Las constantes violaciones de derechos provocadas por los presidentes motivaron a los firmantes

Una organización conocida como ‘Jóvenes por la Democracia’, que reúne a integrantes de diferentes países latinoamericanos, reunió cerca de 10.000 para pedirle al gobierno chileno que retire la invitación otorgada a Nicolás Maduro y su homólogo de Cuba, Raúl Castro, para la ceremonia de toma de posesión de Sebastián Piñera el 11 de Marzo.

La iniciativa que reúne a movimientos políticos y sociales de 19 países de Latinoamérica está liderada por Rosa María Payá, hija del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá. Mediante una carta firmada por 10.000 jóvenes y entregada el pasado miércoles a la mandataria chilena Michelle Bachelet, el organismo solicita que el gobierno chileno emita un mensaje dirigido a ambos dictadores diciéndoles que “no son bienvenidos” en Chile.

"(Los) constantes atropellos de Maduro y Castro a los derechos humanos de nuestros hermanos, la grave situación de desabastecimiento de alimentos y medicinas es una de las causas para considerar que estos personajes no merecen ser invitados". Así lo indica una publicación encontrada en las redes sociales del organismo, mediante la cual ratifican el objetivo de su petición.

Esta no ha sido la única petición de rechazo por parte de la población chilena hacia los mandatarios de Cuba y Venezuela. Una semana atrás, parlamentarios del país sudamericano también emitieron su repudio ante la posible llegada de Nicolás Maduro y pidieron a Michelle Bachelet, evaluar alguna medida con la cual pudiese cancelar la invitación efectuada.

Sin embargo, una respuesta emitida por el canciller Heraldo Muñoz, conocida por medios locales, dio a conocer que la invitación al presidente de Venezuela a la asunción de Piñera no será cancelada puesto que se trata de una invitación protocolaria pese a que Chile tiene "una posición muy clara respecto al Gobierno venezolano"

¿Una postura en cadena?

La iniciativa de la organización de Jóvenes por la Democracia en Chile surge después de conocerse que el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, pidiera a Maduro no acudir a la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo en Lima el próximo mes de abril.

A tal petición el dictador venezolano contestó desafiante contra Perú indicando que llegaría a la Cumbre “así llueve, truene o relampaguee”. Pero, ¿qué pasaría si Maduro insiste en asistir aún sin ser bienvenido?

De acuerdo con explicaciones otorgadas al medio El Comercio por el abogado Francisco Tudela, exministro de relaciones exteriores de Perú, el mandatario venezolano no podría ser sancionado de manera jurídica, pero las relaciones bilaterales se verían afectadas.

“Si él (Nicolás Maduro) decide forzar su llegada, es una violación de la cortesía internacional […] Lo que está haciendo es provocar una crisis. Probablemente, lo que quiere es la ruptura de relaciones con el Perú para impedir que los venezolanos puedan venir, buscar algún pretexto para bloquear las relaciones en ambos países”, comentó el abogado Tudela.

Como lo explica Tudela, el encuentro se enmarca dentro de lo que se conoce como ‘cortesía internacional’, un conjunto de “reglas de conducta” que en el caso de ser transgredidas no pueden aplicarse sanciones jurídicas como en el caso de los tratados internacionales, sino que se complicarían las relaciones políticas y mercantiles entre los países involucrados.

Latin American Post | Krishna Jaramillo

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