Esto es lo que tiene que conocer sobre cómo fueron los procesos electorales de México y Colombia
Las elecciones de México y Colombia permiten reflexionar sobre el proceso electoral que se llevará a cabo en Brasil en octubre y sobre el estado de la política de la región. Aquí puede conocer más acerca de esto
El 1º de julio fue electo Andrés Manuel López Obrador como mandatario de México, por su parte Colombia eligió el 17 de junio a Iván Duque Márquez como su nuevo presidente en la segunda vuelta. Por sus características, ambas elecciones resultaron históricas para cada país y para la región. En México la izquierda nunca había llegado al poder, y tras 18 años de democracia en el país finalmente lo ha logrado, mientras que en Colombia el nuevo presidente gobernará sólo 4 años al eliminarse en 2015 la reelección. Ambos procesos electorales nos dan elementos para reflexionar rumbo a las elecciones que se celebrarán en Brasil en octubre y para analizar el estado de la política regional en lo que va del año.
La credibilidad de las encuestas
Las encuestas han tenido un gran desprestigio en el último lustro, sobre todo cuando se considera lo sucedido en el Brexit, en la consulta sobre el Acuerdo de paz con la ex guerrilla de las FARC y la elección de Donald Trump como presidente. En estos casos representativos las encuestas proyectaban resultados totalmente distIGNORE INTOs, lo que trajo críticas sobre su utilidad, sobre su importancia real y especialmente sobre su credibilidad, según distIGNORE INTOs medios como El País y CNN en español. En el caso de México, en las elecciones de 2012 las encuestas daban como ganador a Enrique Peña Nieto con una ventaja amplia de hasta 18 puntos, pero la realidad es que fueron casi 7 puntos, según el medio SinEmbargo MX. Así pues, a pesar de que no erraron en el orden de los candidatos en los resultados, sí lo hicieron en los porcentajes, lo que incidió en su credibilidad.
En 2018 las encuestas tuvieron menos problemas, pues proyectaban una victoria cómoda de López Obrador con más del 50%, cosa que ocurrió con gran precisión en los porcentajes, mejorando su imagen en la opinión pública. En Colombia las encuestas tuvieron también buenos resultados, el promedio general de las encuestas una semana antes de la segunda vuelta era de 13 puntos de ventaja de Duque sobre Petro, según datos de El País, resultado que se confirmó finalmente en las urnas.
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Fake News
Las campañas en México y Colombia distaron mucho de ser propositivas y limpias, pues se caracterizaron por los constantes ataques y la guerra sucia entre los diferentes candidatos. En Colombia la publicidad negativa y la difamación fueron constantes. Vargas Lleras acusaba a Duque de falta de experiencia, según El Universal, sólo por mencionar un ejemplo sencillo. No obstante, no hubo candidato que no haya incurrido en estas prácticas. Las noticias falsas, o “fake news” como se ha popularizado llamarles, no pararon a lo largo de la campaña. Una de las más famosas fue la acusación a Petro de tener cercanía con el chavismo y de querer convertir a Colombia en Venezuela, según informó El País.
Prácticamente idéntica fue la acusación a López Obrador en México, de querer convertir al país en Venezuela, entre otras calumnias hacia el ahora presidente electo. La campaña mexicana se caracterizó por girar alrededor de López Obrador, las injurias estaban destinadas hacia él, desde todos los partidos. Por este motivo, la sociedad civil y los medios de comunicación mexicanos lanzaron Verificado MX, un portal construido por varios medios unidos para verificar los datos y corroborar las afirmaciones de las noticias para evitar las noticias falsas. El éxito de esta iniciativa puede ser replicada en otros países como Brasil que está próximo a elecciones, en donde las noticias falsas estarán presentes todos los días, según la agencia EFE.
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Segunda vuelta
Las elecciones mexicanas tienen algo que aprender de las de Colombia y Brasil: la segunda vuelta. El país norteamericano se polarizó en 2006 cuando el candidato Felipe Calderón venció a López Obrador por 0.56% de ventaja, de acuerdo con SDPNoticias, lo que se tradujo en un país dividido. En 2012 la historia no fue diferente, la ventaja menor al 7% de Enrique Peña Nieto le restó legitimidad a su gobierno. Para su suerte el gobierno de López Obrador llega con un porcentaje de hasta 54%, más de 30 puntos sobre el segundo lugar. Si México tuviera segunda vuelta no habría sido necesaria en este caso, pero las dos experiencias anteriores deberían hacer pensar al país si la necesita o no.
Latin American Post | Luis Angel Hernández Liborio
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