Cinco mujeres inspiradoras que luchan contra la trata de personas
El tráfico de personas es un grave delito. Cada año, miles de mujeres, hombres y niños caen en las manos de traficantes que acaban con sus vidas.
Estas son las mujeres que han decidido dedicar su vida a luchar contra la trata de personas. / Fotos: instagram.com/lozanomabel, instagram.com/ultrarunwild, instagram.com/racha_haffar
The Woman Post | Maria Lourdes Zimmermann
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Según el último informe sobre trata de personas presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito UNODC, el 72% de las víctimas de tráfico detectadas en 2018 en todo el mundo fueron mujeres. El 49% de los casos eran mujeres adultas y 23% niñas. La explotación sexual es la forma más común en el fenómeno de la trata de personas con un 59%, seguida del trabajo forzado con un 34%.
Hoy, Día Mundial Contra la Trata de Personas, The Woman Post reconoce el trabajo de cinco mujeres inspiradoras que luchan contra el fenómeno y trabajan a favor de los derechos humanos.
#FindelaTrata y #TratadePersonas
Gambia, África
Fatou Jagne un joven gambiana de 30 años, fue traficada a Kuwait por una persona conocida y fue esclavizada en servicios domésticos. Estudió para ser auxiliar de farmacia en la Universidad de Gambia. Después trabajó en un hospital pero su sueldo no cubría sus necesidades. Su deseo por vivir mejor la llevó a buscar oportunidades y se encontró con la trata y la esclavitud. Desde que llegó al aeropuerto en Kawait fue entregada a esclavistas que la pusieron a trabajar 24 horas al día sin descanso. No le daban de comer, le pagaban solo en ocasiones y la ponían a dormir en un baño.
Un día decidió huir, fue detenida y acabó en prisión. Fue testigo de asesinatos. Resistió y prometió que si sobrevivía, volvería a su país y lucharía contra la trata de seres humanos para que su historia no se repitiera en otras personas.
Volvió como pudo a África y fundó la Red de Mujeres contra el Tráfico de Personas, de la que hoy es presidenta. Es también miembro de la Red contra la Violencia de Género de Gambia.
Sostiene que la esclavitud en todos los países árabes, como Kuwait, Arabia Saudita, Qatar, Líbano es un hecho usual. Las personas que hacen parte de la organización de Fatou lo afirman porque también lo vivieron. “La esclavitud existe y los gobiernos de estos países lo saben y no hacen nada” cuenta Fatou.
España
Mabel Lozano es una cineasta española, activista contra la trata de personas apoyada por la ONU en su labor. Era actriz, modelo, presentadora y en 2007 decidió dar un giro a su profesión y hablar sobre derechos humanos desde el cine. Ese año hizo un máster en cine social y derechos humanos en la Universidad de Galway,comenzando una carrera como documentalista por los derechos humanos y lanzando un grito en contra de la trata de mujeres.
Según el portal especializado en cine Iberoamericano Programaibermedia.com, cinco años le ha tomado a Mabel Lozano la realización de su nuevo largometraje documental, Chicas Nuevas 24 Horas, el más ambicioso que la directora y activista española dedica a la trata de mujeres, un tema en el que basa su obra cinematográfica con películas como Voces o Escúchame, todas sobre este asunto.
El documental Chicas Nuevas 24 Horas le ha permitido cruzar el océano para rodar en Perú, Paraguay, Argentina y Colombia, países de trata de mujeres, adolescentes y niñas que son explotadas en Europa. Tras conseguir importantes nominaciones a los Premios Goya y a los Premios Platino del Cine Iberoamericano en la categoría de Mejor Documental, y después de que en Paraguay la película fuese declarada obra de interés cultural, Mabel Lozano sigue mostrando al mundo el flagelo de la trata de personas a través de sus documentales e historias como un mecanismo de educación que ha sido apoyado por la ONU.
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Tunez
Racha Haffar, de 30 años de edad, es una galardonada activista por los derechos de las mujeres de Túnez, y fundadora y presidenta de “Not 4 Trade”, la primera ONG contra la trata de seres humanos en este país. Es miembro del Grupo de trabajo de jóvenes para Beijing+25 de ONU Mujeres.
Racha es mitad siria y mitad tunecina, nacida y criada en Dubái. Creció en una sociedad conservadora y viviendo toda su vida la desigualdad de género y el machismo siempre sintió la necesidad de resistir desde que era niña.
Obtuvo una beca para estudiar en Inglaterra y buscando un ingreso para tener dinero extra se encontró con Au-pair en línea. Empezó a recibir ofertas de familias que podían requerir sus servicios y empezó a darse cuenta de los abusos cometidos y la trata que se generaba a través del mecanismo de reclutamiento de mujeres como niñeras.
Centró sus estudios de maestría en el caso y la investigación de la trata de mujeres y en 2016 creó la primera organización contra la trata en Túnez.
México
Norma Bastidas es mexicana, salió de su país soñando con un futuro como modelo en los años 80 pero terminó viviendo una pesadilla en Japón. Al llegar engañada a Tokio cuando perseguía su sueño, Norma pasó a ser propiedad de un bar y más tarde de un jefe de la mafia. Norma fue víctima de trata con fines de explotación sexual. Hoy lucha contra el fenómeno de forma inspiradora.
Una vez se liberó de la esclavitud sexual, comenzó a vivir de nuevo, intentó tener una vida normal pero no fue sencillo. En la búsqueda de liberarse de sus presiones comenzó a correr en nombre de la enfermedad de uno de sus hijos y más tarde se volvió maratonista y triatlonista. Rompió el silencio sobre la trata de personas y con su testimonio, empezó a recorrer el mundo con su historia. El deporte la ayudó a dar a conocer su caso.
En 2014, rompió el récord mundial Guinness al culminar la triatlón más larga del mundo. Nadó, pedaleó y corrió 6.054 kilómetros durante 65 días para visibilizar el problema de la trata y honrar a sus sobrevivientes. El trayecto que escogió es una de las rutas de tráfico de personas más conocidas del mundo: México-Estados Unidos.
Colombia
Marcela Loaiza es colombiana, viajó en 1999 a Tokio japón en búsqueda de oportunidades y fue atrapada por la Mafia Yakuza como esclava sexual. La falta de dinero, la soledad y una hija enferma la llevaron a vivir un infierno que documentó en un libro que hoy le permite prevenir a miles de mujeres con su experiencia.
Fue encerrada y esclavizada, violada y golpeada hasta el punto de acabar en un hospital totalmente desfigurada y quebrada. Fue obligada a tener relaciones sexuales con unos 20 hombres al día, 7 días a la semana. Pudo escapar del infierno gracias a un cliente que la ayudó y pudo presentarse en la embajada colombiana en Tokio para volver al país. Llegó a Colombia a trabajar en lo mismo, asumiendo que era su destino y su vida no cambiaría. Una organización religiosa la ayudó a recuperarse con terapias psicológicas y reintegración a la vida social. Escribir en sus terapias le ayudó a liberarse y luego pudo convertir sus historias en un libro. Atrapada por la mafia Yakuza, fue publicado en 2009 y dos años más tarde en 2011 publicó, Lo que Fui y lo que Soy.
Actualmente, Marcela Loaiza es activista y tiene una fundación con su nombre con la que apoya a mujeres que sufrieron su experiencia. Viajar por el mundo visibilizando su historia y la importancia de luchar contra la trata de personas es su trabajo. Marcela hoy es una inspiración para muchas mujeres que sufrieron la esclavitud sexual en países ajenos a los suyos.