Los críticos consideran que el edificio es muy lujoso para un país pobre y con falencias de salud y educación, según los curadores de Bolivia

En pleno centro histórico de La Paz, Bolivia, se construye desde 2014 un ostentoso edificio que se convertirá en el nuevo palacio de gobierno. La construcción en la que se invirtieron cerca de 36 millones de dólares es criticada por quienes consideran que la edificación daña el patrimonio arquitectónico de la capital, y que es demasiado lujosa para un país que debería estar concentrando sus prioridades en temas de educación y salud.

La polémica vivienda presidencial de 28 pisos se erigió en un espacio de 1,068 metros cuadrados y se conocerá bajo el nombre de ‘La Casa Grande del Pueblo’. No obstante, durante los años de levantamiento gran parte del ‘pueblo’ se ha opuesto en numerosas ocasiones, argumentando que la estructura irrumpe con el centro histórico de la ciudad en donde estaba prohibido construir obras de gran altura y que no contribuye al desarrollo económico de la misma.

¿“El palacio de un dictador”?

Hasta donde medios locales y grupos reguladores han podido conocer, ‘La Casa Grande del Pueblo’ está equipada con modernos sistemas de seguridad. Asimismo, tiene protección contra desastres, gimnasio, sauna, sala de masajes, sala de lectura y un helipuerto.

Para el oficialismo la construcción es necesaria y objetan que siempre se han tenido que alquilar costosos espacios para el funcionamiento de algunos ministerios del país, y por tanto la nueva estructura será una inversión duradera para la ciudad. Sin embargo, la comunidad opositora refuta que dicho edificio es “el palacio de un dictador” que no está pensando ni representa la situación de su pueblo.

De los aproximadamente 36 millones de dólares que habría costado la inversión, 7 millones de dólares estarían destinados solo al equipamiento de la estructura. Según cálculos del Ministerio de Educación de Bolivia, construir una escuela pequeña en el país representa una inversión económica de 2,3 millones de dólares en promedio. De acuerdo con estas cifras, con los 36 millones usados en el levantamiento del palacio de gobierno, se habrían podido construir cerca de 16 escuelas en toda la nación.

Entre prioridades y una deuda millonaria

Bolivia es uno de los países andinos con más falencias en ámbitos de salud y educación. Además de esto, la bancada opositora en el Congreso indica que desde que Evo Morales está dirigiendo el país, la deuda externa de Bolivia ha conseguido superar los 11.000 millones de dólares.

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Se calcula que esta deuda es cuatro veces mayor a los compromisos adquiridos por gobiernos anteriores, pues mediante la Asamblea Legislativa el mandatario indígena ha conseguido aprobar 177 proyectos de ley (incluido aquí la edificación del palacio de gobierno) que permiten la adquisición del déficit económico.

Sin embargo, el ejecutivo responde al señalamiento argumentando que la deuda externa ha activado la economía boliviana. Asimismo, explica que antes del gobierno de Morales el PIB se calculaba en 9.574 millones de dólares y en la actualidad supera los 37.000 millones de dólares.

De acuerdo con información otorgada por representantes del gobierno, para el año 2005 la deuda externa de Bolivia representaba el 52% del PIB, mientras que en el año 2017 representó el 24,9% del PIB.

La inauguración de ‘La Casa Grande del Pueblo’ estaba prevista para enero del presente año, pero debido a demoras en la obra se pospuso para el 21 de junio. Y aunque no se ha confirmado de manera oficial que se tengan agendadas marchas para tal día, no sería de extrañar que la apertura de la casa de gobierno esté enmarcada con protestas.

Latin American Post | Krishna Jaramillo

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