¿Cómo está afectando el coronavirus a la estructura de las cadenas de suministro?
El coronavirus implicó nuevos retos para las cadenas de suministro.
El coronavirus implicó un nuevo orden en la cadena de suministros a nivel mundial. / Foto: Pexels
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
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La pandemia del COVID-19 implicó cambios a nivel estructural. No solamente hablamos de la forma en la que viven las personas, sino también en la manera en la que operan distintos negocios. Por ejemplo, recientemente la web Expansión México destaca que la cadena de suministros “tendrá que ser automatizada”, debido a los riesgos de contagio.
Por supuesto, muchas empresas debieron adaptarse a nuevas circunstancias que no habían sido previstas. En este sentido, el medio especializado de Transporte Mundial destacó que la logística “es un eslabón fundamental en época de coronavirus”. Por ejemplo, el Director de Finanzas, Tecnología y Logística de la compañía argentina de La Anónima, mencionó que de un momento a otro “hubo problemas de transporte y a los proveedores les costó bastante conseguir camiones”.
Ante este panorama, surgen distintas visiones, no solamente para la actualidad, sino de cara al futuro cercano. ¿Cómo se manejará la logística de transportes de una cadena productiva? Intentamos responder esta pregunta teniendo en cuenta las variables claras que el coronavirus nos está demostrando en este momento tan delicado.
Las cadenas de suministro y sus cambios por la pandemia
Las cadenas de suministro están en crisis, debido a que tienen que reinventarse. La página web del Tecnológico de Monterrey destaca que la parada productiva de China y después de Italia implicó “un efecto dominó en las líneas de suministro”, lo cual tuvo como consecuencias algunos retrasos en las entregas y roturas de stock en otros lugares del planeta, como México.
El medio The Conversation también habla de la necesidad de que las cadenas de suministro globales puedan reinventarse. Para eso, sustentan el análisis mencionando la teoría del cisne negro, desarrollada por el filósofo e investigador Nassim Taleb, que explica que suelen aparecer fenómenos sorpresivos que jamás se habían previsto, algo que viene a contramano de la economía, que tiende a tomar decisiones basadas en el pasado y el futuro.
Es decir, para mejorar la competitividad, las cadenas de suministro se volvieron cada vez más sofisticadas, de forma tal que puedan atender las necesidades de las empresas. No obstante, también se volvieron mucho más vulnerables, ya que tienen un margen menor para interiorizar retrasos en entregas o aumentos en los costes, como mencionábamos anteriormente.
Por lo tanto, está claro que están comenzando a evidenciarse cambios a nivel estructural que afectarían la forma en la que conocemos la logística. La página web de ComunicarSe destaca que la presencia del coronavirus causó una pérdida estimada en 50.000 millones de dólares a la economía mundial, poniendo en alerta a grandes multinacionales, como Apple, Samsung, Huawei, Coca-Cola o Nike.
De cara al futuro, hay algunas evidencias de lo que podría suceder. El medio de Diario Ti destaca que el profesor de estrategias en cadena de suministro de la Universidad de Cranfield en Reino Unido, Richard Wilding, organizó junto a la empresa DHL un estudio para mostrar los cambios de flujo logístico luego de la pandemia. Allí llegaron a la conclusión de que se romperán los procesos establecidos, apelando a la digitalización y automatización.
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El trabajo a distancia necesitará de sistemas de información complejos, que puedan apoyar la fuerza de trabajo que se encontrará en puntos específicos. Al mismo tiempo, los procesos de almacén podrían ser apoyados gracias a la tecnología robótica, con sistemas unidireccionales o áreas con distancia social para preparar el empaque.
Otro punto de vista similar es el que otorga el medio especializado Cronista, que menciona a un webinar del Foro Logístico de Buenos Aires, donde se habla de la importancia de la descentralización logística. Es decir, actualmente se generan importantes volúmenes de carga en los grandes centros de distribución, con largos viajes de vehículos. Hoy eso se repiensa, de forma tal que puedan armarse redes locales con producciones en zonas más cortas.
Ante esta situación, está claro que el coronavirus implicará muchos cambios profundos dentro de las estructuras comerciales. Si el mundo apela a la comercialización de productos en trayectos cortos y a la automatización de tareas, deberemos estar pendientes para ver cómo evolucionan algunos negocios que dependen de las largas distancias y de un número de trabajadores muy alto.