El camino para ganar la Casa Blanca en 2024 más allá de Joe Biden y Donald Trump

Con el anuncio oficial de su candidatura para la reelección, el presidente estadounidense, Joe Biden, dio el banderazo de salida a la carrera presidencial de 2024. Mientras el Partido Demócrata tratará de mantener el orden y cerrar filas ante el presidente, el Partido Republicano es un campo de batalla donde se lucha por repetir la elección de 2020 (y esta vez ganar) o por renovar el rostro del partido, los candidatos ya comienzan a levantar la mano.

Biden, todo o nada

El presidente de los Estados Unidos tiene tres frentes en los que defender su candidatura para mantenerse en la Casa Blanca. El primero es el de su partido, debe lograr la unidad para que el equipo azul cierre filas con el mandatario. Aunque naturalmente existen otros perfiles interesantes, el presidente espera tener a su partido completo respaldando sus aspiraciones para continuar en el poder. El segundo frente que deberá combatir el mandatario en su aspiración presidencial es el candidato republicano, ya sea Donald Trump u otro, la aprobación de los estadounidenses para que Biden repita no es muy alta, así que será crucial su campaña considerando a quién tenga frente a él, en el bando rojo.

El tercer frente de Biden es él mismo, principalmente por su edad y su delicada salud. El presidente deberá convencer a un electorado al que le generan incertidumbre los 82 años con los que iniciaría su mandato y los 86 con los que finalizaría. Si el Partido Republicano decide apoyar a un candidato "joven", Biden podría estar en problemas al poner en riesgo el apoyo dentro de su partido de quienes lo consideran demasiado mayor para el puesto. El as bajo la manga de Biden está en su discurso de defensa de la democracia (tema con dedicatoria para Donald Trump), así como el liderazgo que pretende ostentar como el país que ha organizado el apoyo a Ucrania. Por último, si el candidato republicano es Donald Trump, se repetiría la elección de 2020, con la ventaja de la desconfianza que genera el empresario tras el asalto al capitolio por parte de sus seguidores.

¿Quién desafiará a Biden?

El último presidente estadounidense que decidió no presentarse a la reelección fue Lyndon B. Johnson en los años 60, quien terminó el mandato de Kennedy, además de ganar por sí mismo una elección. Sin embargo, el demócrata renunció a su derecho a presentarse a la reelección debido a su baja popularidad por los estragos de la Guerra de Vietnam. Entonces, es raro que un presidente en funciones decline ir por la reelección, en especial si su administración ha sido popular. Lo lógico es que el partido respete su posición y cierre filas ante él, por lo que permitir un rival puede verse como un signo de debilidad.

Aun así, en el caso del Partido Demócrata, existen nombres que aún suenan como aspirantes a la nominación, especialmente dos: Marianne Williamson, una escritora de libros de autoayuda que ya lo intentó en 2020, su candidatura luce débil, pero después de lo ocurrido con Trump en 2020 no puede descartarse nada. El otro nombre es el de Robert F. Kennedy, quien anunció su candidatura a la presidencia, el principal problema con el activista son sus posturas polémicas como el apoyar un movimiento antivacunas, por ejemplo. Por último, Bernie Sanders, también octogenario, ha declinado su candidatura para apoyar a Biden.

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Trump, la reedición de la elección anterior

El Partido Republicano se encuentra en una encrucijada similar a la de la elección presidencial anterior, Donald Trump inició desde finales del 2022 su campaña. Pese a que su popularidad no es la de hace ocho años cuando ganó la presidencia (además del escándalo de la toma del Capitolio), sigue teniendo una fuerte base de seguidores. No obstante, la elección intermedia le mostró que no será tarea sencilla, ya muchas de sus fichas no obtuvieron la victoria. Si no gana la candidatura podría amenazar, como lo hizo en la elección de 2016, con ir por la vía independiente, lo que dividiría el voto republicano.

De obtener la candidatura se reeditaría la elección anterior, donde Biden ganó la presidencia, ambos candidatos son los mandatarios más longevos en la historia de su país, lo que lo convertiría en un duelo de adultos mayores. El discurso de Trump es el mismo de hace cuatro y ocho años: una ruda visión sobre las libertades, la democracia y la migración, en este último tema nuevamente está impulsando una agenda poco humanitaria pero que le redituó en votos para obtener la presidencia.

La ruptura con el "trumpismo"

El apoyo del Partido Republicano hacia Donald Trump en las elecciones de 2016 fue un caso único, el empresario amenazó con ir de manera independiente si no obtenía la nominación. Contra todos los pronósticos, el empresario se convirtió en presidente con una política aislacionista, crítica hacia los migrantes y apoyando temas como las armas. No obstante, el desgaste de su gobierno pesó en la elección de 2020, donde Biden fue electo presidente. Ahora, rumbo al 2024, su Partido se divide entre quienes lo apoyan y quienes no, al igual que en el bando azul, en el bando rojo hay voces que aspiran a una renovación de los nominados para dar paso a políticos más jóvenes.

Así, frente a Trump se podrían presentar personajes como su exvicepresidente Mike Pence, quien marcó su distancia con el expresidente. Además de nombres como el de Nikki Haley, ex gobernadora y ex embajadora cuya cercanía con Trump podría pesar en su candidatura. También está entre las opciones Vivek Ramaswamy, empresario, y el ex gobernador de Alaska, Asa Hutchinson, quien destaca por estar en contra de Trump. No obstante, uno de los nombres con más peso es el de Ron DeSantis, gobernador de Florida, quien es un ferviente defensor de la portación de armas, con una ley incluida. También es impulsor de la transportación de migrantes a "zonas demócratas" del país, lo que sin duda le dará puntos entre los sectores conservadores ante una eventual candidatura.