¿La tecnología puede propiciar la infidelidad?
En algunas ocasiones, dar like a una foto u ocultar el estatus sentimental en redes sociales, se considera engaño
Como todas las cosas en el mundo, la infidelidad también ha evolucionado. Así lo determina un reciente informe realizado por un experto en psicología que explica cómo el Internet ha permitido que las relaciones sean cada vez más ambiguas y por ende, más fácil incurrir en infidelidad 'sin darnos cuenta'.
Martin Graff, profesor de psicología de la Universidad de Gales del Sur de Reino Unido, acuñó el término micro-cheating (micro-engaño, en español) para definir esas pequeñas acciones virtuales que dan pie a la interacción ambigua con otros sujetos cuando se está involucrado en una relación.
En palabras de Graff, el micro-cheating es “cualquier acto o comportamiento de alguien en una relación que sugiera que hay una tercera persona emocional o físicamente involucrada”.
De acuerdo con explicaciones de Graff, el micro-cheating contemporáneo permite mejor que nunca enviar señales a alguien de que se está disponible sin estarlo. Aunque esta tendencia no se interpreta como una infidelidad necesariamente, sí da pie a que un engaño real ocurra con mayor facilidad.
¿Paranoia o señales reales?
En meses anteriores, la psicóloga y comentadora Melanie Schilling manifestó en una edición de Huffington Post que el micro-cheating se trata de "acciones aparentemente pequeñas que indican que una persona pone su atención emocional o física en alguien que está fuera de su relación".
Algunos expertos han intentado definir este tipo de acciones. Entre los ejemplos se encuentran: dar likes a una foto en redes sociales durante la noche, guardar un contacto con otro nombre, compartir comentarios jocosos en privado, ocultar el estatus sentimental en Internet, no eliminar perfiles en aplicaciones o páginas de citas y contactar a un ex para recordarle algo.
De acuerdo con la opinión de psicólogos consultados, para entender este comportamiento en las redes sociales se debe partir por recordar que por naturaleza el ser humano no es monógamo y como lo propone el psicoanálisis, el individuo siempre estará en la búsqueda de satisfacer nuevas necesidades. Es por ello que cuando en una relación se descuidan algunos espacios, o por el contrario, se colman totalmente, surge el deseo de iniciar ‘juegos’ para complacer impulsos, en ocasiones superfluos.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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