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Squid Game: El exitoso thriller surcoreano de Netflix

La serie de supervivencia Squid Game mantiene el suspenso de principio a fin.

Fotograma de la serie 'El Juego del Calamar'

Las reglas del juego son simples y claras, sin embargo saldrán a relucir las mejores y peores conductas de los participantes. Foto: YT-Netflix

LatinAmerican Post | Luis Hernández Liborio

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Netflix estrenó en septiembre la serie surcoreana Squid Game, con un éxito internacional inmediato, aún compitiendo contra otros estrenos del mes como "La Casa de papel", Sex Education o la temporada final de Lucifer. Squid Game nos lleva a un sofisticado y mortal juego de seis rondas en el que casi 500 personas luchan por obtener un enorme premio monetario, lo que estos jugadores tienen en común es su situación económica desesperada. Las reglas del juego son simples y claras, sin embargo saldrán a relucir las mejores y peores conductas de los participantes, quienes demostrarán lo que están dispuestos a hacer por sobrevivir y ganarlo.

Squid Game

Esta serie se ha convertido en un fenómeno global en poco tiempo, pese a que su trama no es para nada novedosa, se pueden citar numerosos ejemplos que posiblemente hayan servido de inspiración: Saw (James Wan), The Game (David Fincher), Cube (Vincenzo Natali), Circle (Mario Miscione, Aaron Hann), El Hoyo (Galder Gaztelu-Urrutia) e incluso Hostel (Eli Roth), entre muchos otros. El gusto del público por títulos de este género han permitido que haya una conexión rápida con Squid Game, lo que podría explicar parte de su éxito, sobre todo por la originalidad de los juegos de la competencia que son juegos infantiles de Corea del Sur. Así, Squid Game logra en sus 9 episodios mantener al espectador al filo del asiento, no sólo por lo sangriento que pueden resultar los juegos, sino también por las decisiones de los participantes, la sofisticación y el misterio que rodean a la competencia.

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Aunque son casi 500 participantes, la serie se centra en Seong Gi-hun como protagonista: un hombre divorciado, lleno de deudas y con un problema con las apuestas. También destacan otros participantes con los que Seong crea fuertes lazos de amistad, lo que lo lleva a serios dilemas cuando debe enfrentarse a ellos. La sofisticación del juego ha llamado la atención del público y la crítica, en especial el uso de máscaras entre los organizadores con una jerarquización, disciplina y reglas que dejan en claro que nos encontramos en un país asiático. En términos de producción, son espectaculares los escenarios en los que se desarrolla la serie: la isla, los cuartos de juego y la indumentaria de los "trabajadores" del juego (que lleva inevitablemente a la comparación con los de "La Casa de papel"). 

La música juega un papel importante, dentro del juego vemos diferentes leitmotive que recuerdan al uso de la música clásica en las cintas de Stanley Kubrick, en Squid Game destaca el uso de los valses "El Danubio Azul" de Johann Strauss y el de la "Suite op. 48" de Tchaikovsky, que le dan un sello característico a los eventos de la competencia. A lo largo de los episodios hay una severa crítica a la sociedad surcoreana, pero que bien se puede aplicar a la sociedad capitalista global. Estas críticas son hacia la acumulación y concentración de la riqueza, la accesibilidad del sistema de salud pública, el consumismo y otras prácticas que llevan al endeudamiento, incluso reflexiones sobre el poder de la clase alta y su capacidad de manipulación sobre quienes no poseen el dinero, pues como podemos ver en algún momento, para los ricos el juego es simplemente una forma más de entretenimiento, mientras que para los participantes puede costar la vida. Así, Seong intentará mantener sus valores a lo largo del juego tratando de ganar sin pasar por encima de nadie, al menos intencionalmente.

La tendencia

La industria musical de Corea del Sur se ha mantenido fuerte gracias al K-Pop como uno de sus mayores productos de exportación, al igual que el de los Doramas (Dramas) desde hace varias décadas. Sin embargo, la producción audiovisual de Corea del Sur se ha ampliado a través de series y películas, basta mencionar los ejemplos de "Tren a Busan" (Yeon Sang-ho) o "Parásitos" (Bong Joon-ho), esta última ganadora del Oscar a Mejor película, por lo que el éxito de Squid Game no es sopresivo, ni gratuito. La cultura surcoreana ha logrado llegar a todo el mundo gracias a su industria audiovisual y musical, en consonancia con otras industrias de la región como la de Filipinas, Taiwan, Japón e Indonesia. 

Por el cierre de Squid Game, con un claro cliffhanger, y el éxito en Netflix, es previsible que veamos una segunda temporada, donde podríamos conocer más de los alcances de los organizadores del juego, así como otras posibles ediciones del evento. También sabremos si hay forma de detener a la elaborada maquinaria que implica el juego y la evolución del personaje de Seong. Al parecer las producciones que tienen como eje central la supervivencia, ambientes controlados tipo escape room y algo de gore seguirán marcando la tendencia en el futuro, al igual que ocurrió con el estreno de la cinta española "El Hoyo" que, dentro de la plataforma, preparó el camino a series como la que ahora marca tendencia en Netflix. 

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