Vladimir Putin contra la pared: Ucrania pone en evidencia vulnerabilidad de Rusia por terrorismo
Vladimir Putin señala a Ucrania de estar detrás de ataques que considera "terroristas", esto nos lleva a preguntarnos qué tan vulnerable es Rusia en este tema.
Foto: BBC
LatinAmerican Post | Luis Ángel Hernández Liborio
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Algo que ha puesto en jaque a Rusia en los últimos días fue la explosión de un camión en el puente de Crimea, esto provocó un derrumbe parcial en el mismo. Aunque por momentos el hecho pareció un accidente, con el paso de las horas y en pleno conflicto, esa idea se diluyó. El punto álgido se dio cuando Rusia acusó a Ucrania de estar detrás de la explosión, calificada como "terrorismo", algo que los ucranianos no afirmaron ni negaron, pero sí sacaron provecho para provocar públicamente a la potencia euroasiática. La situación despertó un debate sobre la vulnerabilidad de Rusia ante estos actos y el efecto que pueden tener.
El terrorismo en la cotidianidad rusa
Aunque los ataques terroristas se suelen asociar a Estados Unidos y algunos países europeos, lo cierto es que es una realidad en muchas partes del mundo sin importar el nivel de desarrollo del país que los sufre. Rusia no es ajena a esta dinámica, aunque sí son muy particulares las causas del terrorismo en su territorio, es algo con lo que los rusos han convivido desde los tiempos del Imperio ruso, la Unión Soviética y ahora la Federación rusa. Por momentos Rusia ha combatido el terrorismo en el exterior, en otros lo ha sufrido en su territorio e incluso en algunos ha sido acusada de patrocinarlo en diferentes partes del mundo. Y eso es lo más interesante, la experiencia rusa con el terrorismo tiene todas estas aristas que dan constancia de lo cotidiano que puede resultarles.
Si hablamos propiamente de la Federación rusa, el terrorismo interno ha estado ligado principalmente a razones políticas, territoriales y religiosas, de modo que convergen estos tres aspectos en el contexto donde estos ataques han ocurrido. La peculiaridad territorial de Rusia se muestra en su compleja estructura, con al menos seis tipos de divisiones administrativas, un vasto territorio y sobre todo una multiculturalidad llena de profundas diferencias. Durante la Unión Soviética estas diferencias se mantuvieron bajo control gracias al poder del gobierno central, pero tras su disolución se dio el escenario perfecto para llevar a cabo intentos de separarse de la nueva federación. Por ello, en los años 90 distintas regiones autónomas y repúblicas (en el concepto administrativo ruso) se levantaron en armas para separarse recurriendo algunas incluso al terrorismo, como son los casos de Chechenia y Tartaristán que seguían modelos como el del IRA en Irlanda o ETA en España para ejercer presión sobre sus gobiernos.
La guerra como causa del terrorismo
Entonces, el terrorismo en Rusia ha sido fundamentalmente un tema interior ligado a separatistas, y a manifestantes principalmente islámicos en las regiones donde predomina la población de este origen. Sin embargo, Ucrania ha logrado causar preocupación en Rusia al ser la presunta responsable de la explosion en el puente de Crimea, lo que ha puesto a la guerra al exterior como una de las causas actuales de terrorismo para los rusos. Esto se asemeja al problema de seguridad nacional al que se enfrentan los Estados Unidos, sus guerras al exterior han generado resentimiento desde los países atacados que son el origen frecuente de los ataques en territorio estadounidense siendo el 11 de septiembre de 2001 el momento más recordado.
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Las amenazas a la seguridad de Rusia
¿Por qué Ucrania utilizaría el terrorismo como arma si de forma frontal ha logrado resistir? El terrorismo tiene un efecto psicológico directo sobre la población más que sobre el gobierno. Las sanciones sobre Rusia tienen el objetivo de cortar sus fuentes de ingreso, pero también presionar a la población para ponerse en contra de las acciones de su gobierno. Así, estas sanciones han tenido un impacto duro sobre la economía pero no de forma violenta sobre la población, así que el terrorismo es una presión directa sobre los ciudadanos que comenzarían a vivir lo que sucede en Ucrania con los ataques rusos. El peso del anonimato juega un papel determinante en el terrorismo, que desequilibra la estrategia frontal de Rusia, Vladimir Putin culpa a Ucrania de diversas explosiones, pero mientras los ucranianos no se manifiesten abiertamente como autores de las mismas, Rusia no podrá más que lanzar ataques al aire y seguir bombardeando territorio ucraniano sin tener pruebas de nada.
Por último no se puede dejar de lado el latente riesgo de las regiones separatistas que siguen sin resolver sus problemas históricos y que siguen representando un riesgo de ataques, así como los provenientes del exterior provocados por grupos islámicos radicales, gracias al papel de Rusia en conflictos de Oriente Medio como el ocurrido en Siria. En la década pasada al menos diez ataques terroristas ocurrieron en Rusia por causa de estos grupos, entre ellos ocurridos en el metro y aeropuerto de Moscú, y el metro de San Petersburgo.
¿"Beneficia" el terrorismo al discurso de Putin?
Putin puede también usar a su favor el terrorismo ocurrido en Rusia, ya que fortalece su estrategia al justificar sus ataques sobre objetivos al exterior. Su apoyo al régimen sirio se justificó con el avance del Estado Islámico y a los constantes ataques de grupos islámicos en Rusia. Ahora, los supuestos ataques terroristas de Ucrania sirven a Putin para bombardear con mayor respaldo a su país vecino y para, eventualmente, usar una fuerza mayor, apoyar el separatismo de otras regiones de Ucrania o para emprender cualquier acción necesaria en su estrategia bélica.