¿Hasta cuándo va a depender Latinoamérica del petróleo?
Las reservas de Colombia podrían acabarse en menos de 5 años, mientras que las de Ecuador terminarían en menos de dos décadas
Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), América Latina posee 334.811 millones de barriles de petróleo dentro de sus reservas certificadas, lo que equivale a 22.8% de las reservas probadas a nivel mundial. Una porción nada despreciable, que históricamente ha sido aprovechada por los gobiernos de la región para financiar las políticas públicas que progresivamente han ido reduciendo los niveles de pobreza en la región.
Read in english: For how long will Latin America depend on oil?
El aprovechamiento de los recursos naturales para su exportación es apenas lógico, los países necesitan fuentes de ingresos para proveer a sus ciudadanos. Lo que puede causar serios problemas para América Latina es la altísima dependencia que tiene hacia la extracción y comercialización del oro negro, que es finito, y puede tener sus días contados. Encontrar alternativas y diversificar la economía es la clave para garantizar el futuro de la región.
Colombia y Ecuador sí tienen sus días contados
Colombia en este momento es de los países a los que más debe preocupar la dependencia en el petróleo. A pesar de contar con reservas relativamente pequeñas, 1.782 millones de barriles en yacimientos comprobados, las exportaciones de crudo son el ítem más grande dentro de las exportaciones de este país, representando el 25% de todas las exportaciones.
Lo que debe preocupar a Colombia es que, bajo su ritmo actual de extracción de petróleo, las reservas existentes solo durarán 4 años y medio, según Orlando Velandia, presidente de la Asociación Nacional de Hidrocarburos. Si bien es posible continuar la exploración del subsuelo para encontrar más reservas, la situación es grave.
Para antes del 2022, Colombia debe encontrar con que suplir los 15 mil millones de dólares que representan las exportaciones de crudo, y lo que es más, se convertirá de nuevo en importador neto, y debe incurrir en gastos para proveer los 350 mil barriles diarios que consume.
Otro país que enfrenta un futuro similar es Ecuador, que, según las últimas cifras oficiales, publicadas en 2012 en El Comercio, solo cuenta con 20 años más de petróleo de continuar su ritmo de extracción actual. Para Ecuador, a pesar de contar con más tiempo que Colombia, la situación es igualmente preocupante, pues un informe de La Caixa Research, el petróleo representa el 60% de sus exportaciones, y, a su vez, sus exportaciones representan el 86% del PIB del país.
Para toda la región, la reducción de la dependencia petrolera será esencial para garantizar el futuro de la economía y para continuar adelantando la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Los ejemplos de Venezuela, Colombia y Ecuador deben alertar a los demás países, que si bien no dependen del petróleo al mismo nivel, aún dependen de otros commodities como los minerales, que representan riesgos similares para la economía.
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En Venezuela no escasea el petróleo, pero la dependencia somete a la economía
Venezuela es el país con más reservas probadas de petróleo en el mundo, con 299.950 millones de barriles bajo su suelo, lo que compone 89% del total de las reservas de la región latinoamericana. Sin embargo, también es el país de la región que más depende de la extracción y venta de este recurso, pues se estima que representa un abrumador 96% de sus ingresos.
A pesar de que no hay cifras oficiales acerca de cuánto pueden durar las reservas de petróleo en Venezuela, la cantidad de yacimientos con los que cuentan parece indicar que no se acabarán pronto. No obstante, la seria dependencia de la economía venezolana hacia el petróleo es aún una de las causas más certeras de la crisis económica que el país viene atravesando en esta década.
La continua financiación del Estado venezolano, dueño de los recursos del subsuelo de este país, a través de las exportaciones de petróleo y sus derivados, ha dejado a la economía sometida a los volátiles precios del oro negro en los mercados internacionales, intensificando la crisis y condicionando el panorama económico del país completamente al precio del barril de crudo.
Ante la falta de alternativas productivas para equilibrar el déficit comercial que les genera el actual desplome de los precios del petróleo, la empresa petrolera estatal PDVSA se ha visto obligada a reducir su extracción al mínimo de forma que puedan exportar de forma rentable cuando los precios vuelvan a tender al alza.
Latin American Post | Pedro Bernal
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