Día sin carro: ¿Es la bicicleta realmente una opción de movilidad en Bogotá?
El jueves pasado se hizo la jornada de Día sin carro en Bogotá. Solo vehículos de transporte público pudieron transitar, lo que obligó a los ciudadanos a no movilizarse en carro y utilizar otros medios para ir a sus lugares de trabajo y actividades diarias. La bicicleta es una gran opción de movilidad, pero todavía hay aspectos para mejorar.
Foto: Flickr -Julián Ortega
LatinAmerican Post | Sergio Ortiz
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Muchas más bicicletas de las que usualmente transitan por las calles de la capital colombiana estuvieron en actividad en el día sin carro. Según los reportes oficiales de la Alcaldía de Bogotá, más de 340.000 ciclistas se movilizaron por la ciudad. Esto se debe, en primer lugar, a la necesidad de desplazarse sin emplear el vehículo particular, pero también al atractivo de andar por una ciudad sin la misma cantidad de contaminación como la que se ve en un día normal bogotano. A esto se suman las ventajas de pedalear sin los peligros de calles llenas de tráfico y conductores estresados y agresivos.
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Los resultados del día sin carro, tanto en relación con la movilidad como en la polución, muestran que, si se consiguiera seguir incentivando el uso de la bicicleta, junto con una mejora significativa de las condiciones del transporte público, podría mejorar también la salud de la ciudad. Los reportes oficiales señalaron que se redujeron en un 51% las emisiones de carbono frente a un día normal.
Sistema de bicicleta compartidas de Bogotá
A finales de septiembre del 2022, la Alcaldía de Bogotá inauguró el sistema de bicicletas compartidas, el cual cuenta con alrededor de 3.300 bicicletas a disposición de los ciudadanos que se quieran movilizar en ciertas localidades. Se espera que este proyecto crezca y se expanda por más partes de la ciudad, para que los ciudadanos tengan más facilidades para usar este tipo de transporte sostenible.
Pese a los buenos resultados, aún queda mucho por hacer en esta dirección. Para que el uso de bicicleta sea una norma y no una excepción, destacamos 5 aspectos por mejorar:
1. Seguridad de los ciclistas
Con seguridad son muchos los bogotanos y bogotanas que estarían dispuestas a usar con más regularidad sus bicicletas si se pudiera garantizar, como pasó en el día sin carro, una protección contra los robos y los atracos. No son pocos los casos diarios de personas que son despojadas de sus bicicletas y otras pertenencias por ladrones que ya conocen los lugares más apropiados, solos y oscuros para cometer estos delitos. En este sentido, pensar la movilización en bicicleta con el fortalecimiento de la seguridad en algunos puntos es esencial.
2. Fragilidad en una ciudad frenética.
Otro miedo que desanima a muchos a salir en su bicicleta para sus trabajos es la dinámica misma del tráfico bogotano. La cantidad de vehículos, junto con el tamaño de la ciudad, hacen que se genere estrés en los conductores y que los accidentes de tránsito sean parte de la cotidianidad. Y si un accidente en un automóvil puede resultar en el disgusto de tener que empezar un trámite tedioso para recibir una compensación económica, o tener que pagarla. Por otra parte, un accidente en bicicleta puede llegar a costarle la vida a quien va pedaleando. Un hábito de respeto y cuidado, tanto de parte de ciclistas como de conductores, es otro asunto pendiente. Se requiere más educación ciudadana para respetar las normas en la calle.
3. Infraestructura.
Si bien es cierto que en Bogotá se ha invertido parte del presupuesto público de los últimos años para rutas exclusivas de bicicleta, también es verdad que muchas de estas rutas se encuentran en mal estado. Esto hace que muchas veces resulte preferible transitar junto con los carros en las avenidas, que en los corredores diseñados como ciclovías. Además de esto, hay muchas de estas vías que no están adecuadamente pensadas en términos de sus conexiones, y se carece de señalización adecuada en términos de mapas e indicaciones para moverse por ellas.
4. Auxilios técnicos.
Más puntos de reparación de bicicletas también son necesarios a lo largo de la ciudad, pues es frecuente que la bicicleta sufra algún daño y la persona deba caminar algunos kilómetros antes de encontrar donde repararla.
5. Otros incentivos.
Algunas universidades bogotanas aprovecharon el día sin carro para entregar kits con reflectivos, casco, herramientas de reparación, para estimular el uso de la bicicleta. Una campaña más constante, tanto en universidades como en oficinas y empresas, es una manera de aportar a la movilidad de la ciudad y al bienestar de todos los que allí viven.
Esto solo será una realidad si hay una planeación clara de estos aspectos y se empieza a desarrollar en los ciudadanos no solo la conciencia de los beneficios públicos, sino un gusto por este medio de transporte que, a la vez que permite ejercitar el cuerpo, da una sensación de mayor cercanía con la ciudad y sus diferentes espacios.