Infobae arrojó el dato de que “más de 26.000 familias viven exclusivamente del sector de agencias de viajes y turismo”.

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También se ha manifestado la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) con respecto a estas medidas impositivas. Por un lado, ha pedido al gobierno argentino que reconsidere dichas medidas por el bien del sector. Al mismo tiempo, ha remarcado que las mismas contradicen lo dispuesto por las políticas aceptadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

Si bien aún estamos bajo el azote del Covid-19, para la cual no se ha presentado una vacuna, ya existe una preocupación futura para los argentinos que quieran viajar al exterior. Esta actividad ha ido cambiando de consideración con el paso del tiempo. De ser un lujo para pocos, a ser un gusto para quienes han ahorrado durante años, para ahora convertirse en una especie en peligro de extinción.