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Colombia: La licencia menstrual llega al Congreso

El proyecto de ley radicado por cuatro representantes a la Cámara ha sido catalogado como un concepto revolucionario, ya que propone modificaciones en el Código Sustantivo del Trabajo.

Mujer con dolor en el vientre

Foto: Pexels

LatinAmerican Post | David García Pedraza

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Del 100% de las mujeres menstruantes que laboran, solo el 8% logra una incapacidad médica que le permita tomarse el tiempo necesario para recuperarse de los malestares relacionados con la menstruación. Por su parte, el 92% no cuenta con esta suerte y debe trabajar con las dolencias presentadas. Este argumento es uno de los que motivó a los representantes a la Cámara María Fernanda Carrascal y Pedro Suárez Vacca, congresistas afines al gobierno Petro, a radicar un proyecto de ley, y a presentar, junto a otros dos legisladores, la licencia menstrual.

Este proyecto de ley ha comenzado a ser debatido en las redes sociales y medios de comunicación, en donde han salido a la luz partidarios y detractores, antes de que el mismo Congreso lo haga. Como es usual, se han creado varios mitos frente a esta propuesta, lo que perjudica la correcta deliberación de este tema que es un pendiente que ha tenido la política nacional durante varios años.

¿Qué sí y qué no es cierto de la licencia menstrual?

Este proyecto de ley, que consta de 17 artículos, encierra varios puntos importantes para que se ‘’garantice la dignidad y el bienestar para la garantía de los derechos menstruales en función de los derechos laborales, sexuales y reproductivos de las personas menstruantes en Colombia’’, piedra angular de la propuesta según lo expuesto por la representante Carrascal para la W Radio, uno de los medios de comunicación más importantes en el país.

En las veinte páginas del documento, se especifica que la licencia menstrual se podrá tomar una vez cada 26 días, además se estipula que esta licencia tendrá solamente un día de duración. En caso de que la persona menstruante necesite más días, deberá presentar la incapacidad médica pertinente y llegar a un acuerdo con el empleador.

La licencia tampoco pone condiciones sobre los cargos que las mujeres estén desempeñando. Además, incluye el término ‘personas menstruantes’ esto con el fin de evitar segregación a personas que menstrúan, pero que se identifican diferentes al género femenino.

Otro de los mitos que han surgido es que el día de licencia tendrá un costo distinto al día laborado, lo cual no es cierto, ya que el proyecto estipula que ese día será remunerado de igual manera que el resto de días laborables.

¿La licencia pondría en desventaja de empleabilidad a las mujeres?

Un aspecto a tener en cuenta es la posibilidad de que los empleadores puedan contratar a más hombres que a mujeres dada esta nueva licencia, en la que las empresas perderían productividad, ya que las menstruantes no podrían cumplir sus horarios por contrato. ¿Es correcta esta afirmación? Para la experta en economía y mercado laboral, Paula Herrera, esta licencia pondría a la mujer en desventaja al momento de ingresar al mercado laboral, porque los reclutadores escogerían a los hombres por el simple hecho de que no menstrúan, lo que se traduce en que no habría pérdidas horarias. 

Herrera, en una entrevista concedida la Revista Cambio, propone que en lugar de tomar una licencia, las mujeres puedan trabajar desde casa mientras se recuperan de las dolencias provocadas por la menstruación. Lo anterior con el fin de que sean productivas laboralmente para evitar el incremento en la brecha de oportunidades laborales entre hombres y mujeres. Y en caso de que exista una incapacidad médica, que sean las EPS quienes cubran los gastos.

El proyecto de ley no es ajeno a esta discusión, por tal motivo este incluye una serie de medidas para mitigar esta posible discriminación. Por ejemplo, fomentar la paridad de contratación entre hombres y mujeres, sancionar a las empresas que no cumplan con esta medida, y realizar campañas para concientizar a la población sobre lo que de verdad hay detrás de los derechos menstruales. Asimismo, recomienda modificar el Código Sustantivo de Trabajo para que se incluya al derecho menstrual en el mismo artículo que protege a la maternidad y a los menores.

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La licencia menstrual en otras latitudes

Este proyecto ya es ley en varios países de Europa, Asia y América. En las sociedades francesa, española, surcoreana y mexicana es una realidad hablar sin pena sobre las dolencias de la menstruación y acogerse a la ley para obtener una licencia por estos síntomas. Dejando de lado las nacionalidades, empresas como Nike acoplan en su reglamento esta licencia.

El trabajo conjunto entre los gobiernos, empresarios y la sociedad ha hecho posible que esta licencia sea una realidad en contados países alrededor del mundo, y que tenga poca visibilidad a nivel global no es un impedimento para que Colombia no pueda abordar el tema. La congresista Carrascal también asegura que en los países donde esta licencia está vigente, se vislumbró la necesidad de aceptar esa propuesta porque gracias a la menstruación se han podido tratar varias enfermedades o ha sido un síntoma de alerta de que algo no está bien en el funcionamiento del cuerpo, aunque aclaró que menstruar no es sinónimo de enfermedad.

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