Mujeres en Irán ponen a temblar al régimen del Ayatola ¿El fin de la revolución islámica?
Una reciente ola de protestas de las mujeres en Irán ha captado la atención del mundo. Hiyabs quemados y cabellos recortados son algunas de las estrategias que han usado para mostrar su inconformismo con el machismo y la violación de derechos humanos en ese país.
Foto: YT-DW
LatinAmerican Post | Christopher Ramírez
Escucha este artículo
Read in english: Women In Iran Threaten the Ayatollah’s Regime. The End Of the Islamic Revolution?
En Latinoamérica hay una frase muy conocida en toda la región con la que se intenta dar a entender que una situación específica y “normal”, fue suficiente para desatar una realidad de caos: “La gota que rebosó la copa”; y es esto precisamente lo que se dio con las mujeres en Irán hace algunos días.
Ha sucedido en varias ocasiones durante los últimos años en todo el mundo, y en la mayoría de los casos son asesinatos extrajudiciales los detonantes de dicho caos. Sucedió en 2020 cuando la muerte de George Floyd en Estados Unidos a manos de un policía blanco desató una serie de manifestaciones en contra del racismo y la desigualdad en ese país.
La misma situación se dio en 2016, cuando la infortunada muerte de un joven que intentaba rescatar la mercancía que le había sido confiscada por la Policía en Marruecos, dentro de una trituradora de basura en marcha, desató una serie de manifestaciones en el país africano en las que se exigía justicia por la víctima y se rechazaba la situación de marginación económica en la nación.
Así replicando lo sucedido en Norteamérica y África, las mujeres en Irán (continente asiático) han decidido asumir una actitud de protesta y rechazo a las costumbres islámicas de ese país, luego de que la llamada ‘Policía de la moral’ o Policía de las costumbres asesinó a Mahsa Amini, una joven de 22 años, que tenía retenida por supuestamente llevar mal puesto el velo (Hiyab) sobre su cabeza.
Este asesinato extrajudicial fue “la gota que rebosó la copa”, tal como lo demuestran las recientes manifestaciones en las que las mujeres iraníes han mostrado todo su inconformismo en contra de las tradiciones machistas y religiosas que las oprimen dentro de la sociedad.
Las muestras de rechazo van desde actos “sencillos” como quitar su hiyab en plena vía pública, dejando al descubierto su pelo (algo prohibido en Irán), hasta quemar los velos frente a la mirada atónita de cientos de personas.
De hecho, las protestas se han trasladado también a las redes sociales, por medio de fotos y videos en los que, no solo se muestran las situaciones vividas en las calles del país musulmán como muestra de apoyo a las manifestaciones, sino que además aparecen mujeres cortando sus cabellos o sus hiyab, precisamente como un símbolo al rechazo del ayatolá Alí Jamenei y su régimen.
Ahora bien, los medios internacionales han mostrado su asombro al observar que, lo que antes era una lucha solitaria por parte del movimiento feminista en Irán, hoy en día se ha tornado en una manifestación en la que ambos sexos se han enfrentado contra el sistema islámico en Irán.
Los videos que circulan en redes sociales muestran a centenares de personas, tanto mujeres como hombres, pidiendo justicia por la muerte de Amini y libertad para el resto de las iraníes. “Justicia, libertad, no al hiyab obligatorio”, es una de las arengas que se ha repetido con fuerza en Teherán, capital de este país.
¿Cómo ha sido la lucha de las mujeres por la reivindicación de sus derechos en Irán?
Amnistía Internacional (AI), una de las ONG más importantes del mundo en cuanto a derechos humanos se refiere, lanzó un artículo en 2020 en el que explica a detalle, por medio de historias reales, de qué forma las mujeres han luchado por su libertad religiosa.
En el relato entregado por AI se expresa como las defensoras de los derechos de las mujeres, tanto en el ámbito social como en el cultural y político, tienden a ser no solo criticadas, sino perseguidas, capturadas y condenadas a prisión.
También te puede interesar: ¿Por qué Irak está en caos debido a una renuncia?
Ejemplo de esto es el caso de la abogada Nasrin Sotoudeh, quien fue condenada a 38 años de prisión y 148 latigazos, bajo los delitos de “incitar a la corrupción y la prostitución”, así como “cometer abiertamente un acto pecaminoso (…) apareciendo en público sin hiyab”.
Sin embargo, las pruebas que mostraron ante los juzgados para demostrar la validez de estos delitos, son, precisamente, las mismas que los terminan invalidando.
Entre los recursos probatorios usados por el ente acusador en contra de Sotoudeh están: “quitarse el hiyab durante visitas penitenciarias, defender a mujeres que protestan pacíficamente contra su uso forzoso y conceder entrevistas a medios de comunicación para hablar del arresto y detención violenta de esas mujeres”, según explica AI.
Así como en este caso, la censura en contra de las mujeres en Irán se ha tornado hacia actos de violación de sus derechos, tanto en libertad como en prisión. Realidades como la no participación en partidos de fútbol (que derivó en la inmolación de Sahar Khodayari en 2020 como protesta por una condena de 6 meses de prisión), y las autoritarias medidas de la ‘Policía de la moral’, han hecho que las mujeres, y algunos hombres, se revelen en contra del sistema iraní.
Para expertos, e incluso para aquellos que no lo son, las protestas que cada día crecen más podrían significar un cambio importante en la sociedad de ese país con las mujeres a la batuta de sus propios derechos y facultades. Aunque la división entre la nueva generación y sus gobernantes radicales no parece derivar en una revolución cercana, lo cierto es que la brecha se abre cada día más.
¿Será el movimiento femenino suficiente, no solo para reivindicar los derechos de las mujeres en Irán, sino para garantizar las libertades de toda la población en el país asiático?