El plan de la ONU para proteger a las regiones más vulnerables de los eventos climáticos extremos
La iniciativa de la ONU y la OMM busca dotar a un tercio de la población mundial con sistemas de alerta y acción frente a los desastres naturales producto de la crisis climática.
Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | Brandon Martínez Salazar
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Sin duda alguna, los eventos meteorológicos extremos son uno de los problemas más frecuentes a los que se ha tenido que enfrentar la humanidad en la historia reciente. La causa de esta situación es el cambio climático, que cada año provoca diferentes desastres en casi todo el planeta y, que su vez, pone en riesgo la vida de miles de personas. No obstante, un nuevo proyecto liderado por la Organización Meteorológica Mundial buscar crear un sistema de alerta temprana que permita proteger a toda la población mundial de los fenómenos climáticos y que a largo plazo también logre ayudar a la adaptación de todos los habitantes en las contingencias ambientales.
¿De qué se trata este sistema alerta?
Se trata de un plan de acción que pretende llevarse a cabo en un período de cinco años. Dicho plan será presentado en la conferencia sobre el clima de la ONU, que se realizará en el mes de noviembre en Egipto. A través de esta iniciativa que se hizo en relación con el Día Meteorológico Mundial se busca reducir el riesgo a desastres naturales en mayor medida, teniendo en cuenta la alerta y la acción preventiva.
Debido a la crisis ambiental las personas están expuestas a circunstancias cada vez más complejas, ya que los fenómenos del clima y el agua se han vuelto frecuentes e intensos en los últimos tiempos. Todo esto a raíz del crecimiento de la población, el desarrollo urbanístico y la afectación del medio ambiente por la explotación de recursos.
Por lo tanto, estos sistemas tienen como función hacer monitoreo en tiempo real de las condiciones atmosféricas, compuesto por una serie de herramientas y recursos integrados para informar a los ciudadanos sobre las posibles olas de calor, inundaciones o sequías que se van a producir en un lugar determinado.
De esto modo, esta iniciativa cree en la necesidad de llevar a los países subdesarrollados los sistemas de alerta con los que ya cuentan las naciones más avanzadas económicamente. Así se logrará predecir las posibilidades de eventos climáticos fuertes, salvar vidas y desarrollar los medios de subsistencia en las poblaciones más vulnerables.
Preocupaciones y necesidades
En regiones como África el nivel de vulnerabilidad frente al impacto de los eventos climáticos extremos llega al 60% de sus habitantes. Cifra que hace parte del tercio de la población mundial que se encuentra desprotegida y no tiene acceso a sistemas de alerta sobre los acontecimientos que se avecinan ni planes de contingencia.
Para el secretario general de la ONU, estas circunstancias son inaceptables pues el mundo de hoy requiere que se ejecuten planes de acción en todos los lugares del planeta.
“Reconozcamos el valor de las alertas y medidas tempranas como herramientas fundamentales para reducir el riesgo de desastres y apoyar la adaptación al cambio climático. Los sistemas de alerta temprana salvan vidas. Asegurémonos de que funcionen para todos”, explicó Antonio Gutiérrez.
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De la misma forma, para Pretteri Taalas, secretario general de OMM, se debe invertir hoy para ahorrar en el futuro. En su opinión es esencial invertir 1500 millones de dólares para la mejora de infraestructura y calidad de servicios en los países subdesarrollados.
Ahora bien, el aporte de Taalas es bastante acertado si se compara con los datos de la Comisión Global de Adaptación que explica cómo la implementación de las herramientas de monitoreo del clima podría regresar la inversión más de diez veces con tan sólo día de advertencia sobre un fenómeno meteorológico.
Impacto en América Latina
Latinoamérica es una de las regiones del planeta que necesita ayuda para el monitoreo en tiempo real sobre los efectos extremos del clima. Las altas temperaturas en Centroamérica y el Caribe, las sequías en México, los incendios en el Amazonas, los ciclones tropicales en el Atlántico y el aumento del nivel del mar, son escenarios que preocupan a la comunidad ambiental en el continente.
Consecuencias de estos fenómenos en la alimentación se han dado en países como Guatemala que ha tenido una pérdida del 80% de la cosecha de maíz o en México que también tuvo afectaciones en el mismo sector junto al sorgo y el girasol debido a las fuertes sequías.
Ahora bien, en Colombia en lo que va del 2022 se han reportado 498 desastres a causa de las constantes lluvias en 249 municipios que ha cobrado la vida de 55 personas. No sólo la naturaleza es la responsable de estos sucesos sino también la deforestación ambiental que deriva en inundaciones y deslizamientos de tierra.
Por eso es fundamental que Latinoamérica sea clave en la implementación de los sistemas de alerta puesto que las condiciones de desigualdad y pobreza que vive la región agudizan más la problemática.