Los humedales podrían ser los héroes en la lucha contra el calentamiento global
Los humedales no solo son hábitat de muchas especies, también son ecosistemas claves para mitigar inundaciones y capturar carbono para revertir los efectos del calentamiento global. De ahí que protegerlos sea una necesidad cada vez más apremiante.
Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | Julián Andrés Pastrana Cuéllar
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Según registros de la ONU, entre 1970 y 2015 desapareció el 35% de los humedales del mundo. A futuro la situación es aún más desalentadora, pues se estima que a final de siglo se habrá perdido entre el 20 y el 90% de los humedales costeros que existen hoy en día. Lo anterior por cuenta de fenómenos como el incremento del nivel del mar causado por la crisis climática.
De cumplirse estos nada esperanzadores pronósticos, estaríamos enfrentando la extinción total o parcial de unos espacios naturales que están en capacidad de secuestrar carbono en un porcentaje 55 veces mayor de lo que lo hace la Amazonía u otros bosques tropicales.
Pero el cambio climático no es el único detonante de la destrucción de estos ecosistemas. El desarrollo humano también está poniendo en grave riesgo a los humedales, tal como lo sugiere el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Un caso de éxito en Argentina
Para revertir esta tendencia, se han impulsado en América Latina algunas iniciativas que apuntan hacia el propósito de proteger los humedales. Un ejemplo de ellas fue la aprobación de una ley para salvaguardar de manera permanente la península Mitre, un territorio que alberga gran cantidad de turberas y bosques submarinos de algas. Ambos ecosistemas representan el mayor sumidero de carbono en esta nación austral.
Cabe agregar que, de acuerdo al portal Iagua, las turberas son humedales en cuya superficie se ha aglutinado a lo largo de miles de años material vegetal sin descomponerse totalmente por cuenta de estar rodeado de abundante agua. Lo anterior hace que dichas turberas, a pesar de solo abarcar el 3 % de la superficie de la Tierra, capten cantidades superiores de carbono que todo el conjunto de los bosques del planeta. De ahí que se consideren ecosistemas claves para combatir los efectos de la crisis climática que cada vez son más palpables.
"Las turberas se encuentran en toda América Latina y el Caribe (región ALC) en tres zonas ecológicas principales: tierras bajas subtropicales, montañas subtropicales y sistemas templados en la Patagonia", señala el informe "Evaluación mundial de las turberas 2022". Por lo tanto, los compromisos y el trabajo que se desarrolle en la región es fundamental. Dicho informe también señala que además de la importancia de los humedales y las turberas para preservar la vida de miles de especies de fauna y flora, son cruciales para la economía y bienestar de muchas personas. "Las turberas actúan como depósitos de agua, ayudan a regular el caudal de los ríos y abastecen de agua a muchas comunidades".
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Iniciativas globales para rescatar de la extinción los humedales
Esta nueva ley argentina está en consonancia con los esfuerzos que a nivel mundial se han impulsado para preservar los humedales. Basta recordar que el pasado mes de noviembre tuvo lugar una reunión de la Convención de Ramsar sobre los Humedales en la cual fue ratificado el importante rol que estos desempeñan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Semanas después se efectuó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, espacio que sirvió para que los distintos países se comprometieran a recuperar un porcentaje cercano al 30 % de las masas de agua interiores que han sufrido degradación a la vez que conservar los ecosistemas de agua dulce.
Preservar los humedales es relevante no solo por su papel en la captación de carbono, limpieza del agua contaminada y mitigación de anegaciones, sino también porque en ellos habita el 40% de las especies animales y vegetales. Infortunadamente, la ONU explica que en los últimos dos siglos estos ecosistemas han sido sustituidos por tierras destinadas a la agricultura o para desarrollar distintos proyectos de infraestructura.
Al respecto, Leticia Carvalho, jefa de la Subdivisión Marina y de Agua Dulce del PNUMA ha expresado que “debemos detener las políticas y los subsidios que incentivan la deforestación y la degradación de los humedales desde su origen hasta el mar y promover su restauración urgente”.