Las niñas: más vulnerables a los problemas de salud mental
Una investigación realizada en 73 países encontró que hay una brecha de género en la salud mental de la adolescencia. Te contamos sobre los hallazgos y explicaciones de esta situación.
Foto: Pexels
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Uno de cada siete jóvenes, en edades entre los 10 a los 19 años, padece algún trastorno mental, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de trastornos responsables del 13% de la morbilidad mundial de este grupo de población. Por esta razón, cada vez hay más esfuerzos para proteger la salud mental de niños y adolescentes.
Al respecto, una investigación publicada en la Revista SSM – Population Health, llevada a cabo por profesores del University College London, encontró que las niñas tienen peor salud mental promedio que los niños. Es decir, encontró evidencia de que hay una importante brecha de género en la salud mental de los adolescentes. Además, se trata de una brecha que es transversal en todas las culturas, a pesar de que tenga matices diversos en cada contexto.
Se trató de un estudio trasnacional qué tomó en cuenta datos de la prueba Pisa 2018 de 566.829 adolescentes ubicados en 73 países y analizó cuatro factores: angustia psicológica, satisfacción con la vida, eudemonía (la experiencia del propósito y significado en la vida) y hedonía (entendido como afecto positivo). Pese a que la brecha de género se dio en los 4 componentes analizados, se identificó una brecha más pronunciada en la angustia psicológica y la satisfacción con la vida.
Por otra parte, los investigadores estudiaron y relacionaron otras variantes como factores económicos (PIB), coeficiente de Gini para mediar la desigualdad e indicadores de la igualdad de género alcanzada en los países. Uno de los mayores y sorprendentes hallazgos fue que "Más países con igualdad de género tienen mayores brechas de género en salud mental". Asimismo, una de las conclusiones del estudio fue que en los países que había un PIB per cápita más alto, también se encontraba una peor salud mental promedio y una brecha de género más grande en este aspecto. De esta forma: "Países particulares tienen consistentemente algunas de las mayores brechas de género en salud mental, incluidos Suecia, Finlandia, Eslovenia y Corea del Sur"
¿Cómo se explican estas diferencias en los resultados de salud mental?
Que los países con mayor PIB tengan una brecha de género más amplia no significa que los países con menores ingresos tengan buenos indicadores de salud mental. De hecho, donde se presentaba una mayor desigualdad de ingresos, también se hallaba una angustia psicológica mayor para ambos sexos. No obstante, "Una mayor desigualdad de ingresos se asoció con una satisfacción con la vida ligeramente inferior para los niños y una satisfacción con la vida ligeramente superior para las niñas y, por lo tanto, una brecha de género ligeramente menor en los países más desiguales". De esta forma, lo que se reduce es la brecha, pero no la presencia de angustia.
Por otra parte, los países con sociedades que marcaron los peores puntajes de igualdad de género, como Arabia Saudita, Líbano o Jordania, mostraron la particularidad de que los niños eran quienes presentaban peores indicadores de salud mental, en algunos casos.
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Estos datos demuestran que los problemas de salud mental son fenómenos complejos y heterogéneos, y que cada sociedad tiene particularidades. Por lo tanto, es necesario estudiar muy bien el contexto de cada país para atender las necesidades puntuales de salud mental de los jóvenes. Por esta razón, los modelos que generalizan tienden a fracasar. De hecho, acá es posible citar la famosa paradoja de Easterlin que señala que no siempre el aumento de la riqueza significa un aumento de bienestar. Este último es multidimensional y tiene diversos factores que lo componen, más allá de los ingresos monetarios.
Lo cierto es que, de acuerdo con los resultados del estudio, las mujeres siguen siendo más vulnerables ante los problemas de salud mental: un problema que no se puede pasar por alto. "En cuanto a las mujeres, si bien se han logrado avances, siguen existiendo muchas barreras para la plena igualdad que pueden explicar parte de nuestra asociación entre la igualdad de género y una peor salud mental femenina, o una salud mental femenina ligeramente mejor en el caso de la satisfacción con la vida", señala la investigación. Es decir, que pese a que se implementen medidas de igualdad de género, el camino aún es largo y los resultados se dan a largo plazo.