Medio ambiente

Bolsonaro y medio ambiente ¿una relación tóxica?

Brasil tendrá una nueva jornada electoral el próximo 30 de octubre. El manejo ambiental del actual presidente Jair Bolsonaro es uno de sus talones de Aquiles. En este artículo, haremos una recopilación y análisis de su gestión climática y ambiental

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Foto: TW-jairbolsonaro

LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos

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Hoy en día las políticas climáticas y ambientales hacen parte fundamental de cualquier contienda electoral. Con los avances científicos, la agenda internacional, el trabajo y presión de los activistas y el conocimiento de los ciudadanos, cada vez es más difícil ser un negacionista del cambio climático.

Esto lo sabe Jair Bolsonaro y ha empezado a implementar la sostenibilidad en sus alocuciones. De hecho, en su reciente discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, el mandatario expresó que en la Amazonía brasilera más del 80% de los bosques no han sido tocados. Asimismo, sostuvo que Brasil tiene dos tercios del territorio cubierto con vegetación nativa. También, en reiteradas ocasiones, ha señalado que cuando se dice lo contrario se trata de una campaña de desprestigio por parte de los medios y las ONG. Bolsonaro incluso ha asegurado que el mundo padece de una “psicosis ambiental”.

Lo cierto es que la relación con el medio ambiente que este candidato de ultraderecha defiende se sustenta en el desarrollo económico. Es decir, explotar los recursos naturales teniendo como prioridad la economía y la generación de empleo. Así, busca una productividad económica e inversión de capitales privados para hacer de Brasil una potencia agrícola, así sea a costo del daño de la Amazonía y la violación a los derechos de las comunidades indígenas.

 

Las cifras e investigaciones que lo denuncian 

Diversos estudios e investigaciones muestran un Brasil diferente al que Bolsonaro ha mencionado en sus recientes discursos. Bajo su gobierno, la Amazonía ha sufrido la peor deforestación desde 2006. El año 2022 ha sido catastrófico. El Monitor Forestal PlenaMata, que hace un monitoreo satelital e investigaciones de múltiples organizaciones, señala que se han deforestado cerca de 461.312.570 árboles, una media de 1.221 árboles por minuto, durante 2022. Con la llegada de Bolsonaro en 2019, la cifra casi se dobló: de 4.953 kilómetros cuadrados en 2018 a 9.177 en 2019.

“La tasa de deforestación en los territorios indígenas está aumentando considerablemente, con un aumento del 74 % entre 2018 y 2019”, señaló la organización Global Witness, tras el primer año del gobierno Bolsonaro. Las comunidades indígenas han sido constantemente amenazadas y atacadas por las políticas de Estado. 

El Atlas de la Justicia Ambiental, que documenta los conflictos sociales en torno a cuestiones ambientales, señala que en Brasil se han reportado 174 casos de conflictos ambientales, en los que alrededor de 150 se encuentran activos. De acuerdo con la WWF, por culpa de las políticas de Jair Bolsonaro, para el 2021 Brasil sufría la “peor crisis de agua en 90 años debido al efecto combinado de factores meteorológicos con la creciente deforestación de la Amazonía”.

La impunidad y la falta de justicia también ha sido denunciada en múltiples investigaciones. Amnistía Internacional lanzó en 2021 un informe titulado “1.000 días sin derechos. Las violaciones del gobierno Bolsonaro”, en el cual denuncia múltiples agresiones a los derechos humanos. Entre ellas, denuncia las omisiones del gobierno de Bolsonaro ante los incendios del 2019 y 2020 que destrozaron amplias zonas de la Amazonía; sus discursos y agenda anti indígena; y los constantes ataques a los periodistas. 

Human Rights Watch también ha indicado que “el gobierno de Bolsonaro ha debilitado la aplicación de las leyes ambientales y, en la práctica, ha dado luz verde a las redes delictivas que impulsan la deforestación ilegal del Amazonas e intimidan y atacan a defensores de la selva. El número de homicidios causados por policías alcanzó un nivel récord, afectando de manera desproporcionada a brasileños negros”.

Te recomendamos leer: Infografía: Deforestación del Amazonas alcanza 1,6 millones de árboles por día en 2022

Bolsonaro vs. los ambientalistas 

Desde sus reconocidos cruces de insultos con Leonardo DiCaprio hasta su calificación como “basura” a la ONG Green Peace, Bolsonaro ha mantenido una constante actitud hostil con quienes defienden el medio ambiente y claman por una acción climática más contundente. 

La noticia del asesinato del defensor de los derechos indígenas Bruno Araujo Pereira y del periodista inglés Dom Phillips en junio del 2022 dio la vuelta al mundo. No obstante, no es el único caso de asesinatos a líderes ambientales. Brasil se encuentra entre los países más peligrosos para los defensores ambientales.

De acuerdo con la información de la organización Global Witness, la cual documenta los asesinatos de líderes ambientales, en Brasil han sido asesinados 342 defensores desde 2012 (26 en el 2021, 20 en 2020 y 24 en 2019). La situación durante el 2022 no es mejor Esta organización señala que “Desde que Bolsonaro llegó al poder, ha alentado la tala y la minería ilegales, ha anulado la protección de los derechos territoriales indígenas, ha atacado a grupos conservacionistas y ha desmantelado y recortado los presupuestos y recursos de las agencias de protección forestal e indígena. Esto ha llevado a bandas criminales a invadir áreas indígenas y de conservación con impunidad”. 

El gigante sudamericano es un país megadiverso, de una importancia vital para la lucha contra el cambio climático. Por tal razón, la elección de su próximo presidente es fundamental para el continente y el mundo entero, ante la emergencia climática. No se trata de un odio sin fundamentos hacia la figura de Bolsonaro, como él lo ha intentado señalar, las cifras y las voces pidiendo justicia lo demuestran. 

No obstante, no todo son malas noticias. El Supremo Tribunal Federal de Brasil determinó en julio que el gobierno debía reanudar la destinación de recursos al Fondo del Clima, que había sido paralizado por el gobierno. Por otra parte, Brasil tiene un potencial enorme para convertirse en líder de las energías sostenibles y ya constituye el 10% del empleo global en energías renovables. Se requiere de un mayor compromiso que encamine a este gigante sudamericano hacia la sostenibilidad y protección del pulmón del mundo. Más de 60 organizaciones, académicos y comunidades han preparado un documento llamado “Brasil 2045” destinado al nuevo gobierno y a las acciones de los primeros 100 días. 

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