AMÉRICAS

Venezuela se queda sin soldados

Cientos de reclutas desertan a Colombia por el hambre y la incertidumbre en su país

La seguridad para las elecciones presidenciales del 20 de mayo está en entredicho debido a la continua reducción de tropas en la Fuerza Armada Nacional, que ha tenido que recurrir al reclutamiento de jubilados y milicianos para tapar el vacío que están dejando los soldados regulares.

En los cuarteles se está viviendo la misma tragedia que en los hogares, una vida de calamidades y estrecheces que está obligando a los militares rasos a huir hacia Colombia por su mala y escasa alimentación. A esto hay que añadir la ausencia de medicinas y seguridad sanitaria. Hasta vestir un uniforme en condiciones decentes se ha convertido en una fantasía. Sin embargo, por mucho que suban los salarios nunca es suficiente si hay que lidiar con una hiperinflación que para este año puede alcanzar el 13.000%, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Muchos reclutas están pidiendo la baja del ejército o directamente desertan sin avisar para evitar ser arrestados. Los que eligen la primera opción son obligados a pasar por un interminable proceso burocrático para impedir su salida. Este éxodo se está dando principalmente –y como era de esperar- entre las tropas de más bajo rango, que no dudan en cruzar a pie la frontera de Colombia o Brasil en busca de un futuro más próspero.

Según la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, solo en el pasado mes de marzo 10.000 soldados han pedido su retirada y desde 2015 se ha producido un notable aumento de las detenciones a militares acusados de traición y deserción. Se calcula que unos 300 soldados permanecen encarcelados, a los que hay que sumar algunos funcionarios de alto rango.

Los oficiales de rango superior tienen terminantemente prohibido relacionarse con miembros de rangos inferiores, por el temor del Gobierno a que puedan planear un golpe para derrocarlo. Otra de las preocupaciones del presidente Nicolás Maduro es que el Plan República, encargado de velar por el buen funcionamiento de los comicios del 20 de mayo, tenga problemas para proteger el material electoral, como cuadernos, ordenadores y urnas que se repartirán en los 14.000 centros de votación habilitados.

Los jubilados y milicianos chavistas reclutados para sustituir las innumerables bajas están siendo entrenados a toda prisa y de forma improvisada. Tanto unos como otros gustan de portar fusiles y lucir el pecho lleno de medallas en los desfiles que convoca Maduro para conmemorar fechas importantes, pero hay muchas dudas sobre si estos fieles chavistas estarían a la altura si se presentase algún incidente durante la jornada electoral. Según el Gobierno, 50.000 soldados son necesarios para mantener el orden en los 14.000 puntos de votación.

Mientras Maduro intenta asegurar el buen funcionamiento de los comicios -calificados de farsa por la oposición y gran parte de la comunidad internacional- los cuarteles siguen vaciándose. Este es un éxodo que no parece que vaya a remitir, y menos si el líder bolivariano asegura otros 6 años más en el poder.

 

Latin American Post | José María González Alonso

Copy edited by Diana Rojas Leal

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