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“Harry & Meghan”, una confesión pretenciosa que llama a conversar sobre acoso y racismo

Tras tres meses de la muerte de Isabel II, uno del estreno de “The Crown 5” y a de 6 meses para la coronación de Carlos III, Harry y Meghan Markle entregan una extensa entrevista que Netflix convirtió en miniserie con detalles inéditos. Esta es nuestra reseña de "Harry & Meghan".

Fotograma del documental 'Harry & Meghan'

Foto: Netflix

LatinAmerican Post | Julián Gómez

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Este jueves 8 de diciembre, Netflix estrenó su miniserie "Harry & Meghan", que se compone de una extensa entrevista a la pareja real combinada con imágenes de archivo. El documental toca temas como el racismo en la Corona y la historia de Diana, vista en retrospectiva por su hijo menor. Hasta el momento, Netflix compartió tres episodios de la producción.

El primer tema que se aborda es la contextualización de la presión que alguien ajeno a la realeza puede cargar cuando pertenece a ella y para ello se usa el antecedente de lo que vivió Diana. A lo largo de la entrevista Harry intenta hacer una reivindicación de su madre. Él señala el apego tan fuerte que tenía hacia ella. Por momentos los encargados del montaje del documental le dan peso a esa faceta con el contraste de un elocuente William y un afligido Harry tras la muerte de su madre. También Harry enfatiza en que, como su madre, la mayoría de cosas que hizo le salieron del corazón, mientras lanza ciertas pullas a cómo la realeza prefiere anteponer la lógica sobre los sentimientos en una relación.

Uno de los momentos clave de esa reivindicación de Harry a Diana llega cuando él describe a Meghan como alguien de personalidad similar a su mamá. Él nombra cualidades que ambas tienen en común y concluye en que ese ítem fue la razón para que su relación fluyera de la mejor manera posible. Complejo de Edipo, dirán algunos.

Los episodios muestran momentos que pueden molestar a los críticos de Meghan como haber sido tan ingenua con los temas de protocolo en la realeza. Cuando le dijeron que iba a conocer a Isabel II lo tomó en broma y se burló un tanto de la reverencia, no sabía qué se hacía durante el “paseo real” y descubrió que el protocolo real se mantenía en privado.

El lío con la raza

El primer capítulo arma una especie de cuento de hadas versión ‘millenial’ con Instagram de protagonista. Para el segundo, el foco central deja de ser el romance y pasa a ser Meghan con un par de situaciones que dejaron entrever el racismo en la realeza y en la prensa. Además, el relato refleja un episodio de autodescubrimiento, cuando la actriz dice que solamente en el momento en que la prensa indagó en su árbol genealógico se sintió tratada como una mujer negra. Entendió cierto privilegio que tenía, en el que no había reparado a pesar de que su madre fuera negra. Ella abordó la problemática desde una situación de racismo que presenció con su mamá cuando era niña y desde entonces el tema pasó un poco desapercibido en su vida.

Tener la piel clara, pero cargar con el racismo tras hacer pública su relación con Harry, le dio pie para que abordara su identidad como mujer birracial y cuán difícil puede llegar a ser encajar. Al tener los ojos del mundo encima, Meghan dejó de ser la actriz con la que Harry se había comprometido y pasó a ser la hija de una mujer negra con lo inspirador para unos y terrible para otros que ese hecho pueda llegar a tener.

Por eso, Harry abogó por ella ante su familia cuando le reclamaron que Meghan debía soportar lo que las demás mujeres soportaron al llegar a la realeza. Él protestó porque el tratamiento de la prensa con el acoso de los paparazzis llevaba añadido el discurso del racismo.

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El trauma del divorcio

Algo que ambos nos quisieron dejar claro es lo duro que puede llegar a ser hijos de padres divorciados. De hecho, Meghan recita un poema que escribió de niña al respecto. Este problema, además de ser algo que tienen en común, les genera una empatía mutua que reflejan durante la entrevista.

En cierta medida, cada uno perdió a uno de sus padres: Harry a su mamá en el trágico accidente, y Meghan a su padre después de que aceptara hacer montajes para la prensa días antes del matrimonio. Con estos antecedentes, ambos quisieran no cometer los mismos errores de sus padres con sus hijos.

A falta de varios episodios, la intención del documental es clara: Harry y Meghan quieren contar qué pasó, desde su punto de vista. Lo hacen por momentos de manera genuina y en otros parece algo forzado, sobre todo cuando muestran el archivo personal de cuando están saliendo o la escena del compromiso. Con su testimonio expuesto, el mundo decidirá qué verdad creer.

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