Activistas guatemaltecos protestan contra el pacto de asilo de migrantes con Estados Unidos
Con la bandera nacional azul y blanca, los manifestantes marcharon frente al palacio presidencial en la ciudad de Guatemala. Pidieron la renuncia de Morales por haber cedido a las demandas de Estados Unidos para hacer de Guatemala un "tercer país seguro" para los migrantes
Manifestantes piden la renuncia del presidente guatemalteco, Jimmy Morales, afuera de la Casa presidencial en Ciudad de Guatemala, el sábado 27 de julio de 2019 / AP Photo/ Oliver de Ros
AP | Sonny Figueroa
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Cientos de guatemaltecos se reunieron el sábado para protestar por un acuerdo que el Gobierno del presidente Jimmy Morales firmó con Washington para exigir a los migrantes que pasan por el país centroamericano que busquen asilo desde ahí, en lugar de ir a Estados Unidos.
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Con la bandera nacional azul y blanca, los manifestantes marcharon frente al palacio presidencial en la ciudad de Guatemala. Pidieron la renuncia de Morales por haber cedido a las demandas de Estados Unidos para hacer de Guatemala un "tercer país seguro" para los migrantes, incluidos los que se dirigían al norte desde El Salvador y Honduras.
Los manifestantes también sostenían carteles que pedían que Guatemala mantuviera su soberanía y expresaban su apoyo a una comisión anticorrupción respaldada por las Naciones Unidas que Morales expulsó del país. El período de cuatro años de Morales termina en enero, y está programada una segunda vuelta electoral en agosto para determinar su sucesor.
La activista de derechos humanos, Brenda Hernández, una de las organizadoras de la marcha de protesta, dijo que esta nación pobre apenas puede cuidar a su propia gente, y mucho menos albergar a los migrantes vulnerables.
"Guatemala no tiene la capacidad de ser un país seguro para los migrantes que no son deseados en los Estados Unidos", dijo.
Las mismas condiciones que llevan a los salvadoreños y hondureños a huir de su país (violencia de pandillas, pobreza, desempleo y una sequía prolongada que ha afectado severamente los rendimientos de los cultivos) también están presentes en Guatemala.
El abogado estatal de derechos humanos de Guatemala, Jordán Rodas, también criticó el acuerdo con los Estados Unidos, diciendo que viola la Convención de Viena, porque Guatemala firmó bajo coacción.
A medida que las conversaciones hacia un acuerdo de inmigración perdían fuerza, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con gravar las remesas enviadas a casa por los guatemaltecos que trabajan en los Estados Unidos, imponer aranceles de importación a los productos guatemaltecos y restringir los viajes de guatemaltecos a los Estados Unidos.
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Rodas describió el acuerdo como "inmoral e ilegal".
El máximo tribunal de Guatemala ha dicho que el acuerdo debe ser aprobado por el Congreso del país para que sea ejecutable.
Stephen McFarland, ex embajador de Estados Unidos en Guatemala, reprendió a la administración Trump por intimidar a Guatemala en el acuerdo.
"Es posible que el Congreso fracasado de Guatemala apruebe el acuerdo, dado el apoyo del Gobierno y del sector privado, a pesar de la opinión pública abrumadoramente negativa", escribió McFarland en Twitter.
Pero agregó que "es poco probable que sea sostenible" bajo la próxima administración guatemalteca.
Los guatemaltecos representaron el 34% de las detenciones de la Patrulla Fronteriza en la frontera entre Estados Unidos y México de octubre a junio, más que cualquier otra nacionalidad. Los hondureños ocuparon el segundo lugar con 30%, seguidos por los mexicanos con 18% y los salvadoreños con 10%.
Como parte del acuerdo de asilo, Estados Unidos ha prometido aumentar el acceso al programa de visas H-2A para trabajadores agrícolas temporales de Guatemala.
