Los 4 Parques Nacionales argentinos que son Patrimonio de la Humanidad
La República Argentina posee 49 áreas protegidas nacionales, y cuatro de ellas, cuya disimilitud pone de manifiesto la diversidad ambiental del país, han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Te contamos son los parques nacionales en Argentina que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. / Foto: Luca Galuzzi
LatinAmerican Post | Jorge Guasp
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Significado de la declaración de Patrimonio Mundial de la UNESCO
La Convención de 1972 para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, estableció que ciertos lugares de la Tierra con un valor universal excepcional pertenecen al patrimonio común de la humanidad. La UNESCO sostiene que “la Convención es única, porque liga el concepto de conservación de la naturaleza con la preservación de los sitios culturales. Gracias a la inestimable ayuda de las comunidades locales, la Convención es una herramienta eficaz que permite afrontar los desafíos contemporáneos relacionados con el cambio climático, la urbanización descontrolada, el turismo de masas, el desarrollo socioeconómico sostenible y las catástrofes naturales”.
Sitios de Patrimonio Mundial en la Administración de Parques Nacionales de Argentina
En el caso de la Argentina, cuatro de sus Parques Nacionales están incluidos en la Lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO, que así los define:
1. Parque Nacional Los Glaciares (1981)
El Parque Nacional Los Glaciares es un sitio de excepcional belleza natural con impresionantes cimas recortadas y numerosos lagos glaciares, como el Lago Argentino, que tiene 160 kilómetros de longitud. En el extremo de éste convergen tres glaciares que precipitan enormes icebergs en sus aguas heladas de color gris lechoso, en medio de un estrépito atronador.
2. Parque Nacional Iguazú (1984)
En el corazón de este parque se halla la catarata del Iguazú. Formada por un farallón basáltico semicircular de 80 metros de altura y 2.700 metros de anchura, la catarata forma la frontera entre Argentina y Brasil y es una de las más espectaculares del mundo, dividida en múltiples cascadas de las que emanan enormes brumas. La selva húmeda subtropical circundante alberga más de 2.000 especies de plantas vasculares y la fauna característica de la región: tapires, osos hormigueros gigantes, monos aulladores, ocelotes, jaguares y caimanes.
3. Parque Natural Ischigualasto y Parque Nacional Talampaya (2000)
Estos dos parques contiguos se extienden por una superficie de más de 275.300 hectáreas, en la región desértica que limita al oeste con las Sierras Pampeanas del centro de Argentina. Las seis formaciones geológicas de los parques albergan el conjunto continental de fósiles más completo del mundo correspondiente al Triásico, el periodo geológico que se inició unos 245 millones de años antes de nuestra era y finalizó unos 37 millones de años después. Los fósiles comprenden una amplia gama de antepasados de mamíferos, así como vestigios de dinosaurios y plantas, que ilustran la evolución de los vertebrados y las características de los paleoambientes del período Triásico.
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4. Parque Nacional Los Alerces (2017)
El Parque Nacional Los Alerces está localizado en los Andes de la Patagonia norte y su límite oeste coincide con la frontera con Chile. Las sucesivas glaciaciones moldearon el pasaje de la región, creando rasgos particulares tales como las morrenas, circos glaciares y lagos de agua cristalina. La vegetación dominante son los densos bosques templados, que ceden su lugar a los prados de altura debajo de los rocosos picos andinos. Un rasgo altamente distintivo y emblemático es el bosque de alerce; este árbol amenazado es la segunda especie arbórea más longeva en el mundo (más de 3600 años). El bosque de Alerce de este parque tiene un excelente estado de conservación. El área natural es vital para la protección de algunas de las últimas porciones de bosque patagónico en estado casi prístino, y es el hábitat de un número de especies endémicas y amenazadas de flora y fauna.
Ventajas de la declaración de Patrimonio de la Humanidad
En el documento Elaboración de Propuestas de Inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial (2011), la UNESCO consigna que la inscripción en esa Lista presenta, entre otras, las siguientes ventajas:
- Da al Estado Parte y a la comunidad local la posibilidad de celebrar el bien como uno de los sitios naturales y culturales más importantes del mundo.
- Suele convertir el bien en un emblema para la red nacional de áreas y sitios protegidos, propiciando así un mayor reconocimiento y una mejor protección del patrimonio en la vida de la comunidad.
- El interés de la comunidad internacional por el Patrimonio Mundial suele estimular la cooperación internacional y los esfuerzos conjuntos en favor de la protección del bien.
- Brinda la posibilidad de movilizar fondos y apoyo, en particular de donantes y del Fondo del Patrimonio Mundial.
- Permite difundir técnicas y prácticas de protección, conservación y gestión que pueden aplicarse a bienes del patrimonio nacional y local.
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Declaración de Patrimonio de la Humanidad: un compromiso con el mundo
La declaración de Patrimonio de la Humanidad entraña una paradoja: contribuye a la valoración y protección del sitio, pero promueve también el turismo, que puede atentar contra su conservación y propiciar consecuencias negativas adicionales, como el desarrollo de infraestructura y los incendios, entre otras. Por lo tanto, resulta clave el equilibrio entre los beneficios de la declaración y el manejo adecuado de la visita turística, a fin de garantizar la preservación de estos bienes de valor universal.