Latinoamérica: un territorio hostil para la libertad de prensa
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Nicaragua, Venezuela y Brasil son tres de los países de la región donde peores condiciones hay para el ejercicio periodístico y la libertad de prensa
No es fácil ser periodista en Latinoamérica. La censura, el autoritarismo, la represión y la persecución contra los profesionales de la información; así como el control a los medios de comunicación y las restricciones impuestas a las plataformas digitales y las redes sociales, además de la desinformación que allí se propaga, hacen que cada día las condiciones de los periodistas empeoren, con gobiernos que se empecinan cada día más en limitar el derecho a la libertad de expresión.
Read in english: Latin America: a hostile territory for press freedom
En el año 2018, LatinAmerican Post habló sobre el crítico panorama de la libertad de expresión en Latinoamérica, mencionando casos concretos de países en los que de diferentes maneras se restringía o coartaba la labor de los periodistas. Lo anterior se hizo tomando como referencia el informe anual que la organización Reporteros Sin Fronteras realiza para analizar y medir el estado de la libertad de expresión en Latinoamérica.
En ese sentido, el pasado 18 de abril Reporteros Sin Fronteras publicó nuevamente su informe anual, que este año se titula: “Clasificación mundial | América Latina: El autoritarismo y la desinformación agravan la situación de la libertad de prensa”, que en pocas palabras ratifica lo mencionado un año atrás y advierte las situaciones particulares de los países donde esta problemática se ha agudizado, destacando de manera especial lo que ocurre en tres países: Nicaragua, Venezuela y Brasil.
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Censura y autoritarismo en Venezuela y Nicaragua
Para el informe publicado en el año 2018, Reporteros Sin Fronteras había alertado sobre las intenciones de Daniel Ortega de regular las redes sociales, con el fin de controlar información que pudiera afectar su gobierno. Si bien en la actualidad se sigue tratando de llevar a cabo este tipo de acciones, la situación es mucho más grave si se tiene en cuenta que a eso se han sumado otros factores que destaca la organización en el informe recientemente publicado, como por ejemplo la represión, las amenazas y las detenciones arbitrarias en contra de periodistas:
“Nicaragua se hunde: cae 24 posiciones y se sitúa en el puesto 114 de la clasificación, el mayor retroceso registrado en el continente americano. La represión ejercida por el gobierno de Daniel Ortega contra la prensa independiente dio un nuevo giro en abril de 2018 al agravarse la crisis política y las grandes protestas de la oposición en el país. Las autoridades estigmatizaron constantemente a los periodistas, que sufrieron campañas de acoso y amenazas de muerte, sin contar las detenciones arbitrarias. Durante las manifestaciones, los reporteros nicaragüenses fueron agredidos con frecuencia, pues se les les consideraba opositores. Algunos de ellos se han exiliado, pues temen que los acusen de terrorismo y que los encarcelen, como a algunos de sus colegas”, asegura Reporteros Sin Fronteras.
Frente a Venezuela, se recuerdan casos ocurridos años atrás, como la censura de las cadenas NTN24, RCN Televisión, Caracol Televisión y CNN en Español, así como la clausura de RCTV. A comienzos de 2019 se recuerda también lo sucedido con el periodista de Univisión, Jorge Ramos, a quien se le impidió realizar su trabajo, se le retuvieron sus equipos y junto a sus compañeros, también fue retenido y más adelante, expulsado de Venezuela. Igualmente, en la última jornada de protestas que vivió Venezuela, medios de comunicación como BBC y CNN, así como la cadena de radio RCR también fueron censurados.
#RSFIndex El autoritarismo de Nicolás Maduro, que parece no tener límites, hace que #Venezuela se acerque un poco más a la zona negra del mapa mundial de la libertad de prensa en la 148º posición. pic.twitter.com/2QH7RKeyFC
— RSF en español (@RSF_esp) 19 de abril de 2019
“La situación también es muy preocupante en Venezuela (148º), que baja cinco puestos y se acerca peligrosamente a la zona negra de la Clasificación. El autoritarismo de Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, parece no tener límites. En 2018 se intensificó la represión contra la prensa independiente, RSF registró un número récord de detenciones arbitrarias y de actos violentos perpetrados por las fuerzas del orden y los servicios de inteligencia venezolanos”, advirtió la organización, que agregó:
“En paralelo, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel) privó de frecuencia de difusión a emisoras de radio y canales de televisión que consideró demasiado críticos con el gobierno, y las autoridades detuvieron, interrogaron y expulsaron de su territorio a periodistas extranjeros. El deterioro de la situación ha empujado a numerosos periodistas a abandonar el país para preservar su integridad física, pues han recibido amenazas”.
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Brasil y el peligro de la desinformación
Según Reporteros Sin Fronteras, Brasil se acerca a la zona roja, pues para esta clasificación cayó tres posiciones y ahora se sitúa en el puesto 105. El 2018 fue un año muy turbulento en este país, pues cuatro periodistas fueron asesinados y aumentó, aún más, la vulnerabilidad de los reporteros independientes –sobre todo en ciudades pequeñas y medianas– que cubren temas como corrupción, políticas públicas y crimen organizado.
Ahora bien, la campaña de las elecciones presidenciales estuvo marcada por la desinformación, los discursos de odio, los actos violentos contra periodistas y el desprecio a los derechos humanos. La elección de Jair Bolsonaro como presidente, en octubre de 2018, augura un periodo oscuro para la democracia y la libertad de prensa en Brasil.
#Brasil pierde 3 lugares en el #RSFindex. La elección de Jair Bolsonaro, marcada por la desinformación, los discursos de odio, la violencia y el menosprecio de los derechos humanos, augura un periodo oscuro para la democracia y la libertad de prensa. pic.twitter.com/1DiyubcjHw
— RSF en español (@RSF_esp) 20 de abril de 2019
“En un país en el que dos tercios de la población se informa a través de las redes sociales y WhatsApp, esta aplicación representó una función clave en la campaña electoral: fue la principal fuente de información para la mayoría (61%) de los votantes de Bolsonaro, que desconfiaban de la prensa nacional. WhatsApp remplazó a las fuentes de información tradicionales, a través de este medio se difundió información falsa destinada a desprestigiar el trabajo de los periodistas críticos con Bolsonaro, así como campañas de descrédito y teorías de conspiración, que fueron ampliamente difundidas y compartidas. En medio de esta tensa situación, los periodistas brasileños se convirtieron en blanco del odio de algunos grupos de la población, como los partidarios de Bolsonaro, sobre todo en las redes sociales”, complementa el informe.
Lo que demuestra el informe de Reporteros Sin Fronteras, es que los ataques a la libertad de prensa es una tendencia que existe en toda Latinoamérica y que esta no distingue países, tipos y formas de gobierno.
LatinAmerican Post | Samuel Augusto Gallego Suárez
Copy edited by Juliana Suárez