Japón: Abdicación del emperador y fin de una era
Akihito se prepara para abdicar al trono, su hijo lo sucederá en abril de 2019
El 8 de enero de 1989 asumió como emperador japonés Nº125, Akihito, dando comienzo a la era denominada “Heisei” o “Consiguiendo la paz”. Según la Constitución nipona de postguerra es un “Símbolo del Estado” y cumple papel ceremonial y no tiene poder político. Las apariciones del emperador han sido contadas y han sido en situaciones sumamente requeridas como por ejemplo: 2011 tras el desastre en Fukushima con el fin de consolar a la población y su última aparición en donde explicó su situación de salud.
El emperador japonés Akihito abdicará el 30 de abril de 2019 convirtiéndose así en la primera renuncia al trono en los últimos siglos. Esto después de que el 2016 diera la impresión a través de un discurso televisado, sobre una futura decisión de dejar el trono debido a su delicado estado de salud. “Cuando considero que el nivel de mi condición física está disminuyendo gradualmente, me preocupa que pueda ser difícil para mí desempeñar mis funciones como símbolo del Estado con todo mi ser, como he hecho hasta ahora”, fue parte de su discurso televisado y una de los pocas apariciones mediáticas en los últimos años.
El emperador ha sido operado varias veces al corazón, también fue tratado por cáncer en la próstata. Con 85 años dejara el trono a su hijo mayor que asumiría con 59 años, con el cual iniciará una nueva era en Japón.
Justo al día siguiente de la dimisión de Akihito, será su hijo mayor, Naruhito quien ascenderá al trono marcando el comienzo de una nueva era. La fecha tiene detractores que consideraban más apropiada la fecha del 31 de diciembre. Sin embargo, la Casa Imperial argumentó que dicha fecha es difícil debido a las celebraciones de fin de año y que la abdicación generará “un gran impacto en la vida de los ciudadanos”.
Japón es una sociedad en donde converge una cultura muy tecnológica, pero también muy arraigada a sus tradiciones milenarias, sus ceremonias y sus costumbres. Su trato por lo general es sumamente respetuoso y muy cordial.
El Ejecutivo se encargará durante todo este tiempo para alistar todas “las iniciativas legislativas y los esfuerzos necesarios” para que la abdicación sea efectiva y llevada a cabo en el día establecido. La fecha fue tema de debate ya que coincide con el comienzo del año fiscal, lo que facilita muchos temas administrativos y procedimientos.
Según las leyes de sucesión actuales de Japón, el heredero solo puede ser un hombre cuyo padre pertenezca a la familia real. 250 años después de la última mujer que ostentó el título de emperatriz, el parlamento nipón se ha mostrado abierto nuevamente a debitar el tema y darles posibilidad a las mujeres para acceder al trono imperial. Actualmente las mujeres no tienen esa posibilidad y pierden automáticamente su estatus real si se casan con un “plebeyo”. La preocupación sobre la sucesión viene a preocupar debido a que actualmente cuenta con solo 19 miembros, de los cuales tienen derecho a heredar solo 4: un hermano de 81 años, Masahito, sus dos hijos de 57 y 51, Naruhito y Fumihito y el hijo pequeño de éste último, Hisahito de solo 10 años.
Labor del emperador actual
Japón ha vivido numerosas catástrofes y guerras mundiales. Hoy en día la labor del emperador ha sido de reconciliación con países vecinos. Tratar de sanar heridas de cruentos enfrentamientos con vecinos sobre todo con Corea del sur y China.
Los emperadores actuales se han acercado mucho al público japonés. Entre los deberes oficiales están representación de la nación, recibir dignatarios internacionales, entrega de honores. Muchos ritos y ceremonias religiosas que caracterizan a la familia real.
Según las encuestas, un 70% de la población estaría a favor de dar la posibilidad a la mujer. “Es obvio que no hay suficientes miembros en la familia imperial. Debemos aceptar la realidad. Es una cuestión ineludible que debe ser discutida”, así lo dice la especialista de la Universidad de Tokio, Keiko Hongo.
Latin American Post | Daniella Páez Otey
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