Desde gobernantes sin estudios hasta algunos con maestrías, esto es lo que estudiaron los mandatarios latinoamericanos.
Te contamos qué estudiaron los presidentes actuales de los países latinoamericanos. Foto: Reuters, IG-leninmorenog, IG-lopezobrador
LatinAmerican Post | Luis Hernández Liborio
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Latinoamérica se puede dividir entre gobiernos de izquierda y de derecha, entre economías pujantes y estancadas, entre democracias y dictaduras, pero también a través de sus gobernantes y sus profesiones.
Los presidentes con la menor escolaridad
En teoría la escolaridad del gobernante no debería definir el éxito o fracaso de un gobierno, en la práctica las cosas parecen ser distintas. Brasil, Nicaragua y Venezuela tienen presidentes sin una formación académica de nivel superior, y aunque los tres países tienen contextos distintos sí coinciden en las críticas hacia la forma de gobernar de sus mandatarios. Jair Bolsonaro es un militar retirado, cursó su formación en la Academia Militar das Agulhas Negras, ahí se preparó como paracaidista y también en educación física, además de ser buzo, de acuerdo con noticias UOL.
Daniel Ortega abandonó sus estudios de derecho en la Universidad Centroamericana de Managua para unirse al Frente Sandinista de Liberación Nacional, posición desde la que derrocó a la dictadura de Somoza. Finalmente, Nicolás Maduro no tiene formación profesional. Desde joven se intregró a los movimientos de izquierda de su país sin ingresar a la universidad. Los tres han sido criticados por sus ataques a la oposición, el mal desempeño económico de sus países, la filiación política de extrema derecha en el caso de Bolsonaro y de extrema izquierda en el caso de Ortega y Maduro. También, en el caso de estos últimos, existen acusaciones de fraude y una estancia larga en el poder.
Los abogados
Cuatro presidentes ostentan el título de abogados: Alberto Fernández de Argentina, Iván Duque de Colombia, Juan Orlando Hernández de Honduras y Luis Lacalle de Uruguay. El presidente argentino es el único de izquierda, se ha caracterizado por acciones como la reforma judicial y sobre todo en derechos humanos, ha creado un ministerio de Estado sobre diversidad y género, además de la polémica legalización del aborto.
Sus contrapartes de Colombia, Honduras y Uruguay se encuentran en la esfera de la derecha. Duque es el más preparado de los cuatro, es abogado por la Universidad Sergio Arboleda, además de tener dos maestrías: en Gerencia de Políticas Públicas y en Derecho Internacional Económico, ambas realizadas en Estados Unidos, según información de la Universidad de La Sabana.
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Economistas y empresarios
El ecuatoriano Lenín Moreno es administrador, su profesión se observa en la política económica y administrativa de su gobierno. Aunque políticamente proviene del seno de la izquierda, con el tiempo (y ya como presidente) se ha acercado notablemente hacia la derecha, incluyendo políticas neoliberales como la privatización de empresas, reducción del gasto público y una nueva relación con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial de quienes ha obtenido préstamos.
En Bolivia Luis Arce Catacora vivió una situación similar a Moreno, sirvió en un gobierno anterior (el de Evo Morales) y se convirtió en sucesor. La diferencia es que Arce no se ha distanciado de Morales. Arce es economista con una maestría en la Universidad de Warwick en el Reino Unido. No ha transformado radicalmente la política económica de Morales debido a que él mismo fue responsable de la misma con buenos resultados.
Luis Abinader de República Dominicana es un economista y empresario multimillonario. Su acercamiento con el sector privado es evidente, pero también se caracteriza por su política social que integra subsidios y préstamos con tasas bajas para reactivar la economía, de acuerdo con la revista Expansión, por lo que es más bien un político de centro. Por su parte Nayib Bukele de El Salvador ha transformado la política de su país, en parte gracias al impulso que le ha dado ser un gobernante joven. No concluyó su carrera en Estudios en Ciencias Jurídicas, sin embargo, su política pragmática en temas de seguridad y corrupción dejan ver sus habilidades mostradas como presidente de diversas empresas. La lista de empresarios la complementan Mario Abdo Benítez de Paraguay que es mercadólogo y Laurentino Cortizo de Panamá que es administrador.
Tres ingenieros y un médico
La tendencia en los gobernantes latinoamericanos es hacia las ciencias sociales, económicas y administrativas. Sin embargo, estos cuatro presidentes rompen el esquema. En Chile, Piñera tiene una sólida formación académica, es ingeniero comercial con una maestría en Economía en Harvard, es uno de los empresarios más ricos de Chile. Debido a esto ha sido acusado de conflictos de interés y del aumento de su fortuna durante sus gobiernos. También Miguel Díaz-Canel de Cuba es ingeniero electrónico, Francisco Sagasti de Perú es ingeniero industrial y Alejandro Giammattei de Guatemala es médico cirujano. Este último ha creado, de acuerdo con el Diario de América un seguro médico para 2.6 millones de niños, producto de su formación como médico y debido también a que padeció polio en su niñez.
Los políticos "profesionales"
Finalmente tres países latinoamericanos cuentan con un presidente formado exclusivamente en ciencias políticas. En Costa Rica Carlos Alvarado Quesada es considerado de centro izquierda y es en cierta manera una figura similar a la de Bukele en El Salvador, un joven que ha tomado las riendas de su país y que trata de transformar la política.
Claude Joseph, premier de Haití, es doctor en Políticas Públicas formado en Estados Unidos y tiene menos de un mes en el cargo. Por su parte, López Obrador estudió Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Su filiación de izquierda, sus decisiones en materia económica (como la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México) y su política asistencialista lo han vuelto objeto de críticas. Su formación académica se ve reflejada en sus libros publicados que defienden sus políticas económicas y sociales, además de criticar al neoliberalismo y la corrupción en México.