Muerte digna: Cuando las regulaciones se imponen sobre la voluntad
¿Cómo está regulada la muerte asistida en el mundo y qué procedimientos se pueden aplicar?
Cuando un enfermo terminal decide de manera consciente ponerle fin a su vida, puede encontrarse con suficientes trabas éticas que impiden el derecho a morir dignamente. En el mundo, solo unos cuántos países permiten las prácticas asistidas para terminar la vida de una persona y otros pocos han abierto el debate en el Congreso para despenalizar la eutanasia. ¿Debería el tema continuar en manos de la ley?
El pasado 10 de mayo un científico australiano de 104 años tomó la decisión de morir escuchando la 9° sinfonía de Beethoven mediante suicidio asistido. Aunque David Goodall no padecía ninguna enfermedad terminal ni serios problemas de salud, las limitaciones naturales por su avanzada edad lo llevaron a tomar la decisión de culminar su vida de manera consciente. No obstante, Googall tuvo que viajar de Australia hasta Suiza para realizar el procedimiento con ayuda de profesionales.
Este acto que le dio la vuelta al planeta volvió a abrir el debate en el mundo sobre la legalización de la muerte digna, pero la discusión se divide entre quienes imponen la religión y la ley por encima de los derechos fundamentales del ser humano y aquellos que defienden la libertad de decidir su final.
Diferencias entre eutanasia, suicidio asistido y sedación terminal
Existen diferentes métodos que pueden aplicarse al momento de terminar la vida de un enfermo terminal, pero estos suelen confundirse o variar de acuerdo con las normativas de cada país. Acá lo explicamos:
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Suicidio medicamente asistido: Ocurre cuando un médico le indica al paciente qué fármaco debe consumir para morir. Esto está permitido solo en Suiza y fue el procedimiento que se realizó el científico de 104 años.
Suicidio no asistido: Esta modalidad se considera irregular y es condenada por la ley en todo el mundo. Ocurre cuando una persona decide poner fin a su vida sin asistencia médica pero de manera consciente; quienes estén involucrados podrían ser juzgados por homicidio.
Eutanasia: Es cuando un equipo médico administra los fármacos a la persona que desea morir porque sufre una enfermedad terminal. Es legal en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y algunos estados de EE.UU.
Sedación Terminal: Esta técnica es un tipo de tratamiento paliativo donde los expertos suministran medicamentos con fuerte efecto tranquilizante que puede llevar a la muerte. Se usa para eliminar el sufrimiento o dolor de una persona tanto físico como psíquico y está permitido bajo estricta regulación en España y algunos lugares de Europa.
En América Latina morir dignamente es ilegal
Por sus influencias religiosas y códigos ético-políticos, América Latina es una de las regiones del mundo con mayor restricción para finalizar la vida de un ser humano de manera digna. Aunque se han dado pasos hacia la despenalización de prácticas como la eutanasia, aún sigue siendo un tema controversial en el que poco se avanza en la mayoría de los países.
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En el año 2015, Colombia se convirtió en el primer país latinoamericano en practicar la eutanasia de manera legal. El caso lo protagonizó un hombre con cáncer de 76 años que padecía fuertes dólares y había perdido parte de su rostro por culpa de la enfermedad. El paciente contó con el apoyo de un protocolo elaborado por el Ministerio de Salud por orden de la Corte Constitucional.
En mayo de 2016, el Ministerio de Salud colombiano publicó una resolución que regula el procedimiento y permite la eutanasia solo en pacientes mayores de edad, con enfermedades terminales y que hayan manifestado previamente y de manera consciente su voluntad de finalizar el sufrimiento de manera radical.
En naciones como Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, el suicidio médico y la eutanasia están prohibidos, pero le brindan la posibilidad a las personas de decidir si continuar o no con tratamientos médicos administrados para prolongar la vida. México se cobija bajo la misma normativa, sin embargo, se han introducido proyectos de ley para descriminalizar dichos métodos de terminación de la vida. No obstante, ninguno ha conseguido cambiar el artículo 166 bis 21 de la Ley General sobre Salud que define la eutanasia como homicidio por caridad.
Los demás países latinoamericanos no cuentan con normativas que avalen la eutanasia e incluyen en su Código Penal cualquiera de las prácticas como “homicidio piadoso”.
Pareciera irónico que quienes se oponen a la eutanasia lo hacen bajo la bandera del “derecho a la vida”. Indican que dicha práctica es “jugar a ser Dios”, transgredir con las leyes de la naturaleza y usar la ciencia en contra del hombre. Sin embargo, para los defensores, la muerte digna debería ser un derecho innato, inamovible ante ninguna ley y una opción que no debería ser juzgada. ¿En qué lado de la balanza está usted?
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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