Reseña de “C’mon C’mon”: La vida desde la perspectiva de los niños

Al momento de presentar los nominados a los Premios Óscar 2022, muy pocos se manifestaron por la ausencia de "C'mon C'mon" entre los candidatos a llevarse una estatuilla. Ahora, tras el estreno en varios países de Latinoamérica, este film ha comenzado ha resonar de gran manera entre las personas que también se embarcaron en esta aventura familiar y que nos muestra la mágica forma en que los niños ven la vida. ¿Cuál es su secreto y por qué debemos verla?

La cinta está escrita y dirigida por Mike Mills, un cineasta estadounidense que ya cuenta con cuatro producciones en su haber. Para esta ocasión, tuvo el aporte de tres figuras que dejaron gratas impresiones por sus papeles: Joaquin Phoenix, Gaby Hoffmann y Woody Norman. Además, una característica que no pasa desapercibida es que la película está filmada en blanco y negro, algo que recuerda por momentos a otras grandes producciones como "Roma" o "Belfast" donde, incluso, nos muestran de cierta manera las vivencias pasadas de sus directores.

"C'mon C'mon" tiene una premisa que puede parecer un tanto básica, pero que detrás de ella hay un mensaje conmovedor y que nos hace reflexionar sobre muchas cosas. Johnny (Phoenix) es un periodista radiofónico que se embarca en un viaje por el sur del país para hacer un reportaje que involucra a niños y niñas, pero con la particularidad que para esa aventura deberá llevar consigo a su sobrino de 9 años Jesse (Norman), esto con motivo de ayudar a su hermana Viv (Hoffmann) mientras soluciona un inconveniente personal.

Basada en una historia vivida por el propio Mills, la película es un viaje de emociones que nos lleva a comprender mejor las mecánicas familiares y cómo dos figuras como tío y sobrino pueden tener más en común de lo que parece. Su estreno se dio en el Festival de Cine de Telluride, Colorado, y desde entonces ha sido reconocida en premiaciones como el National Board of Review, el Círculo de Críticos de Cine del Área de la Bahía de San Francisco, o el London Film Critics Circle Awards, así como nominaciones a los premios BAFTA y los Independet Spirit.

De reflexiones y empatía

En principio, cuesta creer que el hombre que todo pregunta, que sabe escuchar y que es capaz de mostrar empatía con los niños, en realidad no tiene respuestas concretas para su propia vida. Esa muralla que el personaje de Joaquin Phoenix construyó por distintos motivos, comienza a desvanecerse a medida que va relacionándose con su sobrino, un niño tan inteligente como hiperactivo. Justamente, uno de los tantos motivos por los que vale la pena ver "C'mon C'mon" es la gran química en pantalla que sacaron a relucir ambos actores.

Por otra parte, este ingenioso drama cuenta con ciertos toques de documental, ya que -obviando a los tres protagonistas- todos los chicos entrevistados en realidad no son actores y sus respuestas son espontáneas, algo que le da a la trama una autenticidad y frescura como ninguna otra. A medida que va transcurriendo la película nos vamos dando cuenta que, de hecho, somos nosotros los adultos quienes debemos crecer igual o más que los niños, e incluso tratar de ver la vida desde su óptica.

A su vez, cabe mencionar que "C'mon C'mon" guarda ciertas similitudes con las anteriores obras de Mike Mills. Por ejemplo, tanto "Beginners" (2010) como "20th Century Women" (2016) tocan ese mismo tema de las distancias generacionales y la manera en que sus personajes se relacionan a pesar de esa brecha de edades. Lo cierto del caso es que el director sigue apoyándose en algunos pasajes de su vida para seguir llevando proyectos a la gran pantalla, una inspiración que sin lugar a dudas viene cautivando a críticos y público en general.

En resumidas cuentas, estamos ante una historia tierna que va más allá del drama familiar. Sus momentos de reflexión sobre la vida y el amor toman mayor relevancia cuando se ven desde la perspectiva de los niños, quienes encierran un mundo maravilloso dentro de sí y que a veces no pueden expresar por culpa de los adultos. ¿Por qué es importante verla hoy en día? Sencillamente porque es una película que transpira verdad y, sobre todo, explora la empatía, un concepto que debe revalorizarse en Latinoamérica y el resto del mundo.