Claves para aumentar la fertilidad en el día a día
El 04 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad para concienciar sobre el aumento de los problemas asociados a la infertilidad. Conoce algunos factores, relacionados con los hábitos, que debes tener en cuenta para cuidar de tu fertilidad.
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LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud OMS se estima que hay entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas con infertilidad en el mundo. "Se trata de una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino consistente en la imposibilidad de conseguir un embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales habituales sin protección", señala la organización. Por esta razón, cada vez son más populares los tratamientos para la fertilidad. No obstante, el cuidado de la fertilidad puede, y debería, iniciarse desde antes del momento de buscar la concepción.
Pese a que existen múltiples factores que tienen que ver con los problemas de fertilidad, hay algunos hábitos diarios que pueden tener un impacto importante. Al respecto, la OMS señala que tanto en las mujeres como en los hombres, los factores ambientales y de estilo de vida se han asociado con menores tasas de fecundidad. A continuación, te contamos sobre algunas recomendaciones
Cuida tu alimentación
Una guía del Ministerio de Salud de Argentina, señala que un factor fundamental para el cuidado de la fertilidad es tener una alimentación adecuada. "Los trastornos en la alimentación (obesidad, bajo peso, bulimia, anorexia, entre otros) pueden dificultar la capacidad reproductiva", indica.
Por otra parte, hay algunos alimentos que son importantes para la fertilidad. El consumo de ácido fólico, que se encuentra en los vegetales de hojas verdes, el pescado, los frutos secos y las legumbres son fundamentales. Por otra parte, comer alimentos que contengan antioxidantes, hierro, vitamina E y selenio son también fundamentales para favorecer la fertilidad y el posterior desarrollo del bebé. Por último, para favorecer la calidad de los espermatozoides y la fertilidad, conviene comer grasas saludables que contengan Omega 3, como el aceite de oliva, pescados azules y frutos secos.
Evita los alimentos ultraprocesados
Además de comer aquellos alimentos que fomenten la fertilidad, también es importante evitar consumir comidas rápidas y ultraprocesadas. En este sentido, es conveniente eliminar o restringir el consumo de azúcar, alcohol, endulcorantes, harinas refinadas y colorantes artificiales, así como pescados que puedan tener trazos de mercurio. Asimismo, es necesario evitar el consumo de tabaco.
Usa preservativos
Para cuidar la fertilidad es fundamental proteger el sistema reproductor. Por esta razón, usar condón durante las relaciones sexuales es un hábito recomendable. En especial, cuando no se tiene una pareja estable y única. Al respecto, una guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, CDC por sus siglas en inglés, señala que "un factor de riesgo de infertilidad para mujeres y hombres que es reconocido y puede prevenirse son las infecciones de transmisión sexual (ITS) no tratadas. En particular, la infección de Chlamydia trachomatis aumenta el riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) en las mujeres".
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Evita la exposición a contaminantes ambientales
De acuerdo con una guía de la CDC sobre fertilidad "Las exposiciones ambientales, químicas o en el lugar de trabajo tempranas (por ejemplo, in utero o durante la infancia) podrían alterar la fecundidad o la capacidad biológica permanentemente al afectar la salud ginecológica, urológica o la salud del embarazo. Estas exposiciones también pueden afectar los resultados de la fertilidad (por ejemplo, nacimientos múltiples o partos prematuros)". Además, pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer de ovario, de útero o de próstata.
En este sentido, es fundamental evitar la exposición a disruptores endocrinos, que muchas veces se encuentran en productos de limpieza del hogar o productos de dermocosmética. Asimismo, este tipo de sustancias se han encontrado en productos plásticos, en envases de alimentos y en pequeñas cantidades de tóxicos dentro de comidas.