Guerra en Ucrania: la latente amenaza de las centrales nucleares al medioambiente
El conflicto bélico entre rusos y ucranianos podría derivar en una emergencia con las centrales nucleares sin precedente alguno en el planeta. La mejor solución es el fin de la guerra.
Foto: Unsplash
LatinAmerican Post | Christopher Ramírez
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Read in english: War in Ukraine: Nuclear Power Is a Threat Again
La invasión rusa en Ucrania no deja de preocupar a cientos de miles de personas, no solo en el país europeo sino en todo el mundo. Lo que se ha tomado como una clara amenaza a la soberanía de un país por parte de otro, supera en muchos sentidos el ámbito político y social, para convertirse en una situación que coloca una línea muy delgada entre la vida y la muerte a millones de personas.
Ya sea por las muertes directas que deja la guerra (hasta el 8 de marzo la ONU había reportado 474 pérdidas de civiles en Ucrania), lo cierto es que existe también una amenaza de índole medioambiental que, en caso de presentarse, podría no solo acabar inmediatamente con la vida de miles de personas en gran parte de Europa, sino que sería la ‘crónica de una muerte anunciada’ para otra más que podrían sufrir una larga y dolorosa agonía antes de perder la vida.
Desde inicios de marzo, el mundo está en vilo por lo que puede suceder en Zaporiyia, considerada como la central nuclear más grande de Europa. De acuerdo con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rusia habría tomado el control de esta planta el pasado 4 de marzo, lo que ha acrecentado la alarma de una posible catástrofe nuclear que incluso afectaría al mismo territorio ruso.
Frente a este tema, también se manifestó Greenpeace, por medio de un informe en el que explicó la emergencia mundial que se podría desatar en caso de que se presenten anomalías extremas en alguno (o todos) de los reactores nucleares de Zaporiyia.
De acuerdo con esta ONG ambientalista, la situación en esta central nuclear se puede considerar como una “amenaza nuclear sin precedentes”. Cabe recordar que esta planta cuenta con seis de los 15 reactores nucleares de Ucrania que funcionan con una capacidad de casi 6.000 megavatios, lo que, según autoridades internacionales de energía nuclear, podría abastecer de electricidad a unos cuatro millones de hogares.
Así, en cifras porcentuales, Zaporiyia tiene la capacidad de producir casi una quinta parte de la electricidad total en Ucrania (19 %), así como la mitad de la energía nuclear de ese país.
“Por primera vez en la historia se está librando una guerra importante en un país con múltiples reactores nucleares y miles de toneladas de combustible gastado altamente radiactivo. La guerra en el sur de Ucrania, alrededor de Zaporiyia, pone a todos los reactores en mayor riesgo de sufrir un accidente grave”, indicó Jan Vande Putte, un experto encargado de codirigir junto con Greenpeace un análisis de riesgos frente a lo que puede significar una explosión, ya sea accidental o directa, al interior de esta central nuclear.
Ahora bien, un ataque, provocado o derivado de un accidente, no es la única amenaza latente para la seguridad de Zaporiyia y del pueblo ucraniano. Es importante tener en cuenta que este tipo de edificios nucleares requieren una gran cantidad de energía eléctrica para funcionar correctamente, especialmente el área de refrigeración que en el caso de esta central nuclear guarda más de 850 toneladas de combustible nuclear gastado de alto nivel.
En caso de no tener un enfriamiento correcto, o peor aún de que no hay ni siquiera un sistema de refrigeración activo, estos residuos pueden sobrecalentarse generando una explosión que terminaría afectando a territorios aún ubicados a cientos de kilómetros y dejándolos inhabitables, según Greenpeace, “al menos muchas décadas”.
Por otra parte, también hay riesgo de una catástrofe nuclear en caso de que Zaporiyia vea una disminución en su equipo de técnicos especializado en el mantenimiento y control de los reactores. Afortunadamente, el OIEA ha informado que el personal de esta central sigue operando en la misma lo que reduce notablemente una amenaza de crisis en esta zona del sur de Ucrania. No obstante, el hecho de que la planta esté bajo el control de militares rusos aleja un poco esa tranquilidad.
“Para poder explotar la central de forma segura, la dirección y el personal deben poder desempeñar sus funciones vitales en condiciones estables, sin interferencias ni presiones externas indebidas", añadió el director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi.
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¿Una situación demasiado alarmista?
Ahora bien, lo que muchas organizaciones y expertos medioambientales consideran como una clara amenaza al ecosistema y a la misma vida humana de gran parte de Europa Oriental, para otros puede ser tildada como una falsa emergencia, que pasa de lo noticioso a lo alarmista.
La Unión Europea (UE), aunque no ha desvirtuado de forma tácita el peligro de la situación nuclear en Ucrania, había realizado recientemente una decisión frente a las energías verdes y las centrales nucleares.En febrero de este año, la Comisión Europea decidió dar la etiqueta de energías renovables a la nuclear y al gas, lo que causó toda una polémica en el Viejo Continente, teniendo en cuenta que “la taxonomía verde” (una lista de energías renovables o ‘verdes’ en Europa), tiene como objetivo que los inversores puedan apoyar empresas, iniciativas o proyectos que garanticen la mínima emisión de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Sin embargo, hay muchas ONGs que se han manifestado como contrarias a este fallo, considerando, en el caso de la energía nuclear, que aunque sí muestra reducciones de CO2 en sus emisiones, los elementos que utiliza son altamente radiactivos y puede causar una alarma como la que se vive hoy con Zaporiyia o una catastrofe como la de Chernobil. Por otro lado, creen que considerar el gas como energía verde es totalmente “irrisible”, teniendo en cuenta que se trata de un combustible fósil.
Esta situación ha llevado a muchos a pensar: ¿Podrá esta decisión de la UE impactar en los esfuerzos que se puedan hacer para evitar la crisis nuclear en Ucrania?