¿Qué hacer en caso de vivir violencia o acoso laboral?

Una reciente encuesta mundial sobre experiencias de violencia en el trabajo y acoso laboral halló que un 23% de los trabajadores han experimentado violencia psicológica, física o sexual en sus lugares de trabajo. Esto se traduce en que actualmente 1 de cada 5 empleados se enfrenta a una circunstancia de este tipo. Es una situación preocupante que, además, afecta más a las mujeres, en especial en el acoso sexual. 

Según este informe, solo la mitad de las víctimas revelan su experiencia a otras personas y lo hacen tras sufrir repetidos incidentes. "Las razones más comunes que se aducen para no revelar sus experiencias son que se considera una "pérdida de tiempo" y que las personas que han sufrido abusos temen por su reputación", señala un comunicado de la ONU al respecto. Asimismo, la falta de denuncias puede responder al desconocimiento sobre cómo hacerlo o, incluso, a la falta de identificación del abuso como tal. 

¿Qué son la violencia y el acoso laboral?

El Convenio número 190 de la Organización Internacional del Trabajo OIT define la violencia y el acoso como: “un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”, señala una guía práctica para empresas de la OIT.

En este sentido, el acoso y violencia constituye cualquier tipo de acción o conductas, incluidos comentarios, que causan daño y humillación en la otra persona. Esto incluye comentarios sexuales o de discriminación por el género, procedencia o físico. 

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¿Cómo denunciar o acabar con la situación de acoso o violencia?

Si te encuentras en una situación de estas, es normal que tengas inquietudes e, incluso, miedo. Sin embargo, es fundamental que tengas presente que no es tu culpa lo que está sucediendo: ni cómo te vistes, ni cómo hablas, cuál es tu aspecto o incluso si te has equivocado. La violencia y el acoso no tienen justificación alguna y no se pueden admitir. 

Hablamos con Ana Victoria Hilario, una abogada especialista en derecho laboral, que tiene experiencia con entidades públicas y privadas en Perú trabajando como experta de género, especialmente en acoso sexual laboral.  "En la mayoría de legislaciones está contemplado que la persona se remite en primera instancia a su organización, a la oficina de recursos humanos u oficina de igualdad que recibe estas denuncias. Luego sigue los procedimientos que correspondan, que van a tender a sanciones para los acosadores", señala la experta. En este sentido, lo primero es recurrir a la propia empresa e identificar la oficina de recursos humanos y los canales para poner quejas o hacer denuncias. 

Sin embargo, si esta es una vía que resulta de difícil acceso, lo mejor es buscar asesoramiento externo con entidades públicas o ONG que se dediquen a asesorar jurídica y psicológicamente. Muchas universidades prestan estos servicios de forma gratuita, así como secretarias de gobierno o fundaciones. "En el caso de Latinoamérica, específicamente en Perú, que es el que mejor conozco, existe un servicio público destinado exclusivamente para atender a víctimas de acoso o violencia sexual en las empresas que se denomina "Trabaja sin acoso". Este servicio brinda el asesoramiento integral a nivel procedimental y administrativo dentro de la empresa, y acompaña a la víctima en la denuncia, en los alegatos y en general hasta el momento en que se emite el informe, la resolución o el documento que sancionaría. En el caso de los servidores públicos, en Perú tienen un asesoramiento específico a través de un programa denominado "Estado sin acoso", el cual también brinda acompañamiento psicológico", señala la abogada Ana Victoria Hilario. 

Lo importante es hacer una búsqueda de esos servicios en tu país o ciudad particular. Asimismo, la experta señala que se puede recurrir a los sindicatos y, de hecho, solicitar a ellos que exijan a las empresas contar con protocolos para la atención de casos de violencia y acoso. Incluso, si no te sientes víctima de violencia o acosos, pero crees que en tu organización hacen falta normativas claras al respecto, también es fundamental que eleves estas peticiones. 

"El acoso sexual no pasa por un acosador que tiene una patología particular que lo hace acosar, sino que se trata de problemas estructurales que nacen de la propia sociedad y se enraízan, en tanto hay una naturalización de la violencia y una sexualización de la mujer en diversos espacios. Pensándolo así, es crucial ver el papel que juegan las organizaciones de trabajo. Me refiero a la empresa en sí misma con sus políticas de prevención de riesgos psico-sociales en las que debe tener una perspectiva de género para identificar con mayor precisión como se están desencadenando etas situaciones y prevenir estos hechos", explica Ana Victoria.

En este sentido, lo correcto es que hoy las empresas cuentan con políticas de diversidad, igualdad e inclusión en el trabajo, que favorezcan la formación de una cultura organizacional de respeto. Así como los protocolos efectivos para denunciar bullying, acoso o violencia. "Del empleador es sumamente importante tener sanciones en tanto que tienen un fin pedagógico y muestra, que cuando se comete una falta laboral de este tipo no se va a dejar pasar. También es fundamental prevenir a través de la sensibilización y crear un ambiente laboral seguro para los empleados. Esto se consigue con capacitaciones constantes", explica la experta.