El tiempo al aire libre disminuye los efectos negativos de los dispositivos móviles en los niños
Un estudio demostró que el excesivo uso de los dispositivos móviles en los niños pequeños afecta su desarrollo neurológico. Sin embargo, también encontró que el juego al aire libre puede ayudar a mitigarlo.
Foto: Pexels
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Antes que los avances tecnológicos invadieran el día a día del ser humano, la vida era muy distinta. En el caso de la vida social y el entretenimiento de los niños se podía evidenciar una mayor interacción con el medio ambiente. Durante la infancia era muy común salir con más frecuencia a los parques o a las calles para divertirse durante horas en diversos tipos de juegos. Sin embargo, con la llegada de las pantallas táctiles, esa interacción al aire libre dejó de ser un pasatiempo frecuente, pues en la actualidad los niños y las niñas prefieren pasar más tiempo con los dispositivos móviles, que jugar a la intemperie con algún amigo.
Según una investigación publicada por la revista médica Jama Pedriatics, dos tercios de los niños menores de cinco años en el mundo pasan más de una hora al día contemplando una pantalla electrónica.
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El juego al aire libre como factor mitigante de los efectos nocivos de la tecnología en los niños
Una investigación publicada el pasado 23 de enero por la Escuela de Medicina de Hamamatsu y el Centro de Investigación para el Desarrollo Mental Infantil determinó que los niños de 2 años que pasan más de 1 hora frente a una pantalla electrónica, pueden presentar un neurodesarrollo subóptimo en la comunicación y en las habilidades de la vida diaria a los 4 años. Sin embargo, el juego al aire libre a los 2 años y 8 meses podría ser una atenuante de esos efectos negativos.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores estudiaron a 885 niños de 18 meses a 4 años de edad. Durante el proceso, contemplaron la relación entre 3 características puntuales: la cantidad promedio de tiempo que un niño de 2 años pasa al día frente a los dispositivos digitales; la cantidad de juegos al aire libre a los 2 años y 8 meses; y los efectos del desarrollo cognitivo.
Su metodología para medir estas 3 características claves se basó en la herramienta de evaluación estandarizada llamada Vineland Adaptive Behavior Scale-II. Con este mecanismo de investigación, buscaron evaluar específicamente 3 factores del desarrollo neurológico:
- La comunicación (habilidades del lenguaje receptivo, expresivo y escrito).
- Habilidades de la vida diaria (capacidades que implican la vida personal, doméstica y comunitaria).
- Socialización (relaciones interpersonales, juego y habilidades de afrontamiento).
Si bien el estudio demostró las secuelas de usar un dispositivo electrónico en exceso, también probó que jugar al aire libre disminuye un neurodesarrollo subóptimo a causa de pasar mucho tiempo frente a una pantalla. Pese a esto, es importante mencionar que esta atenuante está relacionada específicamente con las habilidades de la vida diaria, ya que la mitigación de jugar a la intemperie no modificó los impactos nocivos del tiempo de pantalla en la comunicación.
“Aunque la comunicación (como las habilidades de la vida diaria) fue peor en los niños de 4 años que habían pasado más tiempo frente a la pantalla a los 2 años, el tiempo de juego al aire libre tuvo efectos muy diferentes en estos dos resultados. Nos sorprendió que jugar al aire libre en realidad no alteró los efectos del tiempo de pantalla en la comunicación, pero sí tuvo un efecto en las habilidades de la vida diaria”, afirmó Kenji J. Tsuchiya, profesor de Osaka y autor principal de la investigación.
Por esta razón, es valioso mantener un control en el uso que los niños pequeños puedan darle a las pantallas electrónicas.
Consejos para un uso responsable de dispositivos digitales en los niños pequeños
Después de concluir que pasar tiempo frente a las pantallas no contribuye con el desarrollo del lenguaje de los niños, se debería optar por evitar que un bebé pase tiempo frente a un dispositivo electrónico. Sin embargo, si se convive con un niño de 2 a 5 años de edad, se puede utilizar dichos aparatos digitales durante un tiempo limitado y tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Brindar un acompañamiento responsable. Es importante que el niño o la niña cuente con la compañía de un adulto que fomente la comunicación durante este tiempo mientras se encuentra frente a la pantalla. Por ejemplo, haciendo preguntas y comentarios sobre lo que están observando con el propósito de aumentar la curiosidad y la capacidad conversacional del infante.
- Ser selectivos a la hora de elegir el contenido. La calidad del mensaje que transmita el programa será fundamental para ayudar en el desarrollo del lenguaje de los espectadores. Es por esto que se recomienda elegir contenidos educativos que puedan ayudar a optimizar el proceso neurológico de los menores.
- Elegir el tipo de actividades de acuerdo a cada persona. Si bien es cierto que los niños y niñas de ahora pasan mucho tiempo frente a las pantallas, también es cierto que cada uno tiene sus gustos y personalidades. Es decir, si el pequeño suele ser inquieto, se recomienda hacer uso de los dispositivos electrónicos para hacer ejercicio, bailes, mindfulness o yoga para menores.