El virus de inmunosuficiencia felino o sida felino es una enfermedad que afecta a tres de cada diez gatos en el mundo

El sida felino, producido por el virus de inmunodeficiencia felino, afecta a un 11% de la población mundial de gatos. Al igual que en los humanos, esta enfermedad se encarga de dañar y destruir las células del sistema inmunitario, por lo que lo hace vulnerable a otras infecciones y puede desencadenar en la muerte del animal en su etapa más avanzada. 

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La forma de contagio de la enfermedad es, generalmente, por arañazos o mordeduras de otros gatos infectados. Según el diario Mis Animales, hasta el momento no se ha comprobado que el SIDA felino se pueda transmitir por relaciones sexuales o a través de la madre durante la gestación. 

Ya que el virus actúa destruyendo las defensas del gato, algunos de los síntomas, de acuerdo con el diario El Mundo, son

• Fiebre
• Inflamación de la lengua y las encías
• Dificultad para respirar
• Diarrea
• Alteraciones neurológicas que causan desorientación
• Alteraciones del equilibrio, así como la pérdida de impulsos eléctricos en los nervios de las extremidades

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Si tu mascota presenta alguno de estos signos de alerta es fundamental que acudas a tu veterinario de confianza para que realice una prueba del VIF en la que, solo con la sangre del animal, se obtendrán resultados. Intenta realizarla dos veces para estar seguro del diagnóstico. 

¿Se contagia el sida felino a humanos? 

De acuerdo con Janet Sandí, médica veterinaria de la organización Animalia, es imposible que un gato transmita el virus a los humanos pues su ADN es genéticamente incompatible con el nuestro. 

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“Eso es un mito, la gente tiene la mala idea que por un mordisco a una persona le va a transmitir este tipo de sida”, explica la doctora. 

“En caso de que muerda a alguien, el tratamiento es igual al que debería tener una persona que se mete un clavo oxidado en el pie, se debe lavar la herida e ir directo al médico”, agregó Sandí para el diario La Teja.

Además, tampoco es posible transmitir el virus a los perros ni a ningún animal diferente a los mismos felinos, es decir, únicamente infecta a los de su misma especie. 

¿Se puede evitar o tratar esta enfermedad?

Como explica el médico veterinario Luis Tabilo de la Universidad de Chile, no existe aún ninguna vacuna para tratar la enfermedad, por lo que la mejor forma de prevenir el contagio de tu mascota es por medio de la esterilización o evitando su interacción con gatos callejeros o desconocidos. 

Sin embargo, con los cuidados adecuados, un gato positivo con el virus puede llegar a vivir diez años. Bastará con una dieta equilibrada que evite la carne cruda, los huevos y la leche no pasteurizada para disminuir el riesgo de contraer bacterias alimentarias y con una desparasitación cada dos o tres meses. 

LatinAmerican Post | Luisa Fernanda Báez
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