Colombia: ABC de la reforma laboral de Gustavo Petro

El pasado 16 de marzo se radicó ante el Congreso de la República en Colombia, la reforma laboral con la que el gobierno del presidente Gustavo Petro pretende cambiar varios puntos y áreas cruciales de los trabajadores en ese país.

“Este proyecto de ley debe permitir (…) que cese el acoso sexual y laboral en el país; debe permitir que el salario real pueda crecer en Colombia para que se industrialice; debe permitir que la gente sea más feliz en esta sociedad y disfrutar de más tiempo libre. Debe permitir que se pueda organizar el cuerpo de trabajadores y trabajadoras para poder discutir de tú a tú con el mundo empresarial”, explicó el primer mandatario de los colombianos durante un acto simbólico en La Casa de Nariño (sede presidencial).

Asimismo, en un comunicado oficial publicado en la página web de la Presidencia, se específica que esta reforma nace como una necesidad para afrontar los cambios laborales que trajo consigo la nueva realidad después de la pandemia de COVID-19; incluso, otros escenarios que se venían presentando antes de la crisis sanitaria, sobre los cuales no se había prestado mayor atención.

“El mundo del trabajo cambia, sigue cambiando y se reorganiza. Han llegado nuevas formas, como el trabajo de plataformas, que necesita ser regulado, siguiendo experiencias internacionales normativas y jurisprudenciales”, explicaron desde el Ejecutivo colombiano.

Teniendo en cuenta esto, en LatinAmerican Post, hicimos un ABC de algunos de los puntos importantes a tener en cuenta dentro de esta nueva reforma laboral.

Priorización de la contratación a término indefinido

Para el Gobierno colombiano, la tercerización laboral (especialmente los contratos por prestación de servicios), afecta la estabilidad laboral de una sociedad.

Para sustentar este argumento, el Ejecutivo citó a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), de la cual forma parte Colombia, la cual señaló “que los fenómenos de tercerización aumentan la desigualdad y también ha puesto de presente el exceso de horas de trabajo que laboran los colombianos”.

De esta forma, tanto las empresas públicas como las privadas verán limitadas sus capacidades de contratar por prestación de servicios, cuando el colaborador se encargue de tareas misionales dentro de la organización.

Ahora, esto no significa que no se puedan realizar contratos temporales, cuando la necesidad de la empresa contratista sea esa. “Excepcionalmente, podrán celebrar contratos de trabajo para atender tareas de naturaleza temporal, ya sea por tiempo determinado, por el tiempo que dure la realización de una obra o labor determinada o, para ejecutar un trabajo ocasional, accidental o transitorio”, detalla el documento oficial de la reforma.

Finalmente, el texto también presenta un escenario claro frente a los contratos a término fijo: se realizarán con términos superiores a un año, y con oportunidad de prórrogas para dos años más de contrato. Luego de esto, “se entenderá celebrado a término indefinido desde el inicio de la relación laboral”, en caso tal de que ni el empleado ni el empleador muestren indicios de querer acabar con la relación laboral 30 días antes de la finalización del contrato.

Regresa la jornada nocturna de 12 horas

Con la llegada del expresidente Álvaro Uribe al poder en 2002, se estableció una reforma laboral en la que se disminuyó de 12 a 9 horas la jornada nocturna en Colombia; y por ende se aumentó la jornada diurna de 12 a 15 horas.

Este escenario es precisamente el que quiere corregir la reforma de Gustavo Petro, la cual es clara en el hecho de volver a jornadas diurnas y nocturnas de 12 horas, tal como estaban hace más de 20 años.

En ese sentido, lo que pretende el Gobierno es que la jornada diurna inicie a las 6:00 a.m. y culmine a las 6:00 p.m., hora en la que iniciaría la jornada nocturna hasta las 6:00 a.m. del día siguiente. Esto, por supuesto, representaría también un cambio en el pago de las horas extras nocturnas en el país.

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Recargo dominical y festivo del 100%

Paralelo a la propuesta del regreso de jornadas de 12 horas, también se presentó la opción de que regrese el pago de recargo dominical y festivo del 100 %, en vez del 75 % que se paga actualmente.

De esta forma, si una persona trabaja la jornada ordinaria (8 horas) un domingo o un día festivo y por hora gana 10 mil pesos, el pago por dicho trabajo sería el doble (20 mil pesos). Es decir, si el empleado en un día ordinario gana 80 mil pesos, por cada domingo o feriado trabajado recibiría 160 mil pesos.

Garantías para el trabajo en plataformas digitales

Uno de los puntos más innovadores de esta reforma laboral es el que tiene que ver con las garantías para los trabajadores de plataformas digitales como Rappi, Merqueo, entre otras.

De acuerdo con el texto oficial, todas las empresas cuyos colaboradores trabajan por medio de esta opción digital, deberán cerciorarse de que estas personas estén afiliadas y paguen a tiempo su seguridad social (salud, pensión y riesgos laborales) de forma independiente.

En caso tal de que no cumplan con este requisito, será la empresa la encargada de acarrear con los gastos de seguridad social, tal como se haría en un contrato a término fijo o indefinido.

Asimismo, el documento es claro cuando expone que en caso de que el trabajador no esté asegurado (ya sea de forma independiente o por cuenta de la empresa) y sufra un riesgo acobijado por la seguridad social, será la empresa la encargada de asumir los costos económicos derivados de esta situación.

Por último, la reforma también expone otros cambios en términos humanos e industriales como “la formalización e industrialización del campo colombiano, aumento de la licencia de paternidad a 12 semanas e igualdad salarial entre hombres y mujeres, entre otros”, según señaló la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez Ríos.