¿Por qué el estrés influye en la inflamación del colon irritable?

El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones desafiantes, pero su impacto en la salud va más allá de lo que se percibe a simple vista. En particular, se ha descubierto que el estrés crónico puede tener consecuencias negativas en el sistema digestivo, y más específicamente, en el colon. Hoy en día muchas personas sufren de colon irritable y es difícil saber qué situaciones o alimentos desencadenan sus molestos síntomas.

Un estudio reciente publicado en la revista Nature profundizó en la relación entre el estrés y la inflamación del colon, proporcionando nuevas perspectivas sobre los mecanismos subyacentes. En este artículo, exploramos los hallazgos de esta investigación y analizaremos por qué el estrés desencadena la inflamación en el colon, así como las implicaciones que esto tiene para nuestra salud digestiva.

Comprender este vínculo es fundamental para abordar de manera efectiva los trastornos gastrointestinales asociados con el estrés, como el colon irritable. Además, compartiremos algunas recomendaciones de manejo que promuevan un equilibrio intestinal saludable.

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La conexión neuronal entre el cerebro y el intestino

El microbiólogo de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia, Christop Thaiss, decidió ir en contra de los tratamientos usuales para la irritación del colon, ya que estos métodos ignoraron por completo la relación que existe entre la inflación intestinal y el estado psicológico de una persona. Gracias a esta nueva investigación, se ha descubierto por qué el estrés puede empeorar gravemente una patología en el sistema digestivo, especialmente el conocido colon irritable.

De acuerdo a este reciente estudio, el trayecto que une el cerebro y el intestino se inicia con señales químicas generadas en el cerebro y concluye en células inmunológicas presentes en el intestino. Cuando experimentamos episodios de estrés, el cerebro emite señales a las glándulas suprarrenales, las cuales liberan en todo el cuerpo unas sustancias químicas conocidas como glucocorticoides. Anteriormente, se creía que estos glucocorticoides tenían un impacto directo en las células inmunitarias, provocando así la inflamación, pero los científicos descubrieron que hay una capa intermedia en esta historia.

Resulta que los glucocorticoides actúan en las neuronas del intestino y en las células glía, que establecen conexiones neuronales. Estas células glía emiten moléculas que estimulan la activación de las células inmunitarias; lo que a su vez provoca una inflamación dolorosa en el intestino. Además, los glucocorticoides también afectan el desarrollo completo de las neuronas intestinales, lo que resulta en la producción de niveles bajos de moléculas de señalización para los músculos intestinales. Esto ralentiza el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo, lo que agrava los síntomas de enfermedades inflamatorias intestinales.

Es interesante destacar que los glucocorticoides se utilizan a veces en el tratamiento de estas enfermedades, pero esta investigación revela una contradicción. Aunque en ráfagas cortas pueden tener efectos antiinflamatorios, cuando el estrés se vuelve crónico, los glucocorticoides asumen un papel proinflamatorio. Esto significa que controlar los niveles de estrés puede tener un impacto profundo en la efectividad de los tratamientos para enfermedades intestinales inflamatorias.

Consejos para controlar el estrés y aliviar los síntomas

Según el estudio de Nature, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son los dos tipos de patologías principales en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Además, la fatiga, la diarrea y el dolor abdominal son los indicios más comunes en los pacientes que padecen de estas calamidades.

Por este motivo, aquí te compartimos algunos consejos que puedes aplicar a tu vida para que puedas mantener una salud estable en tu sistema digestivo.

• Explora tu ser y familiarízate con tu condición: Adquirir conocimiento sobre aquello que nos inquieta nos otorga una sensación de control. Acoge tus sentimientos y reconoces tus límites, pero también valora tus talentos sobresalientes. Indudablemente, hay aspectos de ti mismo o de ti misma que disfrutas.

• Decir “No” también es una respuesta: Siempre será válido aprender a establecer límites, ya que el acceder a compromisos que realmente no quieres tomarte puede causar estrés. Entonces, si decides tomar este consejo y comienzas a decir que no a cualquier situación que pueda afectar, traerá cambios positivos en tu estado de ánimo y también a tu salud física.

• Acepta todo lo que no puedes controlar: Es completamente normal querer controlarlo todo, sin embargo, eso es técnicamente imposible. Así que, si quieres llevar una vida más tranquila y sana, es fundamental que te concentres en mejorar todo aspecto de tu vida que sí puedes cambiar: tu actitud, tu estilo de vida y tus pensamientos.

• Relaciónate con tus seres queridos con frecuencia: Los seres humanos somos seres sociables por naturaleza, y el aislarnos y guardarnos nuestras angustias para nosotros mismos solo puede traer tensión y ansiedad. Por este motivo, es fundamental que interactúes con tus amigos y familiares para que puedas compartir tus emociones. Ya verás cómo esta dinámica social puede traer grandes resultados a tu diario vivir.

• Practica un hobby: La mayoría de las personas están acostumbradas a realizar actividades por obligación y no por placer. Esto puede traer consecuencias de infelicidad y por supuesto graves enfermedades en nuestro cuerpo. Entonces, el hacer alguna actividad que te relaje como leer, meditar, tocar algún instrumento o practicar algún deporte puede ayudarte a mantener una mente y un sistema digestivo sano.

• Come saludable: Por último, no podíamos cerrar este artículo sin recordarte lo vital que es comer sano, ya que el alimentarse de comida chatarra solo te quitará energía y con el tiempo puede traerte serios problemas de salud, como sobrepeso y una mala digestión. Así que, te recomendamos alimentarte con frecuencia de frutas y verduras orgánicas que puedan aportar nutrientes suficientes a tu cuerpo y a tu mente. En el colón irritable hay diversos alimentos que se deben evitar porque resultan pesados o irritantes.