Finalizó la COP 15: ¿A qué acuerdos se llegaron para proteger a la biodiversidad?
Del 7 al 19 de diciembre, se desarrolló la Conferencia de la ONU sobre la Biodiversidad en Canadá. Este encuentro tenía como objetivo analizar los logros, fracasos y retos de los acuerdos anteriores y plantear un nuevo Marco Mundial para la Diversidad Biológica posterior al de 2020
Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | Daniel Alejandro Vergara
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Durante esas las últimas semanas, las y los líderes mundiales, entidades públicas y privadas, la comunidad científica y personalidades del activismo internacional, debatieron sobre las nuevas necesidades del mundo en cuestión de diversidad, teniendo en cuenta la coyuntura climática en la que está inmersa el planeta tierra en estos momentos. Este nuevo marco plantea una serie de iniciativas para que en 2050 la humanidad pueda permitir la vida diversa en la tierra.
Uno de los puntos más importantes en esta conferencia fue el análisis de los protocolos del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés). Este Convenio se dedica a promover el desarrollo sostenible en el planeta, reconociendo que la diversidad biológica va más allá de la fauna, la flora y sus ecosistemas, plantea que la biodiversidad es un tema que se relaciona con las personas, las materias primas, los alimentos y el bienestar.
En la mañana del 19 de diciembre, el ministro chino de medio ambiente, Huang Runqiu, anunció que el acuerdo de la COP 15 había sido aprobado. Según el CBD: “El texto establece proteger el 30 por ciento del planeta para 2030, así como proveer 30.000 millones de dólares en ayuda anual para los esfuerzos de conservación de los llamados países en desarrollo”. Esta, junto a otras decisiones, ha sido bien recibida por la prensa internacional, comunidad científica y los 190 países que firmaron el texto en la Conferencia sobre la Biodiversidad.
Este acuerdo se ha nombrado como histórico por varias razones: la primera tiene que ver con la renovación del Marco Mundial 2020, es decir, que este año se plantearon nuevos objetivos centrados en las necesidades presentes del mundo en cuanto a la diversidad. La segunda tiene que ver con la crisis actual que vive el planeta. Según datos del Centro Regional de las Naciones Unidas, cerca de 1 millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción en el mundo actualmente, por ello se hace necesario que la comunidad internacional tome acciones inmediatamente. Otra de las razones, es que, según un informe de la CBD publicado en 2020, de las 20 metas que los países firmantes acordaron en el Marco para la diversidad biológica firmado en Nagoya, Japón (2010), ninguna se cumplió de manera completa.
Según el nuevo Marco para la Diversidad Biológica, los nuevos objetivos propuestos en Montreal están relacionados con la creación de nuevas áreas protegidas en cerca del 30% las aguas y tierras del planeta. También se planteó la búsqueda de ayuda internacional de al menos 30.000 millones de dólares para 2030. Otro de los objetivos planteados fue el apoyo a las comunidades indígenas de todo el mundo, que son las que protegen el 80% de los ecosistemas biodiversos del planeta.
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Algo que ha sido de gran interés es la meta de garantizar que las prácticas de agricultura, acuicultura, la silvicultura y la pesca se comiencen a gestionar de manera sostenible en los diversos territorios con el objetivo de restaurar los ecosistemas degradados por las malas prácticas. Todo apunta a que este nuevo acuerdo tendrá mucha mejor acogida a nivel internacional porque se implementarán mejores mecanismos de veeduría, control y seguimiento a cada uno de los países firmantes para vigilar el cumplimiento de las 4 metas generales para 2050 los 23 objetivos para 2030.
No obstante, como suele suceder con este tipo de eventos organizados por Naciones Unidas, diversas organizaciones ambientalistas no han quedado satisfechas con la ambición de los acuerdos. Es el caso de Ecologistas en Acción, quienes señalaron que: "más importante que el porcentaje del área a proteger era que los espacios protegidos tengan adecuados planes de gestión y que realmente se apliquen, algo que no se ha incluido suficientemente en el acuerdo. Si proteger el 30 % de los espacios naturales permite destruir el 70% es evidente que no es un buen acuerdo".