Rebelión Científica ¿Por qué están protestando los académicos?
Del 04 al 09 de abril, miles de científicos de más de 27 países se han unido en protesta, bajo el liderazgo del movimiento “Rebelión Científica”. Se trata de un llamado a los Estados y empresas para que no sigan ignorando el cambio climático.
Foto: TW-ScientistRebel1
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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El movimiento internacional Rebelión Científica (Scientist Rebellion) ha hecho un llamado a las comunidades de académicos del mundo a unirse a una serie de protestas y movilizaciones de desobediencia civil no-violenta, para exigir a los gobiernos que tomen acciones urgentes contra la crisis climática y medioambiental.
La semana fue estratégicamente elegida para coincidir con la entrega del informe del IPCC de las Naciones Unidas sobre la mitigación del cambio climático. Al respecto, los científicos están actuando bajo el lema: “1.5° es la muerte, revolución climática ya!"
De esta forma, más científicos de todo el mundo han manifestado su apoyo a través de las redes sociales y han organizado actos de protesta, en el marco de la no-violencia, para llamar la atención sobre cómo se han ignorado sistemáticamente los estudios que advierten sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar y prevenir consecuencias que resultarían devastadoras.
Uno de los actos más notorios fue el que realizaron los científicos en España, al derramar falsa sangre sobre el Congreso Nacional. Por otra parte, en Los Ángeles varios científicos fueron arrestados por protestar contra el banco Chase por su financiación a combustibles fósiles. En los Países Bajos, un grupo de científicos bloquearon la entrada al Ministerio de Asuntos Económicos y Política Climática en La Haya para exigir acciones de emergencia.
¿Qué piden los científicos en Latinoamérica?
Uno de los temas más problemáticos de la crisis medioambiental es la profundización de la desigualdad por la manera en cómo está y va a afectar a las distintas regiones del mundo. Las investigaciones coinciden en que los países del sur global serán los más perjudicados, mientras que los del norte producen la mayoría de la contaminación. Además, grupos como los indígenas y las mujeres son más vulnerables. Por lo tanto, se habla de justicia climática.
En este sentido, los científicos del sur del continente americano se han manifestado a favor de está justicia climática y en contra de la explotación indiscriminada de los recursos naturales en la región. Además, hablan de la necesidad de los enfoques decoloniales sobre las problemáticas ambientales en Latinoamérica.
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Al respecto, en Panamá, los científicos protestaron en las embajadas de Reino Unido, Alemania y Estados Unidos pidiendo el fin a la explotación para obtener combustibles fósiles y solicitando apoyo financiero para la transición energética en el sur global. Asimismo, estudiantes de secundaria se unieron para realizar marchas climáticas para apoyar a los profesores.
En el Ministerio del Medio Ambiente en Ecuador se reunieron varios académicos para pedir que se termine con la corrupción, hipocresía e inconsistencia de las políticas medioambientales, por ejemplo, las relacionadas con la explotación de petróleo.
El día de ayer en alrededor de 25 países en el mundo la comunidad científica se declaró en Rebelión. #scientistrebellion En Ecuador también nos unimos al grito de emergencia mundial. Somos Rebelión Científica Ecuador ????????. @ScientistRebel1 ????1/3 pic.twitter.com/qzkknlAVi4
— Jordan Andres Cruz (@jordanandrescr) April 7, 2022
“Charlas, docencia, divulgación y desobediencia educativa se llevaron a cabo en países como Argentina, Colombia y Nigeria involucrando a cientos de científicos y estudiantes sobre el impacto del colapso climático en el Sur Global y la necesidad de descolonizar el activismo”, asegura el comunicado oficial del movimiento Scientist Rebellion. Lo cierto es que en prácticamente todos los países, como Chile, México, Brasil, Perú o Bolivia, cada vez son más las voces de los académicos que se unen en apoyo a este llamado de atención mundial.
La Dra. Rose Abramoff, científica del cambio climático, señaló que “Como científicos, tendemos a ser reacios al riesgo. No queremos arriesgar nuestros trabajos, nuestra reputación y nuestro tiempo. Pero ya no es suficiente hacer nuestra investigación y esperar que otros lean nuestras publicaciones y comprendan la gravedad y la urgencia de la crisis climática.(…) Hagamos que esta crisis sea imposible de ignorar”.
Con estas palabras de la líder del movimiento, es posible sentirse viendo la exitosa película de Netflix “Don’t Look Up”. Un grupo de científicos alerta sobre una catástrofe mundial, pero el mundo los ignora, sobre todo las empresas y los políticos, los ignoran. ¿Podrá la realidad superar a la ficción? ¿En qué terminará esta Rebelión Científica? Son incógnitas que aún quedan sin resolver.