Greta Thunberg: la influenciadora ambiental que necesitamos

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Esta joven estudiante sueca es la voz contra el cambio climático que le habla fuerte y claro a los líderes mundiales. Conozcala aquí

Esta es la historia de una niña tímida chica sueca que se convirtió rápidamente en la vocera en contra del cambio climático. Con tan solo 16 años, Greta Thunberg es apoyada por miles de personas preocupadas por la crisis ambiental que vivimos, dicta conferencias frente a uno de los líderes más importantes del mundo y le habla de tú a tú a alguno de los gobiernos más fuertes del mundo que buscan en ella una inspiración para solventar la crisis ambiental.

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La voz en contra del calentamiento global

El calentamiento global está pasando de ser una pesadilla a una realidad apocalíptica. Para nadie es un secreto que estamos atrapados en una crisis ambiental y que el futuro, a menos que cambiemos radicalmente nuestra manera de vivir, no nos depara más que desolación y destrucción.

Varios países y organizaciones han tomado cartas en el asunto para darle un respiro al planeta y que no nos enfrentemos a un futuro distópico a lo Mad Max donde solo hay desierto, recursos vitales como el agua escasean y el más fuerte es el que manda.

A pesar de estas acciones gubernamentales, Thunberg no está conforme con lo que se está haciendo al respecto. Ella dice que no es suficiente y que nadie se está tomando esto en serio.

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“Ustedes se la pasan diciendo que ustedes les deben la esperanza de un mundo mejor a las futuras generaciones. No quiero sus esperanzas. Quiero que entren en pánico. Quiero que sientan el miedo que yo siento todos los días. Luego quiero que hagan algo al respecto”. Con estas declaraciones contundentes, recogidas por la BBC, Thunberg paralizó a los que la escuchaban en medio de una de las varias conferencias a la que la invitan.

¿Quién es Greta Thunberg?

Esta historia empieza el viernes 20 de agosto del 2018 cuando Greta Thunberg, en vez de ir a clase, montó su bicicleta hacia el parlamento sueco a las 8:30 de la mañana con un cartel que decía paro estudiantil por el clima -en sueco es skolstrejk för klimatet- . La jovén estuvo ahí sentada frente a las escaleras del parlamento hasta las 3 de la tarde, hora a la que se acaba la jornada estudiantil.

Al principio, ella estuvo sentada sola, en silencio, adelantando trabajos escolares para suplir su ausencia. Muchos la ignoraron, otros se murieron de la ternura, pero unos pocos la tomaron con la seriedad que este tema merece y la acompañaron en su siguiente jornada de protesta.

El viernes siguiente, la acompañaron un par de personas más, la semana siguiente eran más, hasta que esa pequeña bola de nieve se convirtió en una monstruosidad que ha captado la atención de casi todos los líderes del mundo.

La joven Thunberg siempre fue una chica tímida. No era de las más populares del colegio y no era la preferida de todos. De todo el cuerpo estudiantil, nadie hubiera apostado un peso por ella para que recorriera el mundo dando discursos y hablando cara a cara con los gobernantes más importantes del mundo.

Todo empezó, según ella, cuando en clases les ponían videos sobre el cambio climático. Las imágenes de los osos polares raquíticos y la cantidad vomitiva de plástico en los océanos, entre otras, petrificaron a la joven Greta.

Sus compañeros de clase también se notaban preocupados, pero luego de que terminara el video, ellos volvían a su vida normal, a hablar de otras cosas. Pero, Greta no. La joven sueca no pudo superar esas imágenes, lo que, según en entrevista con The Guardian, la deprimió bastante.

Duró varios años con el corazón aplastado hasta que decidió hacer algo al respecto. Hoy, con su mensaje traducido a un sinfín de lenguas, miles de estudiantes apoyándola con presencia en más de 100 países y los líderes del mundo dispuestos a escucharla, Greta Thunberg se posiciona como una de las líderes ambientales más destacadas del momento. Por si fuera poco, a principio de marzo la nominaron para el Nobel de paz.

LatinAmerican Post | Pedro Vergara
Copy edited by Marcela Peñaloza