Sheinbaum visualiza un nuevo amanecer para la lucha contra la corrupción en México
Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de México, presenta una estrategia anticorrupción integral para establecer una Agencia Federal Anticorrupción, racionalizar la burocracia, mejorar los procesos digitales y fomentar la transparencia, lo que indica un cambio fundamental en la gobernanza de México y un cambio regional potencialmente inspirador.
En una medida audaz que podría redefinir el panorama político de México y resonar en toda América Latina, Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial de la coalición gobernante, ha presentado un ambicioso plan para abordar la corrupción. Su estrategia incluye crear una Agencia Federal Anticorrupción y enfatizar la racionalización de la burocracia, la digitalización y la transparencia. Esta iniciativa marca un nuevo rumbo para la batalla de México contra la corrupción y ofrece un modelo para la reforma de la gobernanza que podría influir en las estrategias en toda la región.
Crítica de la gobernanza actual y compromiso de reforma
Sheinbaum, en representación de la coalición ‘Sigamos Haciendo Historia’, que incluye a los partidos Morena, PT y PVEM, criticó el estado actual de la gobernanza y destacó cómo una mayor regulación, irónicamente, ha llevado a la ineficiencia y la corrupción no abordada. Su mandato como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México de 2018 a 2023 ha estado marcado por intentos de introducir una gobernanza eficiente y transparente, principios que ahora se compromete a expandir a nivel nacional.
Su plan implica luchar contra la corrupción y transformar toda la estructura administrativa para garantizar que los servicios públicos funcionen con integridad y eficiencia. Aboga por “servidores públicos honestos, simplificación administrativa, digitalización y transparencia”, con el objetivo de eliminar los caldos de cultivo para prácticas corruptas.
La clave de su estrategia es evitar la creación de nuevos órganos para monitorear las instituciones. Sostiene que esto sólo añade capas de burocracia y opacidad, lo que facilita una mayor corrupción. En cambio, Sheinbaum prevé fortalecer las instituciones existentes que puedan compartir información de manera efectiva y hacer cumplir la rendición de cuentas.
En alianza con Javier Corral, coordinador de los foros temáticos de su proyecto nacional, Sheinbaum esbozó ocho aspectos críticos de su plan anticorrupción. Estas incluyen incorporar la lucha contra la corrupción como una política estatal, reconocer el derecho a la administración pública y a un gobierno libre de corrupción como derechos humanos en la Constitución y establecer una Agencia Federal Anticorrupción independiente encargada de investigar, enjuiciar y sancionar.
Propuesta de Modelo Nacional y Programa de Mejoramiento Policial
También propone un modelo nacional para investigar la corrupción, reconociendo jurídicamente el “daño social” y la “víctima de la corrupción”. Una parte esencial de su estrategia es revisar y simplificar el sistema de fe pública administrado por los notarios, asegurando que sus operaciones se realicen con integridad y transparencia.
Además, el plan de Sheinbaum incluye un programa único para mejorar las condiciones de trabajo de la policía para reducir su vulnerabilidad a la corrupción, abordando una de las áreas críticas donde las prácticas corruptas a menudo se arraigan.
Las próximas elecciones de México el 2 de junio podrían ser históricas, ya que potencialmente una mujer ocuparía la presidencia por primera vez. Sheinbaum, que lidera las encuestas, se enfrenta a Xóchitl Gálvez de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México y a Jorge Álvarez Máynez del partido Movimiento Ciudadano.
Las implicaciones de la estrategia anticorrupción de Sheinbaum se extienden más allá de las fronteras de México. América Latina ha luchado durante mucho tiempo contra la corrupción, que afecta a países como Venezuela, Brasil y Argentina. Ha sofocado el crecimiento económico y erosionado la confianza pública en el gobierno. La iniciativa de Sheinbaum podría servir como un faro para la región, demostrando un compromiso con la reforma de la gobernanza y la priorización de la transparencia y la eficiencia.
Un catalizador para el cambio y la relevancia global
Al proponer un enfoque integral y estructurado para combatir la corrupción, Sheinbaum está abordando un problema nacional y contribuyendo a un diálogo más amplio en América Latina sobre la gobernanza efectiva. Su enfoque en la digitalización y la transparencia resuena con las tendencias globales hacia el gobierno electrónico y los datos abiertos, que han sido identificados como herramientas críticas para mejorar el desempeño del sector público y combatir la corrupción.
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El plan anticorrupción de Claudia Sheinbaum representa un cambio significativo en el enfoque de gobernabilidad de México, con ramificaciones potenciales para toda la región latinoamericana. Al abogar por la reforma institucional, la transformación digital y una mayor transparencia, Sheinbaum se posiciona como un catalizador del cambio, prometiendo un futuro en el que la gobernanza se define por la eficiencia, la integridad y la rendición de cuentas. Mientras México se prepara para una elección potencialmente histórica, las repercusiones de las propuestas de Sheinbaum probablemente se sentirán mucho más allá de sus fronteras nacionales, contribuyendo al discurso actual sobre gobernabilidad y anticorrupción en América Latina.