Dos científicos Latinoamericanos ganan los Premios Whitley 2022
Micaela Camino y Pablo Hoffman reciben galardones por sus proyectos que buscan preservar bosques en Argentina y Brasil. Aquí le contamos.
Fotos: whitleyaward.org
LatinAmerican Post | Brandon Martínez Salazar
Escucha este artículo
Read in english: Two Latin American Scientists Win The 2022 Whitley Awards
El medio ambiente y el cambio climático quizás sean los temas más importantes que se deben tratar en los próximos años. Claramente, todo esto debe ser manejado con políticas de Estado que garanticen la preservación y el cuidado de todos los ecosistemas como un hecho esencial para la supervivencia de los seres humanos y los animales. Sin embargo, la sociedad (desde la industria hasta las comunidades) tienen la responsabilidad de participar y aportar positivamente a la mitigación y prevención del cambio climático.
¿Cómo hacerlo? Disminuyendo los plásticos de un solo uso, protegiendo los bosques, reduciendo las emisiones de gases, reemplazando las energías tradicionales por energías limpias, entre otras. Un ejemplo de estos aportes recientes, lo hacen dos latinos, que son una muestra eficiente de liderazgo. Hablamos de Micaela Camino y Pablo Hoffman, dos científicos latinoamericanos que han sido ganadores de los prestigiosos Premios Whitley 2022, cuyos proyectos son considerados soluciones pioneras a la crisis de la biodiversidad.
¿Qué son los Premios Whitley?
A esta gala de premiación también se le conoce como los Oscar Verde. Se trata de los galardones más prestigiosos a nivel internacional sobre la conservación del medio ambiente. Cada año, a través del Fondo Whitley para la Naturaleza se seleccionan las mejores propuestas y liderazgos ambientales. Como tal se encarga de reconocer las mejores contribuciones a la preservación de la vida silvestre en regiones como Asia, África y América Latina.
¿Quiénes son los dos latinoamericanos que fueron premiados este año? ¿De qué van sus proyectos?
Micaela Camino es una bióloga argentina. A lo largo de su carrera profesional se ha interesado por el Chaco Suramericano, conocido por ser el segundo ecosistema más grande de Latinoamérica, después de la Amazonía. Para ser más especifico, el Chaco Suramericano es un bosque seco subtropical que posee una extensión de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados y que se comparte entre tres países: Argentina, Bolivia y Paraguay.
Ahora bien, en este gran ecosistema vive una especie de chancho monte que se le conoce como el chancho quimilero, un animal que sólo habita en el Chaco Suramericano y que debido a la alta deforestación dicha especie se encuentra amenazada.
Por lo tanto, esta bióloga argentina ha estado luchando por detener la deforestación que hoy afecta a esta región del mundo. Camino, en su propuesta para proteger a las especies y al bosque seco ha promovido estrategias como talleres guiados por abogados y organizaciones ambientales que permitan enseñarles a las comunidades las leyes que protegen a los bosques que los rodean.
Por su parte, el ingeniero forestal Pablo Hoffman de Brasil se ha enfocado en su vida profesional a proteger y conservar el bosque araucarias en su país. De acuerdo con la investigación de Hoffman en su postulación al Premio Whitley, este ecosistema cubría cerca del 40% del estado Paraná. Sin embargo, hoy día esa cifra se ha reducido a menos del 1% de los ecosistemas que se encuentran en buenas condiciones.
Lea también: Latinoamérica en resumen: Lluvia de meteoros hemisferio sur | Luis Díaz en la final de la Champions
En el trabajo que ha venido adelantando junto a sus colegas han identificado que uno de las especies de árbol más afectadas por el deterioro ambiental es la Araucaria. Hoffman explica que las razones que han llevado a la destrucción de estos lugares ha sido los ciclos económicos en el sur de Brasil. En otras palabras, estos territorios se han sobreexplotado por la ganadería, la agricultura y la explotación de maderas, lo que ha traído consecuencias nefastas para la naturaleza.
Su propuesta para mitigar el impacto y poder salvar los bosques consiste en la producción de plántulas de especies amenazadas que sean genéticamente diversas y que serían replantadas en la región. El objetivo de su plan es lograr abastecer de 60.000 plántulas a 20 sitios específicos para reforestarlos. De esta manera, busca involucrar ONG asociadas, viveros, agricultores y propietarios de tierras para reconstruir los bosques, apoyar la vida silvestre y reducir el carbono.
¿Qué dejan estas iniciativas?
Los Premios Whitley son muy ambiciosos porque ayudan con financiación a mejorar la biodiversidad. Por lo tanto, lo que sucede alrededor de estos dos casos en Latinoamérica es claramente un avance importante, no sólo en materia de investigación sino también en la intención de involucrar a las comunidades para conservar todas las especies en peligro de extinción.
Es importante destacar que la causa principal de los desafíos que enfrenta el mundo en materia ambiental es la intervención del hombre con fines económicos en las reservas naturales. Por eso, la sociedad tiene que estar atenta a la legislación y no permitir que se sigan dañando los bosques, que en definitiva son parte esencial de la vida en el planeta.