Marina Silva, nueva ministra en Brasil, retoma la lucha para acabar con la deforestación
La ecologista y pedagoga brasileña vuelve a ocupar el cargo de ministra de ambiente, un puesto que dirigió entre el 2003 y 2008, para combatir la crisis climática.
Foto: TW-MarinaSilva
LatinAmerican Post | Julieta Gutiérrez
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El actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó la semana pasada las personas que se harán cargo de los 37 ministerios del país latinoamericano.
Una de las personas que destacó por encima de los otros nombramientos fue Marina Osmarina da Silva Vaz de Lima, más conocida como Marina Silva; debido a que los resultados durante su primera gestión fue uno de los más sobresalientes.
En el 2022, fue elegida como disputada federal por el estado de Sao Pablo y hoy regresa una vez más al ministerio de ambiente, anunciando la creación de una Autoridad del Clima. Ya que de acuerdo al Instituto de Investigación Espacial de Brasil (INPE), después del gobierno de Bolsonaro, se presentó una pérdida del 20 a 25% de la cubierta forestal en la cuenca del Amazonas.
“Queremos resaltar la prioridad del que es, quizás, el mayor desafío global vivido recientemente por la humanidad. Los países, las personas y los ecosistemas están demostrando ser cada vez menos capaces de hacer frente a las consecuencias del cambio climático y, como siempre, las más pobres son los más afectados”. Anuncio la ministra durante la ceremonia de nombramiento en el Palacio Planalto en Brasilia.
¿Quién es Marina Silva?
Marina Silva es una mujer que ha tenido la vocación ecológica y política desde los 28 años de edad. Nacida en Río Branco, la capital del departamento de Acre, el 08 de febrero de 1958, en una familia numerosa con 10 hermanos y de bajos recursos.
Debido a la situación económica en la que se encontraba su familia, se vio en la obligación de trabajar recolectando caucho en el Amazonas con su padre.
Durante su adolescencia, aprendió a leer y a escribir bajo la enseñanza de las Hermanas Siervas de María Reparadora. Allí, tuvo el deseo de convertirse en monja, pero su vocación cambió cuando participó en un curso de liderazgo sindical rural. A partir de ese momento, decidió enfocar su vida hacia la lucha sindical, ambiental y política.
En 1981 estudió historia en la Universidad Federal de Acre (UFAC). Poco después, comenzó a dictar clases como maestra de historia en una escuela de educación básica. Más tarde, realizó un posgrado de Teoría Psicoanalítica en la Universidad de Brasilia y otro de Psicopedagogía en la Universidad Católica de Brasilia. Durante su época universitaria, conoció el marxismo y en 1985 se vinculó al Partido Revolucionario Comunista.
A sus 32 años, fue elegida como diputada estatal y cuatro años después, se convirtió en la senadora más joven de Brasil.
Gracias a su excelente desempeño y su deseo por combatir la crisis climática, en el año de 1996 recibió el Premio Goldman, el cual es considerado el Nobel del Medio Ambiente.
En el 2003, comenzó su a ejercer por primera vez el cargo de ministra de ambiente durante el primer gobierno de Lula da Silva. Cuando comenzó a ejecutar sus funciones, la deforestación en la selva del Amazonas tenía aproximadamente un deterioro de 27.000 kilómetros cuadrados. Esto, sin duda, marcaba un récord histórico en dicho momento.
Por esta razón, ejecutó la creación del Plan de Acción para la Prevención y Control de la Deforestación del Amazonas (PPCDAm). Este proyecto ayudó a reducir la quema a más de la mitad.
Gracias a estos logros ambientales, Marina Silva recibió el reconocimiento por parte del medio británico The Guardian, el cual la incluyó dentro de las 50 personas que ayudarían a salvar el planeta en el año 2007. Además, la ONU le otorgó el premio “Campeones de la Tierra” por su toda su gestión ambiental.
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¿Qué esperar de Marina Silva en la actualidad?
Una de las primeras funciones de la reelegida ministra de ambiente, es recuperar el ministerio. Para ello, comenzó con el cambio de nombre de la cartera a “Ministerio de Ambiente y Cambio Climático”, pues según Silva, esto es un gesto ante la obligación de “reflejar el debate mundial actual”.
Asimismo, resaltó la violencia con la que los pueblos nativos fueron sometidos durante el período de gobierno de Bolsonaro: “Fue un escenario contra la propia democracia, la ciencia, la salud, el medio ambiente y la propia vida”. Señaló.
Además, como parte de la transformación de la política ambiental, la ministra presentó la nueva estructura de su departamento, debido a que ahora cuenta con el apoyo del Retorno de la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA) y con el Servicio Forestal Brasileño (SFB).
También, anunció la creación de nuevas secretarías:
- Control de la Deforestación y Ordenamiento Territorial.
- Gestión Ambiental Humana y Calidad Ambiental.
- Bioeconomía.
- Pueblos y Comunidades Tradicionales.
- Comunidades Tradicionales y Desarrollo Rural Sostenible.
Por último, su tarea es no dejar de lado la importancia de las políticas ambientales urbanas; ya que el aumento de las grandes urbes, los cambios en el uso del suelo por los modelos de producción dominantes, son una de las principales crisis ambientales urbanas en Brasil. “Aunque buena parte del patrimonio ambiental brasileño está en áreas naturales, es innegable la necesidad de políticas ambientales para el medio urbano”, afirmó la ministra.