Jóvenes: ¿aumento en el consumo de tabaco y alcohol?
Escucha este artículo
Una de las preocupaciones de salud más grandes para la región
El alcohol y el tabaco han sido desde hace décadas dos de las prácticas más recurrentes y dañinas para las personas. Los resultados de estudios de la Organización Mundial de la Salud que indican que la edad promedio en que se empieza a consumir alcohol y tabaco en Latinoamérica es cada vez menor, han causado alarma.
Por un lado está el consumo de alcohol, que ha aumentado de un 4,6% a 13,0% en mujeres y de un 17,9% a un 29,4% en hombres durante los últimos 5 años en América Latina. El alcohol no solo afecta a quien lo bebe, sino también a su entorno familiar y social. Según el estudio realizado por la OMS cada persona latinoamericana consume en promedio 8,4 litros de alcohol puro al año, lo que es más de dos litros del consumo promedio en Europa. El país en donde más se consume es Chile donde el promedio es de 9,6 litros por persona. A éste le siguen Argentina con 9,3 litros y Venezuela con 8,9 litros. Estas cifras son preocupantes porque el consumo frecuente y no moderado de alcohol ocasiona desde problemas hepáticos, tipos de cáncer, hasta traumatismos, entre otros.
Por otro lado está el tabaco, cuyo componente altamente adictivo, la nicontina, causa que, a pesar de que se conozcan los riesgos causados por su consumo, sea muy difícil de dejar. Entre los problemas más serios, fumar puede causar cáncer, ataques cardíacos, accidentes vasculares cerebrales, enfisema pulmonar, entre otros, normalmente relacionados con el sistema respiratorio y la salud bucal. El humo del tabaco también es altamente nocivo. Cada año 600 mil personas fallecen por complicaciones relacionadas con el humo del cigarro así ellos mismos no consuman tabaco, los llamados “fumadores pasivos”.
Chile encabeza el ranking latinoamericano con el mayor número de jóvenes consumidores de tabaco. Por lo tanto, se han realizado campañas para normativas cada vez más estrictas para los fumadores. Por ejemplo se aumentó el impuesto del tabaco y se prohibió fumar en locales comerciales, cerca de centros educativos, y en otros lugares donde tampoco se permite el consumo de alcohol.
Algunas otras estadísticas preocupantes incluyen esta: si bien los adolescentes beben con menor frecuencia que los adultos, beben en mayor cantidad. La edad más vulnerable para dejarse enganchar en estos vicios es a partir de la adolescencia, cuando los jóvenes ya no se consideran niños, pero aún no son adultos. Esta crisis en la identidad propia de cada ser humano lleva a formar grupos. Alguno de estos grupos, generalmente los más osados, tienden a tener prácticas adultas como fumar o consumir bebidas alcohólicas.
Otro problema que permite que los jóvenes consuman tabaco y alcohol es que el acceso no es muy complicado. En los países latinoamericanos no está permitido vender cigarrillos ni bebidas alcohólicas a menores de edad, pero esto no necesariamente significa que no puedan acceder a ellos con facilidad. Por ejemplo, al pedirle a algún mayor de edad que compre los productos para ellos, pueden acceder al tabaco y al alcohol con facilidad.
Ya que estos estudios de la OMS nos han indicado el problema, es la responsabilidad de nuestros gobiernos buscar maneras para resolverlo.
Latin American Post | Daniella Páez Otey
Copy edited by Susana Cicchetto