De “patio trasero” a “basurero”: Así está usando EE.UU. a Latinoamérica como su vertedero
Más de 200 mil toneladas de residuos plásticos fueron enviadas desde Estados Unidos hacia cuatro países de Latinoamérica entre 2020 y 2021, de acuerdo a una nueva investigación. Estas exportaciones han aumentado en los últimos años y suponen un peligro para los latinoamericanos.
Foto: Pexels
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Read in english: From “Backyard” to “Dumpster”: This is How the US is Using Latin America as its Dumping Ground
El patio trasero de Estados Unidos es una expresión que se ha usado en las relaciones internacionales para referirse a Latinoamérica como una zona de influencia de Estados Unidos. Dicha influencia se ha ejercido de distintas formas: mediante alianzas estratégicas, cooperación o inversiones, pero también con un aprovechamiento desigual en lo que ha sido llamado el imperialismo de Estados Unidos. En la actualidad, el país norteamericano está exportando grandes cantidades de desechos a Latinoamérica, convirtiendo así a diversos países de la región en su basurero.
Un nuevo informe de investigación realizado por la Alianza Global por Alternativas a la Incineración, GAIA, expone las cifras de importación y exportación de desechos plásticos hacia Latinoamérica en México, Chile, Argentina, Ecuador y El Salvador. Los hallazgos muestran que Estados Unidos es quien más exporta plásticos a América Latina y el Caribe. Entre 2020 y 2021, la región recibió más de 200 mil toneladas de este tipo de residuos. "Algunos de los principales países receptores fueron México y Ecuador, que pasaron de recibir 63 mil toneladas durante el 2020 a 84 mil durante el 2021, y de 6.745 toneladas en 2019 a 8.253 toneladas en 2020, respectivamente", señala el informe. Además, hay registros de que Estados Unidos también exporta basura a Colombia, Honduras y Guatemala, así como a India, Filipinas, Vietnam, Tailandia, Indonesia y Malasia, entre otros.
“Es irresponsable e inmoral que Estados Unidos no impida que las empresas exporten desechos plásticos a América Latina y el Caribe, así como a todo el Sur Global. En lugar de implementar medidas adecuadas de reducción de desechos a nivel nacional, EE. UU. está perpetrando un colonialismo de desechos al arrojar esta contaminación tóxica en otros países", señaló Melissa Aguayo, Coordinadora en Estados Unidos del movimiento global Break Free From Plastic, que vincula a 2.724 organizaciones alrededor del mundo. De hecho, más de 70 organizaciones firmaron una declaración para rechazar el comercio transfronterizo de estos desechos, provenientes de Estados Unidos, y pedir a este país que gestione los residuos dentro de sus fronteras.
Estados Unidos no es el único
Son múltiples las razones por las cuales Estados Unidos envía sus desechos a otros países. Para las empresas puede resultar más barato enviar los desechos a otros países y librarse de las legislaciones nacionales. Asimismo, no tienen que gestionar estos desechos y los daños que esto implica. En este sentido, se aprovechan de países en vía de desarrollo o con legislaciones débiles en esta materia y afectan a las comunidades locales y al medio ambiente. Esta práctica constituye una nueva forma de colonialismo, que favorece que se incrementen la ilegalidad y la corrupción en los países más empobrecidos. Asimismo, sirve como una forma de "green washing", para las compañías.
No obstante, esta es una práctica que realizan múltiples países del Norte Global y así ejercen violencia a países del Sur Global. Antes, China era el país que más importaba residuos. No obstante, en el 2018 cambiaron sus leyes. Desde entonces, la basura se ha movido hacia otras zonas del planeta, especialmente el sudeste asiático.
El proyecto "Plastic Waste Transparency Project", de la organización Basel Action Network, documenta la exportación de residuos en el mundo. De acuerdo a la información del 2021, los países que más exportan basura son: Japón (560,730 toneladas), Estados Unidos (259,693 toneladas), Países Bajos (206,684 toneladas), Alemania (94,711 toneladas), Australia (86,904 toneladas), Bélgica (66,451 toneladas) y Reino Unido (24,793 toneladas). Por su parte, quienes más reciben son Malasia, Indonesia, India, Tailandia, Malasia, Turquía, Vietnam y países de Latinoamérica, principalmente México, El Salvador y Ecuador.
Sin embargo, los informes de esta organización también señalan que dichas exportaciones han disminuido a nivel global en los últimos años: "las exportaciones globales totales de los 10 países principales disminuyeron a 3,75 millones de toneladas/año en 2021, desde 4,41 millones de toneladas/año en 2020 y 6,75 millones de toneladas/año en 2017". No obstante, aún es una realidad preocupante y mientras los Estados no implementen medidas reales para la eliminación de los plásticos en sus respectivos países, seguirá sucediendo.
¿Qué pasa con el Convenio de Basilea?
El Convenio de Basilea es un acuerdo internacional que pretende controlar los movimientos de residuos peligrosos y de todo tipo de desechos. Este tiene una enmienda a los plásticos, que entró en vigor en el 2021, que señala que el país emisor de los desechos debe solicitar permiso al país receptor sobre los desechos que desea exportar. No obstante, esta enmienda no ha generado importantes reducciones a los movimientos, según señalan diversas organizaciones ambientales.
Es por esto que organizaciones ambientales y científicos se han unido para pedir un acuerdo global de los plásticos. Señalan que "este proceso debe basarse en un sistema justo y sólido para garantizar la participación de las partes interesadas y una implementación significativa en todos los niveles bajo un enfoque basado en los derechos humanos", como lo recoge el portal www.plasticstreaty.org que reúne dichas demandas.
Es necesario superar el enfoque de la compensación, en el que se intenta compensar el daño ambiental y humano mediante la compensación económica de los países ricos. No obstante, no se consulta a las comunidades, que, por lo general, no desean compensaciones, sino que no exista el daño dentro de sus territorios. La contaminación por plásticos está causando enfermedades y daños a los ecosistemas que son irreversibles.