¿Cómo entender a Latinoamérica a través de la figura de Hugo Chávez?

La configuración izquierdista de Latinoamérica no puede entenderse sin la influencia y el "legado" de una de las figuras más importantes del mundo en el siglo XXI: Hugo Chávez. "El Comandante", como también era conocido, dejó en la región sus ideas, ideales y proyectos que alcanzaron eco en todas las latitudes. Sin importar si la percepción sobre el chavismo es positiva o negativa, no se puede negar su peso para entender los procesos que han configurado la actualidad de la región.

Murió Chávez pero el chavismo continúa

Hugo Chávez murió en marzo del 2013, es decir, hace ya una década. No obstante, su "sombra" sigue presente en la política de la región, comenzando sin duda con Venezuela, país que aún sobrevive a la era posterior a Chávez. Si bien Nicolás Maduro inició con la "bendición" del chavismo, con el tiempo lo ha desdibujado y ha hecho que los aspectos negativos de esta corriente sean los más visibles. Uno de los países más prósperos de la región, como fue Venezuela, es ahora uno que se sostiene en medio de una profunda crisis económica, política y social. No queda claro aún el rumbo del país, Maduro trata de reivindicar el chavismo a través de él. Sin embargo, lo ha puesto en riesgo, por lo que la continuidad del legado chavista está en un claro riesgo.

Mientras tanto, millones de venezolanos (siete millones desde 2015, según el Fondo Monetario Internacional) han abandonado el país en una de las peores crisis humanitarias en lo que va del siglo. Los migrantes se han encontrado con países cada vez menos abiertos a recibirlos, principalmente por causas como la crisis sanitaria y su posterior efecto económico, sin dejar de lado la xenofobia. Si bien el gobierno de Maduro deterioró la delicada estabilidad económica del chavismo, su creador ya había sentado las bases del caos económico con su gobierno autocrático y el desencuentro con sectores como el empresarial. 

La visión chavista de Latinoamérica

Chávez fue parte de la denominada "primera ola" de la izquierda en Latinoamérica. "El Comandante" coincidió con personajes como Lula da Silva en Brasil, los hermanos Castro en Cuba, los Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Pepe Mujica en Uruguay, Michelle Bachelet en Chile, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua. Con ellos creó un eje que reforzó la idea de una unidad latinoamericana, se fortalecieron organismos como el Mercosur, la Comunidad Andina y se creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) mediante la Declaración de Caracas en 2011. Con esto buscó generar un contrapeso al poder de la OEA liderada por Estados Unidos, así como al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) contra el cual se generó especialmente la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

El presidente venezolano impulsó el sentido de unidad apelando al sueño de Simón Bolívar de una sola nación latinoamericana, si bien no lo logró, sí generó contrapesos e interlocutores contra el poder de la OEA y de Estados Unidos. La CELAC sigue siendo un parteaguas en la relación de Latinoamérica con la Unión Europea, China y Rusia, principalmente, cosa que difícilmente podrían lograr individualmente países como Cuba, las naciones centroamericanas y caribeñas. Vale también decir que, esta voz que dio a países excluidos de la OEA fue considerado negativo por organizaciones en defensa de la democracia y los derechos humanos, así como por países como Estados Unidos, México y Colombia (orientados a la derecha en aquel momento) que consideraron a Venezuela como una dictadura que ayudaba a sostener a otras.

Esta Latinoamérica alterna que creó logró sostener, con apoyo económico y energético, el poder de los Castro en Cuba y a consolidar a Morales en Bolivia. Además, no tuvo reparo en mostrar su apoyo a líderes de izquierda en la región, aunque en casos como el de López Obrador en México resultó más negativo que benéfico, la derecha jugó la carta de la "venezolanización" para asustar al electorado que cayó en la trampa. Chávez fue también alguien cercano a personajes como Gustavo Petro, actual presidente colombiano, a quien también pesó electoralmente en su país su cercanía al chavismo.

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Chávez, paz para Colombia

Si hay un país que tiene una historia cercana con Hugo Chávez es Colombia, la vecindad con el chavismo tuvo (y sigue teniendo) una influencia económica y social inevitable, tanto para bien, como para mal. El largo proceso de paz de Colombia con las diferentes fuerzas armadas ilegales tuvo apoyo de Hugo Chávez, quien fue defensor de la búsqueda de un acuerdo, así como alguien que apoyó en la liberación de personas secuestradas por las FARC. En la última etapa de su vida, junto a Juan Manuel Santos, impulsó lo que serían los diálogos de La Habana que terminarían en el histórico acuerdo, que aunque Chávez no logró ver culminado, sí fue una figura fundamental. Pero Chávez fue una figura con claroscuros, al mismo tiempo que capturaba capos de la droga y apoyaba el proceso de paz colombiano, también era acusado de liderar una extensa y sofisticada red de narcotráfico para llevar cocaína a Estados Unidos, así como financiamiento a las FARC.

Su personalidad beligerante, su carisma y su pensamiento anti estadounidense lo convirtieron en un blanco perfecto para la derecha, quienes lo tildaron de dictador. Su rompimiento con Estados Unidos y la influencia que ejercía en la región lo encumbraron como un personaje casi intocable, así que pese a que la potencia del norte presionara a su círculo cercano, el presidente venezolano seguía ostentando un gran poder que dejó casi intacto a Nicolás Maduro. El sucesor de Chávez se mantiene en el poder apelando a la figura del expresidente, aunque la pérdida de influencia y poder es notable, el chavismo que parecía en el ocaso, revivió con la "nueva ola" de izquierda aunque con mesura, nadie quiere tener la sombra de Chávez en sus gobiernos.